Beirut, Buenos Aires, Valencia. Tres países y tres continentes. Fue el largo periplo que, entre finales del siglo XIX y finales del XX realizó la familia protagonista de Los ruidos de la noche (La Cala Books, 2023), primera novela de la periodista valenciana Mayte Aparisi Cabrera, en la que combinando testimonios orales y documentación histórica repasa un siglo de la historia de Argentina centrándose en la dictadura de Videla conocida como el Proceso. Mucho se ha escrito sobre el terrible episodio, pero este relato aporta una visión diferente, pues no da voz a las víctimas ni a los victimarios, sino a quienes fueron rehenes del horror, paralizados por el miedo, la incertidumbre y la desinformación. La buena gente que percibió cómo se desencadenaba a su alrededor uno de esos sangrientos torbellinos de la historia y que, atados de pies y manos, no pudieron hacer nada para evitarlo. Sólo las Abuelas y Madres de la Plaza de Mayo, con sus pañuelos blancos en la cabeza, se atrevieron a desafiar al poder y reclamar el regreso de aquéllos que les habían arrebatado.
La historia se inicia a finales del siglo XIX, hacia 1880, cuando un matrimonio de libaneses que huía de la persecución a la que eran sometidos los católicos por los drusos, arribó a Buenos Aires en la gran oleada migratoria que pobló el país en aquel tiempo. Se llamaban Gabriel y Marian. En Beirut, él se dedicaba a construir barcos pero una vez en Argentina, en función de la demanda del mercado, consideró más práctico convertirse en artífice de ataúdes, producto muy solicitado a causa de una peste que había azotado el país. Su fábrica de féretros adquirió tal prestigio que de ella salieron los modelos más caros y lujosos en los que fueron enterrados Evita y Perón. Todo iba viento en popa, la integración fue perfecta. Poco podían imaginar lo que ocurriría décadas más tarde.
Fueron su nieta Susana, odontologa de profesión, su marido Jorge y sus bisnietas, Marta y María, quienes atravesaron el agujero negro de la dictadura de Videla, de 1976 a 1981. La represión y las masacres no les afectaron directamente pero sí crearon en torno suyo una atosigante atmósfera de miedo e incertidumbre que les llevó, como a otras muchas familias, a quemar parte de los libros de su biblioteca. Títulos prohibidos o simplemente sospechosos, incluso novelas de Vargas Llosa. Aparisi Cabrera describe la vida cotidiana aparentemente normal de esta familia burguesa, sus ilusiones y avatares, sus vacaciones en Mar de Plata o en el Paraná, sus platos y dulces preferidos… E intercala extractos de los Archivos de la Comisión Nacional de Personas Desaparecidas (CONADEP), dirigida por el escritor Ernesto Sábato y creada por Alfonsín, en diciembre de 1983, para investigar las violaciones de derechos humanos, especialmente las desapariciones. Estos fragmentos de cruda realidad dan cuenta de las atrocidades cometidas por jaurías de sicarios que, a bordo de vehículos Ford Falcon surcaban la ciudad dormida, irrumpían en las casas, se comunicaban chasqueando los dedos, en vez de con palabras y se llevaban a un hijo, a un marido, a una nieta sin dar explicaciones. Torturados y lanzados desde el aire al mar todavía vivos y drogados. Los ruidos de la noche, título del libro y de uno de sus capítulo, alude a los secos estampidos de disparos lejanos y el rumor en el aire de misteriosos vuelos nocturnos, que la familia de Susana y Jorge oían estremecidos esas madrugadas de pesadilla.
El contraste entre la normalidad y el espanto se acentúa de forma dramática y obscena en momentos concretos que vivió la familia protagonista, como la eufórica celebración del mundial de fútbol, la guerra de las Malvinas o la visita del papa Juan Pablo II. Acontecimientos públicos que eclipsaban siniestros sucesos como la matanza de un grupo de estudiantes de Secundaria que protestaron por el precio del transporte público, uno de los episodios que se relata en la película de Héctor Olivera, La noche de los lápices (1986).
Claudio de Acha fue uno de esos diez chavales secuestrados, seis de ellos asesinados, a quien Aparisi Cabrera rinde homenaje con esta novela, que pretende que llegue también a los adolescentes para que conozcan de manera amena la historia de su país, especialmente esos siete ignominiosos años que la marcaron. A través de Carlos Schmerkin, un editor franco argentino residente entre París y Valencia, con fuertes lazos culturales en Argentina, ejemplares del libro ya han sido enviados a diversos centros culturales de la Memoria, como el Haroldo Conti de Buenos Aires.
En 1983, finalizada la dictadura, con Alfonsín en el poder, la deplorable situación económica argentina despertó el impulso nómada de la familia, que decidió trasladarse a España que ya vivía una democracia consolidada. Valencia fue la ciudad elegida. Con el mismo sentido práctico que demostró su bisabuelo al cambiar los barcos por los ataúdes, Susana consideró que su profesión le iba a facilitar el arraigo en un lugar donde escaseaban los dentistas. Y así fue, trabajo no le faltó, montó hasta tres consultas. Sus hijas no siguieron sus pasos, y ambas se mueven entre la psicología y la música.
Como todos los libros, éste encierra una historia que no se cuenta en sus páginas. La historia de cómo fue concebido y escrito que, en este caso es un trayecto largo y accidentado. Porque Aparisi Cabrera ha dedicado más de doce años a culminar este proyecto, mientras acopiaba los testimonios orales, más de 70 horas de grabación y la numerosa documentación histórIca que ha manejado. Lo que en principio iba a ser un relato ejemplar de superación destinado a lectores adolescentes, fue creciendo en volumen y ambición, hasta convertirse en este largo viaje por tres ciudades y tres continentes. Aparisi escribió hasta cinco versiones de la novela buscando el tono y el ritmo adecuado para ficcionar la historia sin traicionar la realidad que le aporta una fuerza especial. En su última fase tuvo la fortuna de encontrar a Raquel de Diego Picó, una argentina residente en Barcelona, que conociendo muy a fondo lo que el libro expone, dio el toque final al texto.
Lejos de sentir fatiga o saturación por acompañar a esta familia de origen libanés en su largo viaje, Aparisi Cabrera está dispuesta a ahondar en sus raíces y ha comenzado a investigar sobre el Líbano de finales del siglo XIX para recrear las peripecias de Marian, la mujer que dejó aquel país en busca del Nuevo Mundo. Un mundo mejor. Esperemos que esta travesía llegue a buen puerto y no sea tan dilatada.
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Autor: Mayte Aparisi Cabrera. Título: Los ruidos de la noche. Editorial: La Cala Books. Venta: Todostuslibros
Bel, muchas gracias por tu profesionalidad. Por saber qué llevabas entre manos con esta novela. Por preparar tus preguntas con tanto mimo y minuciosidad. Imprescindible cuando se busca un buen titular. Muchas gracias, también, por haber tenido la sensibilidad de atender, escuchar y convertir en reseña para Zenda la obra de una autora novel.
“Los ruidos de la noche” de Mayte Aparisi aporta con esta magnífica saga familiar una mirada original de la historia de la Argentina. Un libro imprescindible para las nuevas generaciones que nacieron en democracia y no vivieron-por suerte- la tragedia del terrorismo de Estado impuesto por la dictadura cívico-militar.
Gran entrevista! Se agradece un diálogo tan sabroso entre autora y periodista. Felicidades a ambas y a leer Los ruidos de la noche!