Firmas
Fueros de orate (Arresto domiciliario 54)
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—¿Qué le pasa a su hijo, señor? —intentó deslindarse el que cumplía el papel de “policía bueno” y empatizar de paso con mi padre-abogado,...
Endulzando el cataclismo (Arresto domiciliario 53)
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Llamémosla vestimenta aspiracional. Si voy a hacer de cuenta que este jodido encierro no me rompe los nervios ni me convierte en rara creatura,...
Confinado con un sable
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He limpiado esa pieza como hago periódicamente con otras de mi modesta colección: paño suave y una cera que protege el metal y el...
Edipo hipotecado (Arresto domiciliario 52)
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Se equivoca quien cree que hay en su agenda un día más importante, pues la sola sospecha de que así sea le acarreará la...
Memento Mori
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“Hay un viejo dicho, dijo, que afirma que un periodista extranjero que viaja a Oriente Medio y se queda allí una semana, luego vuelve...
Ovni mata Covid (Arresto domiciliario 51)
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Crees conocer a los que un día fueron tus amiguitos, hasta que los descubres persiguiendo platillos voladores. A su edad, para colmo. “¡Estás igualito!”,...
Un silencio como el de las fotografías
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Se hace un silencio como el de las fotografías. Ninguna de las dos, nos queremos dé a madres, pero con esto de la cuarentena...
Survival mode (Arresto domiciliario 50)
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–¡Ay de mí! –mófase mi correclusa, con afán pedagógico. Nunca es lo mismo trabajar en sandalias y bermudas que tener que envolverte en ropas...
You’ll never walk alone
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Gracias a él hoy me dedico profesionalmente a aporrear un teclado. Corría el año 2011 y el encuentro lo había organizado Diego Zarzosa, con...
Tercera Sombra. Villa en el cabo Miseno, 23 agosto del 79 d. C.
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Víspera de la erupción del Vesubio A cambio te ofrezco mi vigor, mis brazos entrenados con dureza en la palestra, la cintura joven, preparada...
Carreteras solitarias (y III)
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Foto: Asis Ayerbe Un viaje literario por los escenarios de un crimen Aparcamos en el parking de la playa, que estaba absolutamente vacío a...
Herederos en apuros (Arresto domiciliario 49)
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Mucho se habla de las incalculables pérdidas económicas que habrá de generar esta pandemia, si bien apenas se presta atención al enorme derroche de...
Pensar al aire libre
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Habrá que volver a filosofar sobre el caminar, sobre el paseo en sintonía con el pensamiento, sobre la naturaleza, sobre la lectura y sobre la...
Librerías contra la realidad
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Entre esta semana y la próxima, las librerías reanudan su actividad en España. Sé que rozo el romanticismo ingenuo al decir que no abre...
Canófilo y misantrópico (Arresto domiciliario 48)
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A nadie le cae mal un toque de humildad al empezar el día. Con un poco de práctica y un buen recogedor de mango...
Carreteras solitarias (II)
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Foto: Asis Ayerbe Un viaje literario por los escenarios de un crimen —Oye, Rosa, ¿no te parece que es ir un poco lejos?...
Party Girl (Arresto domiciliario 47)
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Hay quienes aprovechan estos tiempos para hacerse admirar por su buen corazón. “Cuídate de los buenos…”, decía mi abuela que recomienda Dios, y el...
El duelo que el presidente no podrá eludir
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Borges dictó esta anécdota cuando ya estaba ciego, y lo hizo bajo la táctica narrativa de un falso cuento autobiográfico. Es obvio que este...
El mar recuperado
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Es lógico que el del mar fuese el primer extrañamiento cuando a mediados del pasado marzo quedaron abolidos los puntos cardinales y se prohibió...
Lady Corona (Arresto domiciliario 46)
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–¡No pasa nada! —exclamó la señora Corona, al momento de parar la trompita para estampar un beso en la mejilla de mi correclusa. Intempestivamente...
El hombre al que mató el miedo
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Lo redescubrí más tarde, cuando José Ramón Zabala, un amigo al que debí importantes hallazgos literarios, me aconsejó Novela de ajedrez. Con ella, Zweig volvió a...
Carreteras solitarias (I)
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Foto: Asis Ayerbe Un viaje literario por los escenarios de un crimen Nada más llegar al pueblo, saltó la reserva del depósito del coche...
El convidado improbable (Arresto domiciliario 45)
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—Creo que vi un ratón en la cocina –arrugó la nariz mi correclusa, hace ya una semana, como rogando ser al tiro contradicha. —Algo...
El jolgorio siniestro (Arresto domiciliario 44)
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Los vecinos de atrás opinan diferente. Llevan dos noches celebrando unas fiestas en tal modo estruendosas y concurridas que no sería raro escucharlos llorar...