Encontrar palabras para un mundo nuevo era el verdadero reto literario para Virginia Woolf. Su mundo estaba cambiando, ella misma era una de las protagonistas de ese cambio y era necesario nombrar de otra manera, hablar desde ese “otro punto de vista” que todavía no era fácil reconocer.
Nosotros también nos encontramos en un momento de cambio, que además juega de manera un poco infantil al cambio sí, cambio no, cambio sí, cambio no. No somos capaces de ver con exactitud cuáles son nuestros problemas para encontrar soluciones que nos satisfagan. Por eso la literatura puede jugar un papel fundamental mostrándonos los puntos ciegos de nuestra sociedad. Tenemos que encontrar nuevas palabras otra vez, pero nos encontramos con que la literatura de alguna manera está secuestrada por ese sistema que se resiste a cambiar.
Cuando Virginia Woolf hablaba en la radio dirigiéndose a todos los ingleses para dar su opinión sobre el mundo, para contar como noticia imprescindible que la literatura se encontraba en un momento difícil porque tenía que encontrar nuevas palabras, James Joyce no solo creaba un mundo de palabras nuevas, sino una nueva sintaxis, una nueva vivencia del tiempo que pocos podían entender. Sin ninguna duda, la literatura tenía un espacio para desarrollarse en ese momento: se editaban textos escritos con recursos narrativos recién inventados y se hablaba de ello.
Si comparamos esta situación con nuestro presente, veremos que mientras la política va tomando un espacio cada vez más amplio en la sociedad, la literatura queda relegada a un papel de evasión o entretenimiento. Si hay una crisis literaria, una falta de textos escritos desde un punto de vista nuevo es porque no se deja espacio para esa escritura.
Desde ahí, desde la necesidad de crear un espacio que devuelva la literatura a su lugar, creamos De Conatus. Además de buscar textos que iluminan el momento actual, pretendemos unir a editores, lectores, libreros, blogueros, creadores de clubs de lectura, profesores, críticos literarios, en general, a todos los actores que mantienen viva la literatura.
Pensar en los lectores es el punto de partida más racional de una editorial. En nuestro caso, pensamos en los lectores ávidos, aquellos que leen porque quieren vivir experiencias que no pueden tener en su vida cotidiana, pero también en aquellos que todavía no conocen la literatura como una experiencia vinculante.
En De Conatus creemos que una experiencia literaria siempre conecta con quiénes somos, con ese margen de identidad que sobrevive al papel social que nos toca representar.
Al conectar con lo más íntimo, la lectura crea una experiencia auténtica, independientemente de que la playa, la ciudad o el colegio en el que nos encontremos leyendo sea real o no. Lo que es real precisamente es poder ver el mundo que nos rodea en perspectiva. Ese mundo fragmentado que vivimos en nuestra vida cotidiana de repente toma sentido porque el texto nos coloca a unos metros de altura.
Los personajes no se ven a sí mismos mientras actúan, como nosotros no nos vemos a nosotros mismos mientras vivimos, pero el lector tiene el poder de verlos: de ver su interior, su relación con los otros, sus miedos, sus deseos, en el fondo, los resortes de su forma de actuar.
Esa visión del mundo que nos rodea en perspectiva es única, y por eso hemos pensado en una colección de narrativa actual que nos cuente el presente, que nos muestre el contexto en el que vivimos y no entendemos.
Joshua Cohen, nuestro primer autor, de gran éxito en Estados Unidos, ha querido entrar, a través de nuestra editorial, en la edición en español, pensando que nuestro foco coincide con el suyo: crear una conversación literaria sobre lo que nos pasa. Por eso, esta colección se llama «¿Qué nos contamos hoy?»
Pero en De Conatus también hemos pensado en la necesidad del lector de ir más allá de una lectura convencional. Por eso ofrecemos herramientas de lectura creativa, aumentamos la capacidad de preguntar al texto, de reconocer los múltiples significados que un buen autor ha sabido ver y transmitir. Así nació la colección de Cuadernos de lectura creativa, desde un planteamiento muy fácil: ofrecer clásicos con una cuidadísima traducción y una propuesta de lectura creativa para ir generando el mecanismo de preguntar al texto y reconocer los recursos narrativos de los mejores autores de la Historia de la Literatura. De esta forma, crear un buen club de lectura resulta casi necesario, compartir nuestra visión con otros.
Y aquí es donde entra nuestra web no solo como un escaparate de libros, sino como una continuación de la lectura. Ofrecemos miradas sobre el texto de gente especializada en temas que aparecen en él; material de lectura creativa para entender los recursos narrativos que ha utilizado el autor; proponemos preguntas que puedan generar un buen debate para crear un club de lectura, una guía de profesores para idear una buena clase de lectura creativa y un blog sobre cuestiones literarias.
En realidad, pensamos no solo en publicar libros sino en crear un espacio donde los libros se puedan mover; los libros y los lectores.
Ese espacio no lo podemos crear solas. Esperemos que se nos unan aquellos que quieran devolver a la literatura a su lugar: el de buscar palabras nuevas y crear experiencias vinculantes.
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