Cómo dar voz al silencio

Estamos en Barcelona, en 1923, y la radio está naciendo. Dos mujeres, ambas de la alta burguesía y con vínculos familiares, tienen que dejar sus rencillas de lado para evitar que los asesinatos sigan cebándose con su círculo más cercano. Todo con el telón de fondo de un sistema de comunicación, la radio, que irrumpe en la vida de los ciudadanos.

En este making of Xavi Barroso cuenta el origen de La voz del silencio (Grijalbo).

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La avenida de las ilusiones, Nunca serás inocente y la presente novela forman una trilogía temática que comparte algunos personajes, pero cuyos títulos pueden leerse independientemente y en el orden que se prefiera. Cuando terminé la segunda, un personaje de este universo acudió a mi mente: se llamaba Pilar Puig y solo la había mencionado una vez hasta el momento. «¿Por qué no me has prestado atención?», me preguntaba; por eso empecé a escucharla y descubrí a la hija de una familia burguesa ensombrecida por la mediocridad de sus hermanos varones, por el conservadurismo de su clase social y por su propio apellido, pero con un potencial y unas ganas de vivir que escondía bajo capas de amargura y frustración. Me reveló que su mejor amiga acababa de aparecer asesinada, y que estaba en pie de guerra con sus propios fantasmas, a los que necesitaba gritarles que era una mujer de diez. Quise, pues, dar voz a su silencio.

Algo parecido pasó con Mireia, una flapper libertina y abanderada del feminismo cuya reciente viudedad acaba lanzándola al mundo de los negocios barcelonés, un paradigma machista y clasista que tratará de vilipendiarla; o con Marta, una exprostituta vinculada involuntariamente al hampa cuyo pasado la persigue al tiempo que busca a sus hijas perdidas. Sus destinos se cruzaron en mi cabeza, y tejieron una historia de voces silenciadas que, juntas, llegan a ensordecer.

En paralelo, empecé a leer sobre los años veinte, y la propia década me reveló su trascendencia dentro de la historia de Barcelona. Cada dato me parecía más interesante que el anterior, y por eso decidí que esta novela histórica no se iba a centrar en un solo hecho troncal, sino en la descripción del sentimiento histórico de una época.

Investigué, descubrí, me enamoré del momento. La radio llegaba al panorama de los medios de comunicación como un susurro que acabó convirtiéndose en un estruendo cultural, y comprendí que una de las protagonistas debía ejercer la profesión de locutora para que me contara, de primera mano, aquellos maravillosos primeros años de las ondas. También se inauguraba el metro y una serie de prodigios que ponían a la ciudad en la vanguardia de Europa. El jazz convertía a la Ciudad Condal en la Nueva Orleans del Mediterráneo mientras Lorca estrenaba Mariana Pineda con Dalí como escenógrafo. Barcelona vibraba y crecía buscando su lugar en el mundo tal y como lo hacían los tres personajes.

Y descubierta la cara, también me sumergí en la cruz de los años veinte. Las mujeres empezaban a practicar deporte sufriendo una fuerte oposición social —de nuevo, una de ellas me descubrió su afición por el remo para que la novela pudiera transitar ese universo— al tiempo que la policía reprimía los mítines feministas y encarcelaba a las más inconformistas. El Directorio de Primo de Rivera, más represor y sanguinario de lo que muchos consideran, aplicaba la ley de fugas sin miramientos y reprimía los movimientos obreros, el catalanismo y cualquier forma de disidencia de una manera brutal y devastadora.

Terminé con una manida verdad: la realidad siempre supera la ficción, y los hechos históricos se sumaron a los ficticios y dotaron de otra dimensión a los personajes, que se convirtieron en las perfectas guías de sus vidas singulares e interesantes y de una época tan indescriptible, convulsa y en parte silenciada por momentos históricos posteriores que he necesitado 500 páginas para contarla. Así nació La voz del silencio y así espero que llegue a los lectores y a las lectoras.

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Autor: Xavi Barroso. Título: La voz del silencio. Editorial: Grijalbo. Venta: Todostuslibros.