¿Quién se beneficia de una sociedad sin efectivo? ¿Es el fin del dinero físico el fin de la verdadera privacidad? ¿El monopolio de las criptomonedas está más cerca de lo que pensamos? El analista Brett Scott bucea bajo la superficie del sistema financiero global para mostrarnos cómo las altas finanzas y las grandes compañías tecnológicas se han aliado con el objetivo de remplazar el dinero físico por el dinero digital —supuestamente en pro de una escurridiza visión de progreso— y cómo ese proceso no es más que una guerra encubierta por nuestros bolsillos y, en última instancia, por nuestra libertad.
La revolución digital es probablemente la fuerza disruptiva más poderosa en juego dentro de la economía global actual. Una fuerza en principio liberalizadora —tal y como surge siempre toda nueva tecnología—, pero que al mismo tiempo requiere de ser conocida y domesticada ya que puede suponer también grandes amenazas.
Desde hace al menos veinte años el sector financiero y algunos gobiernos están en plena campaña coordinada para demonizar el dinero físico. La pandemia de la covid-19 ha hinchado esta retórica y las empresas financieras y tecnológicas han aprovechado la oportunidad para acelerar su guerra contra el dinero en efectivo. Cloudmoney es la historia de ese avance soterrado, la imparable digitalización de las finanzas con el objetivo de la centralización y el control del sistema financiero. Una guerra encubierta por el control no solo de nuestro dinero sino también de nuestros datos.
Brett Scott es agente de bolsa, antropólogo económico y activista financiero. Bajo cabeceras como The Guardian, New Scientist, The Huffington Post, Wired Magazine y CNN.com ha escrito extensamente sobre reformas financieras, finanzas digitales, monedas alternativas, tecnología blockchain y las consecuencias de una sociedad sin dinero físico. Además, en 2016 realizó el informe del Instituto de Investigación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social (UNRISD) sobre la tecnología blockchain y las criptomonedas.
Cloudmoney es su nueva obra, un riguroso acercamiento a las intrincadas consecuencias de la religión fintech que aporta una clara llamada de atención: la fusión de tecnología y dinero ha auspiciado el nacimiento de grandes oligopolios que están desarrollando una infraestructura de control financiero automatizado por la que miles de millones de personas caen atrapadas en sistemas interconectados.Unos sistemas que permiten unos niveles de vigilancia y extracción de datos antes inimaginables y que, en consecuencia, implican nuevas posibilidades de exclusión, manipulación y engaño social.
Cloudmoney permite, de forma accesible y sin grandes tecnicismos, una aproximación somera al complejísimo sistema monetario actual, basado en el dinero fiat y en donde los Bancos Centrales son los encargados de fijar la oferta monetaria. También es un análisis de los nuevos activos digitales —las criptodivisas— que intentan evitar esa centralización. No sin polémica, estas criptodivisas —con bitcoin a la cabeza—, han irrumpido con fuerza en los mercados con la promesa de liberar a particulares y empresas del monopolio de emisión estatal, pero también han sido acusadas de mero producto especulativo. Todo ello porque en realidad, como también expone Scott, el mundo del dinero digital está siendo fagocitado por las estructuras de poder tradicional. Desde grandes bancos como J.P. Morgan, intermediarios como Visa, o capos del mundo tecnológico como Elon Musk, han tomado fuertes posiciones al respecto en gran parte para que no haya nadie que se escape del sistema.
Cloudmoney no es por tanto una loa a los nuevos avances tecnológicos, pero está lejos también de ir en contra de ellos. Al contrario: su propósito es reequilibrar el sesgo del relato sobre las finanzas digitales que no habla más que de liberación, pero poniendo también en valor sus innegables ventajas. El objetivo es otorgar herramientas para que todos podamos participar en este debate, pues no en vano afecta a directamente a nuestros bolsillos y, en última instancia, a nuestra libertad.
Proverbios 28:20-28 PDT
«El que es fiel recibirá muchas bendiciones, pero el que tiene afán de enriquecerse no se librará del castigo… El egoísta sólo piensa en enriquecerse y no se da cuenta de que está muy cerca de arruinarse».
Viejas palabras y eterna sabiduría. Nuevas modernas versiones de vicios antiguos: lucro y codicia. Porque hay que tener siempre en cuenta: lo que unos ganan en demasía, otros lo pierden en demasía. No hay nada aséptico.