Se terminan las vacaciones para muchos. Aquellos con la suerte de haberlas disfrutado y, entre ellos, aquellos que han podido visitar lugares lejanos ya tienen en sus manos las fotografías, los recuerdos y las anécdotas que los demás van a sufrir hasta que se pueda contraatacar con las vicisitudes, vídeos y aventuras de otro viaje parecido. Pero… ¿y si todo lo que se ha vivido no ha sido exactamente real?
La autora plantea estas cuestiones siguiendo la vida de Yona Ko, una programadora de viajes de una empresa especializada en visitar lugares que han sido azotados por desastres naturales. Porque el morbo vende. Cuando Yona cae en desgracia en el trabajo, es invitada a visitar, disfrazada de turista, uno de los programas con menos éxito por si hay posibilidad de sacarle más rendimiento económico. Y su viaje supondrá un descenso a lo más bajo de la ambición humana para ver hasta dónde se puede llegar para conservar un empleo, un estatus social y un éxito laboral, aunque a cambio se venda el alma al capitalismo más despiadado. La solución está en exagerar el dolor, porque lo que siempre triunfa es verse rodeado del sufrimiento de los demás.
Yun Ko-eun pone al lector frente a un espejo en el que lamentablemente es fácil identificarse. El turismo hace que la población visitada cambie, finja, magnifique sus estereotipos, porque eso es lo que se ha venido a ver. Es lo que se enseña a los amigos en ese intercambio de experiencias postvacacionales en el que se compite por ver no quién lo ha pasado mejor, sino demostrar quién las ha vivido con un exotismo más intenso. Las tan buscadas fotografías con niños pobres, la inmundicia, esas caras compungidas con las que se repite, con gran sentimiento, que la felicidad no está en las cosas materiales mientras se atesoran los recuerdos en souvenirs lujosos o en el interior de dispositivos electrónicos de última generación.
La escritora coreana aprovecha también para cargar contra las grandes empresas que van a la búsqueda de monetizar cualquier cosa a cualquier precio. No existen personas, sino números. Cada acto conlleva una posible ganancia y la humanidad o la ética se quedan fuera de la ecuación porque no son rentables.
La premisa de que todo lo que hemos vivido y nos ha marcado tan profundamente haya sido una mentira es fascinante y la autora nos hace entrar en una situación esperpéntica de una forma sutil e imparable, conduciendo al lector a acompañar a la protagonista hasta el final. Si bien es cierto que no hay tanto bisturí incisivo ni mirada vitriólica como se anuncia en la contraportada y que, tal vez, el final sea muy apresurado, la novela termina por incomodar al lector, lo cual, al fin y al cabo, era el objetivo de la obra.
En resumen, una entretenida novela corta, muy adecuada para la vuelta de las vacaciones, que hará a más de uno plantearse si aquello que ha vivido tan intensamente y le ha hecho sentirse único no ha sido más que una inteligente maniobra de marketing servida por buenos publicistas.
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Autora: Yun Ko-eun. Título: La turista. Traductora: Sunme Yoon. Editorial: Reservoir Books. Venta: Todos tus libros.
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