Inicio > Actualidad > Entrevistas > Carles Tamayo: «Si Lluís Gros fuera un loco estaría loco todo el rato, pero nos tenía a todos engañados»

Carles Tamayo: «Si Lluís Gros fuera un loco estaría loco todo el rato, pero nos tenía a todos engañados»

Carles Tamayo: «Si Lluís Gros fuera un loco estaría loco todo el rato, pero nos tenía a todos engañados»

En las últimas semanas el youtuber e investigador Carles Tamayo ha metido un buen meneo al true crime. Lejos de un festival estático de bustos parlantes, en Cómo cazar a un monstruo (Prime Video) el espectador vive de primera mano y en tiempo real su historia con Lluís Gros, un pederasta condenado que pidió al joven y popular streamer que contase su historia. El amor al cine que unió a ambos, ahora les separará.

—¿Te esperabas armar este revuelo?

—Yo no me lo esperaba, pero tampoco considero que haya hecho algo diferente de lo que ya hacía en internet. Se habla mucho de que es un true crime en tiempo real y que el espectador va descubriendo los hechos a medida que lo hago yo. Y yo pienso que lo que había hecho en YouTube es un poco lo mismo, porque lo cuento a cámara de manera cronológica. Nos hemos unido con este lenguaje de internet con Ramón Campos, productor de larga trayectoria en televisión y cine, y se han sumado dos mundos, y eso hace que no sea un documental al uso ni un vídeo de YouTube.

—Es más crudo, no es una retrospectiva. Es como una road movie.

—Como si Los Goonies fuera un documental de unos chavales que viven en un barco y encuentran un monstruo.

—¿Empatizaste o te conmovió Lluís en algún momento? Al fin y al cabo su apariencia es la de un padre, un abuelo.

"Cuando veo que viene a negarlo todo y que se la sudan las víctimas, ahí mi pequeño proceso de duelo acaba y empiezo a ver quién es realmente Lluís Gros"

—Lluís tiene muchísimo carisma, y eso es lo que hacía que todos estuviéramos engañados. A lo largo de toda mi vida me había caído siempre genuinamente bien, era el cine donde yo iba y allí proyectaba mis cortometrajes… Precisamente que se vea que tu vecino, que el gerente del cine simpático al final sea un depredador sexual ayuda a separar el concepto de pederasta, porque es gente que se sabe camuflar muy bien. Si tú ves las atrocidades de este señor y ves cómo se está haciendo el tipo majo, a nivel de divulgación eso es interesante. Yo no tuve empatía hacia él a partir de la primera entrevista. Solo al principio y cuando estoy en el coche, porque pensaba que venía a pedir perdón y porque recordaba esa imagen de Lluís bondadoso, majo y buena persona. Pero cuando veo que me está mintiendo a la cara después de algo que queda tan claro en la sentencia… porque en las imágenes del juicio queda claro que es un depredador sexual. Pero cuando veo que viene a negarlo todo y que se la sudan las víctimas, ahí mi pequeño proceso de duelo acaba y empiezo a ver quién es realmente Lluís Gros, a quien yo desconocía. La mayoría de cosas espeluznantes no salen en el documental, y él solo quería usar el canal para blanquearse.

—¿Repasaste tu vida con él y comprendiste lo que te pudo pasar?

—En 2019, cuando me enteré por los medios, obviamente te lo planteas, pero el documental no lo aborda porque no es sobre mí, y qué suerte tuve, hay víctimas reales. Mi vertiente personal queda en un último término porque hay víctimas que piden de manera activa que pida perdón, que lo reconozca y cumpla su sentencia después de doce años. Lo importante para mí era eso.

—Es todo un retrato psicológico y pasa delante de nosotros. ¿Lluís sufre alguna condición o enfermedad en concreto? ¿Donde encaja clínicamente?

"Lo que hace es buscar la vulnerabilidad de cada uno: el chico trans, el chico de familia desestructurada, el factor racial… Siempre con el objetivo de evadir a la Justicia"

—Yo no soy psicólogo ni psiquiatra, no tengo ni idea, pero he visto algún comentario diciendo que está loco. En realidad es un tipo muy inteligente que está siempre pensando cómo se tiene que mostrar delante de unos, cómo delante de otros y qué comentario hacer aquí y cuál no. Si fuera un loco estaría loco todo el rato, pero nos tenía a todos engañados. Lo que hace de manera activa es buscar la vulnerabilidad de los afectados; está rodeado de muchos chicos todo el rato y lo que hace es buscar la vulnerabilidad de cada uno: el chico trans, el chico de familia desestructurada, el factor racial… Siempre con el objetivo de evadir a la Justicia.

—Te expones tú al peligro, pero también cuestionas a tu familia, que creyó siempre en él.

—No es tanto cuestionar sino retratar cómo era Lluís. Si mis padres, a pesar de haber escuchado el rumor, me dejaban ir con él imagina la imagen que tenía todo el mundo de Lluís a pesar de ello. Eran unos engañados más, y cuando salió todo también se sintieron mal. Estoy agradecido de que me dejaran poner esa escena porque es importante que en el retrato entendamos el clima de comentarios a lo largo de diez años. Mi padre dice, y eso no sale en el fragmento, que había escuchado hacía años de un proceso judicial, pero nunca había salido nada. Era por esa cara A de Lluís que todos conocíamos. Pero yo quería que cuando apareciera, la gente supiera que era un depredador sexual. De él se comentaban cosas pero nunca lo llegabas a creer.

—El documental es un retrato íntimo, pero también es una leche a la burocracia. ¿Cómo esta libre cuando incluso está condenado?

"Obviamente si yo hubiera sabido lo que iba a pasar habría avisado el primer día a la policía"

—El título del último capítulo podría haber sido «Las doce pruebas de Astérix». Obviamente si yo hubiera sabido lo que iba a pasar habría avisado el primer día a la policía. Pero esto era 2021, hacía tres años que había empezado y yo no conocía a nadie. Pensaba que si quedaba al lado de una comisaría con él —estábamos literalmente a un minuto andando— no iba a pasar lo que pasó. Yo le digo “Lluís, ya viene la Policía” porque se empezó a escuchar una sirena. Y no, era un coche a lo lejos, porque estábamos cerca de una comisaría y pasaban coches todo el rato. Lo recuerdo ahora y todavía me pongo nervioso.

—Quieres ser director de cine. ¿Has tenido alguna referencia, pensado en algún relato para articular esto?

—A nivel de trama no, pero formal sí, a la hora de elegir los planos que hacía con Lluís. Hay un documental llamado David Holzman’s Diary, del primer blogger de la historia, que va por la calle hablando y grabándose a sí mismo, y para que vea que es él quien graba lo pone en reflejos. A mí ese concepto me pareció interesante para que el espectador viera que estoy solo con Lluís. Algunas veces, aunque veas dos personas en un documental luego descubres que en realidad detrás de la cámara hay treinta, pero para mí era importante mostrar el grado de intimidad y que estoy solo con Lluís, así que me interesan los contraplanos conmigo desenfocado para que se vea cómo estoy.

—¿Hay algo que te hayas quedado con ganas de mostrar?

—Opiniones creo que ninguna, o muy pocas. Hago una reflexión de cómo puede ser que los afectados, siendo las víctimas y no teniendo nada que esconder, sean quienes sienten vergüenza, y en cambio que Lluís sea quien me pide el documental y el que está en él. Hay lecturas que sí me guardo para mí, como por qué Lluis me deja grabarlo todo. Yo tengo mi opinión. Hay muchas preguntas, como quién es Christian, o dónde estaba escondido Lluis. Yo tengo mi opinión. En el documental no hay nada puesto que no supiéramos al 100% que fuera así, ya no por ética sino también legal, porque hay un equipo de Bambú y Amazon que responde por ello. Pero sobre las dudas que quedan en el aire tengo mi opinión.

—¿Temiste que te descubriera o sufrir alguna represalia?

—No, porque la gente que me conoce sabe que soy tal y como soy con él. Yo cuando le vacilo no le vacilo por ser él. El chiste que le hago en el coche cuando tiene la llamada abierta se lo podría haber hecho a cualquier amigo. Yo le hablaba de mis proyectos y no podía descubrirme porque no le estaba mintiendo en nada. Le decía que estaba investigando su caso y que podía descubrir que era culpable o inocente. Sobre las vaciladas, la gente que me conoce sabe que soy así. He puesto tres pullas en el documental y parezco supergracioso, pero fueron tres días de ir con gafas de sol y reventado. Cómo cazar a un monstruo no está guionizado y en él me comporto como soy.

0/5 (0 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios