40 sombras de cuarentena

Un corazón. No el suyo. Pero no era una broma, ni una absurda premonición. Era una visión desde el centro, porque el arquero es...

Entonces presté atención a los sonidos. No conseguía distinguir los bandos, pues unos y otros respondían con el mismo “tatatata” de sus AK-47. Entonces...

MARCO: Estaba pensando tan intensamente en ti que has tenido que sentirme en la distancia, principessa. Salgo de una guardia horrible ahora....

Ella, Soledad, acaba de llegar, la cabeza cubierta con un mantón, al piso, después de caminar desde la Puerta del Sol, donde tenía la...

“Con una mujer solo se pueden hacer tres cosas: quererla, sufrir, o hacer literatura.” (El Cuarteto de Alejandría, Larry Durrell) Hablas de muchas mujeres...

«El verdadero amante es el hombre que la emociona al tocarle la cabeza, sonreír o mirarla a los ojos». (Marilyn Monroe) ¿Cuándo empezó la...

Sir Maugham encendió su pipa, forzando la pausa dramática. Su compañero de viaje, el embajador de Ostende, el señor Maurice Wiesenthal, lo miraba con...

—Ya que desprecia usted el sexo, ¿qué opina de todos nosotros, que lo practicamos? La escritora ni siquiera levantó los ojos de las pruebas...

Una sombra en la noche; un cuchillo brillando en una calle solitaria. Apenas tuvo tiempo de sacar el revólver cuando sintió que alguien la...

Nunca lo olvidará. Era el domingo día 31 de enero de 1915. El mundo estaba en guerra, la muerte igualaba a los hombres en...

Le sorprendió la descarada rapidez con la que ella aceptó la propuesta, la desenvoltura con la que posaba para él cada tarde, la luz...

—Si no le importa, conduciré yo; conozco bien la autopista. Su aspecto de general romano era imponente. Altísimo, incluso sentado, de hombros anchos y...

Cinco años han pasado de aquel día del fuego en su corazón. Acontecieron muchas cosas: batallas, como la que ha venido a ganar en...

El hombre de vía Merulana terminaba despacio su cigarrillo contemplando, analítico, aquel espectáculo, pero esa mañana no se marchó, como siempre, sino que se...

—¡Adivinad quién soy esta vez, yo que he sido Helena, y Cleopatra, Circe, Casandra, una sibila interrogante, una bacante despiadada…! ¡Mi desgracia es sólo...

—Cierto, Horacio. Se equivocan quienes piensan que hemos servido al emperador Augusto o a Cayo Mecenas; es a ellas a quienes entregamos lo mejor...

Aix-en-Provence, 1720 Un crujido en el interior de la casa la expulsó de sus pensamientos y le cortó el llanto. Unas tablas, unos golpes,...

Víspera de la erupción del Vesubio A cambio te ofrezco mi vigor, mis brazos entrenados con dureza en la palestra, la cintura joven, preparada...