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Como ser La Calòrica y triunfar en el intento

Como ser La Calòrica y triunfar en el intento

¿Es posible en estos tiempos de confrontación imaginar un teatro político que combine el éxito comercial con la sátira y el humor para hacer reflexionar a la platea? ¿Adaptar un clásico griego de Aristófanes como una burla del populismo y en el que el protagonista nos recuerda (y mucho) a algún político liberal de nuestros tiempos? ¿Hablar del cambio climático utilizando la metáfora de las tuberías atascadas llenas de excrementos de un edificio comunitario? Pues para La Calòrica, la compañía de teatro que ya goza de una numerosa legión de fans en Cataluña, la respuesta a todas estas preguntas es un rotundo sí. Mientras acaban de prorrogar la reposición de Fairfly en el renovado Espai Texas de Barcelona, están girando con cuatro espectáculos por el resto de España y sus producciones empiezan a ser reconocidas.

Como en su última obra Le congrès ne marche pas, en la que llevan a escena el Congreso de Viena (1814) y retratan las fiestas y los bailes que invadieron la ciudad durante varios meses, el grupo teatral lleva instalado estos últimos años en una euforia constante. En tanto que la crítica ha alabado sus creaciones desde hace años, el éxito en forma de taquilla se le había resistido hasta hace poco, pero todo apunta a que no les va a abandonar.

"Ya en sus inicios, en 2010 y con la mayor crisis financiera en décadas sobre la mesa y recortes drásticos en muchos presupuestos en el sector de la cultura, estos chavales recién salidos del Institut del Teatre deciden remar contracorriente"

Pero ¿cuáles son los motivos de este boom teatral? Por un lado, las temáticas que abordan en sus textos son de rabiosa actualidad, cuestiones relevantes pero tratadas con mucho humor. Sus obras hacen reír, pero al mismo tiempo reflexionan y ponen un espejo en el que reflejan algunas de las miserias de la sociedad contemporánea.

Para Roser Soler, productora de la compañía, “uno de los factores que está ayudando a que puedan compaginar funciones en los teatros públicos y privados es que disfrutan de una audiencia muy fiel y joven, y de esta manera ha bajado significativamente la media de edad en las salas donde actúan, aspecto de suma importancia para el sector en nuestros días”.

La Calòrica.

Ya en sus inicios, en 2010 y con la mayor crisis financiera en décadas sobre la mesa y recortes drásticos en muchos presupuestos en el sector de la cultura, estos chavales recién salidos del Institut del Teatre deciden remar contracorriente, convencidos que el teatro que tienen en mente puede encontrar un hueco destacado en la cartelera barcelonesa. El dramaturgo Joan Yago, el director Israel Solà, los actores Xavi Francés, Aitor Galisteo-Rocher, Esther López, Marc Rius y Júlia Truyol y el escenógrafo y diseñador de vestuario Albert Pascual iniciaron su andadura con un espectáculo que ya apuntaba sus líneas maestras: “Feísima enfermedad y muy triste muerte de la reina Isabel I”. Relatando las últimas horas en vida de Isabel la Católica (interpretada por Aitor Galisteo-Rocher) y con un tono de sorna omnipresente durante toda la función, la obra reflexiona sobre las ansias de poder, las relaciones familiares y la muerte.

"Gabriel Sevilla, doctor en Comunicación y crítico teatral, destaca dentro de la excelencia de todo el colectivo, el ingenio del dramaturgo Joan Yago"

Tras unos años en los que se hicieron un nombre en el circuito de salas independientes de Barcelona, fue con Fairfly (Premio Max a Mejor Espectáculo Revelación y Mejor Autor Revelación 2018), y especialmente con Els ocells (Temporada Alta, 2019), cuando consiguen alcanzar una popularidad relevante en el sector. A partir de aquí, los dos principales teatros públicos de Cataluña (el Teatre Lliure y el TNC) entran en escena y les coproducen sus próximos espectáculos, dotándoles de unos recursos que hasta ese momento no habían podido disfrutar y dándoles una visibilidad que les catapulta a un nivel superior.

Gabriel Sevilla, doctor en Comunicación y crítico teatral, destaca dentro de la excelencia de todo el colectivo, el ingenio del dramaturgo Joan Yago. “Es capaz de imaginar comedias con mucho sentido del humor hablando de temas trascendentales y sin sermonear al público. Combina situaciones generales, muy universales, como el neoliberalismo o el cambio climático, con aspectos mucho más particulares de la sociedad catalana o española”.

Fairfly.

Otro de los puntos a destacar es su capacidad para atraer e integrar en sus obras a actores y actrices externos a La Calòrica. Algunos de los ejemplos son: Mónica López (ganadora del Max a Mejor Actriz por su colaboración con la compañía en De què parlem mentre no parlem d’aquesta merda), Roser Batalla o Vanessa Segura. Adicionalmente, los miembros de La Calòrica también actúan en funciones fuera del colectivo, impregnándose de maneras de trabajar distintas y enriqueciendo tanto su propio talento, como el de sus proyectos. Soler opina que este equilibrio entre planes internos y externos no se tambalea “debido a la búsqueda constante del consenso: hay muchas reuniones internas en las que fluye la información y consultas para debatir las posibles actuaciones fuera del grupo. Por un lado, esto genera una estabilidad importante dentro del grupo, pero también que los avances a veces sean más lentos de lo esperado”.

"Apunten en sus agendas y compren entradas si no quieren perderse uno de los fenómenos teatrales de los últimos tiempos. Quedan avisados"

Para Sevilla, su última obra, Le congrès ne marche pas, coproducida por el Teatre Lliure y el Centro Dramático Nacional, “es el texto más político en su trayectoria y el espectáculo con el que más riesgo han asumido hasta ahora”. A pesar de que para él “el resultado final no es tan acertado como en otras ocasiones, en parte por las expectativas generadas, hay que reconocerles la valentía para intentar no repetir fórmulas del pasado”. Un ejemplo de ello es la apuesta por realizar gran parte de la función en francés (el idioma que dominaba en las conversaciones del Congreso de Viena) y en inglés.

A la espera de la confirmación de fechas para la próxima temporada en el Centro Dramático Nacional en Madrid, antes del verano se les podrá ver fuera de Cataluña en Las Palmas de Gran Canaria con Las aves y en Ciutadella de Menorca y Vitoria-Gasteiz con Feísima enfermedad y muy triste muerte de la reina Isabel I. Apunten en sus agendas y compren entradas si no quieren perderse uno de los fenómenos teatrales de los últimos tiempos. Quedan avisados.

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Dèlia Almirall
Dèlia Almirall
6 meses hace

Gracias Xavi por tu artículo. He visto sólo una obra de «la Calórica» pero sin duda ha sido una de las mejores representaciones en años. Lo bueno de ir bien recomendado al teatro, gracias a un experto como tu!