Concurso de poesía #versosenInstagram: 10 finalistas

A continuación ofrecemos los 10 poemas que optan a los premios. En este enlace puedes consultar las bases del premio. Gracias a todos por participar.

1

Benjamín Eduardo Martínez Hernández

A otro

Soy un párpado
me dejo arrastrar
cubriendo
el centro de una luz

arriba
en lo alto
el día descansa
yo me quedo abajo
unido
a otro

aléjate
le digo
ahora he de subir
alguien más espera

él no es obediente
con sus pestañas
llenas de plegaria
me agarra fuerte
y yo empiezo a ver
todo por dentro

una luz
herida
en lo profundo
abre la huella de mi córnea
y salgo al presente
para que él pueda ser

un cuerpo es un párpado
blando y ligero

de él nos desprendemos
como un árbol
que cae
sobre la acera del día.

2

Fabrizio Tatiana

Rota y descosida

No confíes tanto
en la sumisión del roto
está parado sobre sus ruinas
no es un dócil cordero tuyo
el trajín le turba lo posible

aprendió a respirar
sin los pulmones
ese es tu terror —su herencia—

también era el volcán
una sumisa quietud
adentro

3

Juan Andrés Pastor Almendros

Nieve

Ha nevado:
la vida parecía un milagro.
Detrás de cada copo y del polvo del tiempo
devaneaban las nuevas despedidas.

Hoy vi en la sombra azulada de la nieve,
la duda y su paciencia.

La mañana desnudada de novia,
a mi lado un invierno pausado
en el mapa del encuentro.

En el agua y el río los espejos sin música
guardaron tus secretos.
Olía a fruta limpia, a limón recién rallado,
a palabras guardadas, a secretas sonrisas.
Cómo siempre que nieva, el silencio
de la vida anunciaba que nada sucedía.
Y otra vez fue mentira aquello de la ausencia.

4

María Jesús Galindo Bollaín

Noviembre

noviembre a la mitad
el sol en la luz blanquecina
el roce en las grietas de las manos
la ausencia de ese ángel
la rama en la garganta
el viaje a punto de quebrar
el tiempo compartido
afuera ya hace frío
es absurda esta espera que no está
como quien sabe que diciembre
es el mes del final.
El tiempo es lo de menos
noviembre a la mitad.

5

Yhonais Lemus

Sustancia silvestre

es salvaje la realidad material de los puentes
por oposición a lo que debe ser cultivado
guardan movimientos feroces
que surgen de sus vértebras

nada artificial los conecta
sin embargo

cuando comprendes
y sueltas el deseo

puedes intentar afinar su sustancia silvestre
cultivar y reforzar sus cualidades armónicas
potenciar su fina ingeniería mística

entonces no hay propósito obvio
ni significado que lo aprese
no hay verdad ni sentido unívoco

pura intuición te ocupa

transitas el símbolo axial
que se revela desde arriba y desde abajo
la cruz te entrega su esquirla

y el vacío que yace en la verdad material
es decir, la oquedad en los átomos
purifica todo blanquea
florece la trasparencia

6

Nadia Sol Caramella

Amigas

esta tarde mi jardín
es una isla de sirenas
ellas cantan a orillas
de la pileta de lona
más allá
las gaviotas
se pierden en el horizonte
podría abrazarme a mis nuevas amigas
o aferrarme al mástil
de un barco fantasma
y hundirme
pero en su lugar
nos sometemos al encanto del mar
mientras el barco
se aleja

7

Rosalinda Mariño Rodríguez

Maestro

De ti solo quiero la verdad,
lo puro, lo justo, lo cierto.
Señala mi falta,
hazme ver
—con dulzura—
el error.
Para el resto
está el universo.

8

Ismael León Almeida

Al triste, al esquinado

¿Qué luto cantas
con ese lento musitar
de absurdo mendicante?
¿Qué brusca ceremonia es esa,
postergado?
Falsos cardos te acarician la piel,
¿no es eso?
Un poco de utilería
para el sufrimiento.
Podrían intentar otro día de sol,
erguido erguida la osamenta:
hay fragancias y eso
que ves es una abeja:
síguela.
Deja a tu epidermis convocar
sudores vigorosos.
No todo es pétalo:
También la cuesta
de crudos minerales
alienta otra belleza.
Sube y gánate
el paisaje,
te respetarán las auras
que saben del vuelo
mejor que las palomas.
¿Qué luto cantas?
¿Qué homenajes pretendes?

9

Mónica Picorel

La hora no debida

Afuera el hielo unifica todas las cosas:
el sonido de esta luz
este himno curtido con flores salvajes
nuestra existencia sin nosotros
los dioses en el patio de ponerse a salvo.
Solo aquí permanece el caballo de párpado lento
su pupila abre la casa del sueño
el cuerpo en la hora no debida
bello animal
enroscado en el espinazo
de esta mañana perpetua.

10

Marina Núñez Monterroso

Abrigo

Me has arrastrado hasta el fondo de tu invocación
y oigo en tu voz mi nombre.
Suena como pájaros dentro de una cueva sin final.
Como la caída de la moneda en un pozo aguado.
Mis letras en tus cuerdas suenan a suerte.
A abrigo del frío.
A casa y cobijo.