Por fin el legado de Octavio Paz tiene una sede donde podrá ser estudiado y catalogado como merece. En una antigua casona del siglo XVIII conocida como La Perulera, en un popular barrio de Tacuba en la Ciudad de México, la masa testamentaria que dejaron a su muerte el poeta y su viuda Marie Jose Tramini, integrada por 70.000 documentos, 8.138 libros, 476 obras artísticas, 472 piezas de arte decorativo, 651 piezas de joyería, 64 prendas de vestir y 50 muebles diversos provenientes de los inmuebles que poseyeron en sus domicilios de las calles Río Guadalquivir, Plinio y Porfirio Díaz, serán debidamente inventariados y catalogados para su promoción y difusión. A este patrimonio deberán sumarse 360 piezas de material audiovisual, entre fotografías, videos, negativos y audios que aún están en proceso de integración. Fue la propia secretaria de Cultura del Gobierno mexicano, Alejandra Frausto, quien presentó formalmente hace una semana el recinto, que será dirigido por la poeta Leticia Luna, y donde de momento se ha dispuesto una reproducción parcial del estudio de Paz con su mesa de trabajo, algunos libreros con su acervo bibliográfico, la medalla que recibió cuando fue distinguido con el Premio Nobel de Literatura en 1990, fotografías históricas y familiares, así como una selección de obras de artistas a los que admiró, como Rufino Tamayo, Manuel Felguérez o Alberto Gironella, entre otros. Han sido cinco años de incertidumbre jurídica los que han tenido que pasar para que todos aquellos interesados en investigar la vida y obra de unos de los grandes autores de la literatura del siglo XX puedan tener acceso a sus archivos, y al fin se aprovechará el vigésimo quinto aniversario luctuoso del poeta, el próximo 19 de abril, para abrir al público la que será su sede definitiva. Según las autoridades responsables, todo ese tiempo ha servido para trabajar en los bienes inmuebles de la pareja, los cuales era necesario estabilizar, ya que algunos contenían daños estructurales, mientras que los derechos de autor del poeta comenzaron a gestionarse desde los primeros meses de 2021 bajo acuerdos y lineamientos que sugirieron peritos, editores y gestores culturales como Christopher Domínguez Michael, José María Espinasa, Ernesto Martínez y Marina Núñez Bespalova. Por ejemplo, Frausto ha dicho que en este momento ya se cuenta con nuevas ediciones de obras de Paz en ruso, checo, escocés, vietnamita y búlgaro, y que se han renovado contratos con su editorial histórica, el Fondo de Cultura Económica (FCE), y se han cedido derechos a otras 20 editoriales y autorizaciones parciales sin fines de lucro. A partir de ahora toca a los investigadores, escritores y todo aquel que se interese por la figura del autor de Libertad bajo palabra, comenzar una labor de estudio para que ese legado arroje nuevos frutos, y a quienes lo custodian un trabajo que permita que siga vivo y esté lo más cerca posible de los lectores.
LUTO EN LA FIL DE GUADALAJARA
La Feria Internacional del Libro de Guadalajara está de luto. Raúl Padilla, artífice y piedra fundacional del evento, tomó la durísima decisión de quitarse la vida y fue encontrado muerto en su domicilio de la colonia Vallarta Poniente, en la capital de Jalisco, donde según informes preliminares de la policía local junto a su cuerpo había un arma de fuego y un mensaje. El exrector de la Universidad de Guadalajara (UdeG) tenía 68 años y será recordado como el impulsor de uno de los encuentros más importantes del mundo literario, al que supo dotar con discreción, imaginación y destreza de una identidad única. Marisol Schulz, directora de la FIL, ha encajado el golpe con profunda tristeza por la trágica pérdida del amigo, pero también con entereza y sabIdiría, afirmando que después de este mal trago todos en la FIL regresarán a trabajar con fuerza para continuar con el legado de Padilla y realizar la mejor de las ferias en su honor. Impulsor no solo de la literatura, sino también del cine (creó el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, la cita cinematográfica más importante de México), Padilla logró, ante la incredulidad, desconfianza y reserva del medio cultural, conjuntar esfuerzos en 1987 para crear la FIL, que poco a poco se convirtió en el encuentro librero más importante de habla hispana y una magnífica plataforma para promover la lectura y otras expresiones artísticas. Además, junto con Juan José Arreola y Fernando del Paso, impulsó el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, que luego de absurdas trabas por parte de la familia de Rulfo pasó a llamarse Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances y es hoy un galardón de importancia mundial, e impulsó la creación de la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar. Asociada a esos magníficos eventos, su memoria seguirá viva mucho tiempo. Descanse en paz.
ENSAYISMO DÉBIL
Surgen voces bajo el volcán que hablan de un ensayismo muy débil en México. Se dice que el gobierno tiene empachada a la intelectualidad con tanta mañanera y que el poco respeto al medio cultural ha obligado a los pensadores serios a refugiarse en sótanos y mazmorras, donde prefieren escribir sin publicar para no ofender al sacrosanto pueblo y acabar linchados por decir verdades. ¿Vendrán tiempos mejores?
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