Inicio > Firmas > Escrito en la Argentina > Consejos desatendidos y un giro que lo cambia todo

Consejos desatendidos y un giro que lo cambia todo

Consejos desatendidos y un giro que lo cambia todo

“Un león no se da vuelta cuando un perro ladra”, dice un proverbio africano. No pierde el tiempo ni la paciencia el rey de la selva por las advertencias guturales de los mamíferos menores. Si lo hiciera, claro está, sospecharía la jungla entera de que la autosuficiencia natural de su monarca es fingida y que, por lo tanto, no es tan fuerte ni está tan seguro como parece. En vez de ignorar en público las objeciones y sugerencias que le enviaban —con respeto y buena fe— los principales economistas profesionales de este país, Javier Milei no guardaba silencio reflexivo ni prodigaba indiferencia, sino que se revolvía contra ellos y les tiraba tarascones, o les lanzaba feroces rugidos injuriantes. Todos eran “econochantas” e iban a convertirse fatalmente en “mandriles”; es decir, monos sodomizados por el León y por “el mejor ministro de economía de la historia”. Debimos sospechar que esa naturalizada grosería presidencial revelaba de por sí un gran complejo y también que era más predictiva que cualquier resultado aritmético de coyuntura. Los humillados le elogiaban su faena fiscal, pero le decían que su programa de estabilización sólo se concentraba en la baja de inflación y descuidaba otras variables de la macroeconomía. Que el esquema había funcionado bien hasta junio pero que el atraso cambiario se convertiría en un problema y que se profundizaría cuando se desinflaran los salvavidas del blanqueo. Luego de haber apostado todo a una dolarización, y haber jurado en campaña que ya contaba con el dinero para efectivizarla, el libertario eligió a los apurones este régimen cambiario ingenioso pero insostenible, que no terminó con la inflación, sino que la puso en stand by. La baja inflacionaria —al igual que pasa con la lucha contra el alcoholismo— nunca puede cacarearse como si fuera un logro acabado, y mucho menos si depende de la intervención oficial en el precio más importante de la economía: el dólar. El dios mercado comenzó a desconfiar, las reservas gotearon a velocidad de vértigo, se declaró de hecho una suerte de crisis y se tuvo que apurar un nuevo pacto con el Fondo para que éste aprobara un blindaje urgente, que es una derrota vestida de victoria. Y que evidencia el defecto del mecanismo original, y no sus virtudes. Que las tiene, pero son otras. Si Donald Trump no fuera el ídolo ideológico de Milei, éste podría echarle la culpa de todo y esconder sus errores bajo la alfombra de la esperpéntica alza de aranceles ordenadas por Washington. Pero es justo Trump quien más intenta salvarlo de sus yerros, presionando al board del FMI y enviando mañana a Buenos Aires al mismísimo secretario del Tesoro, así que la argucia antimperialista no funciona para el “favorito”, hay que tragarse el sapo y crear una narrativa convincente y nunca autoincriminatoria. Todo marcha acorde al plan, como reza Santiago Caputo, y ni la más leve autocrítica, camaradas: retroceder nunca, pedir disculpas jamás.

"La puesta en escena de esta nueva deuda externa adquirida y abultada fue depurada y astuta; el ministro se refugió bajo el paraguas de que ahora ingresaban en una nueva fase"

Lo curioso es que muchos “econochantas” le prenden sinceramente una vela a Milei, aunque el León quiere usar esa misma vela para incendiarles el rancho, porque no aguanta el más suave de los ladridos: anteayer por cadena nacional los acusó a ellos y a los políticos del rebrote inflacionario de marzo. Una explicación que insulta, pero a la inteligencia. Dicho todo esto: quiera el destino, o la geopolítica o las verdaderas fuerzas del cielo que el blindaje proteja, que la reconfiguración del modelo funcione y que los tiburones financieros se apiaden de nosotros. Porque de lo contrario la Argentina atravesará la zozobra de una tempestad en déjà vu.

La puesta en escena de esta nueva deuda externa adquirida y abultada fue depurada y astuta; el ministro se refugió bajo el paraguas de que ahora ingresaban en una “nueva fase”, gran truco retórico de los libertarios para dinamitar un régimen deficiente luego de haberlo defendido como un dogma cerrado y religioso mientras atacaban, a su vez, a quienes se atrevían a cuestionarlo. Los hombres del Presidente escondieron el viernes todas sus impericias; recurren al “prestamista de última instancia” porque el plan crujía y porque se hacía urgente resetearlo por completo. También relativizaron como al pasar el escalofrío del mes: una inflación del 3,7% que dejó un sembradío de dudas; minimizar ese rebrote con frialdad técnica demostró poca empatía por parte de Luis Caputo y Santiago Bausili para con la ciudadanía de a pie que la sufre en carne y hueso. Dicen algunos especialistas que este nuevo diseño cambiario será posiblemente inflacionario en el corto plazo y también algo recesivo. Ojalá que esos pronósticos precoces estén equivocados, aunque es probable que la salida del cepo traiga costos sociales inevitables. De cómo se desarrollen esos costos y se sostengan en el tiempo depende también si el “milagro Milei” llega entero o desflecado a su momentum: las urnas de octubre, la fecha bisagra de su gestión y de su gobernabilidad.

"El poder de fuego con que contará a partir de ahora el Gobierno parece una gran conquista del deudor, salvo para los amantes de la letra chica"

El levantamiento del cepo, el fin del dólar blend y de la tablita, y la flotación entre dos bandas eran consejos razonables que algunos “mandriles” hicieron puntualmente y a su tiempo, y por los cuales muchas veces les cayeron con dureza funcionarios y guerrilleros digitales de la Casa Rosada. El poder de fuego con que contará a partir de ahora el Gobierno parece una gran conquista del deudor, salvo para los amantes de la letra chica, que hacen cálculos de las obligaciones anuales y la cifra neta obtenida les parece menor incluso a lo que el Banco Central perdió en cinco meses de hemorragia. Pero se estima, en principio, que habrá pulseadas ganadas, que las correcciones atraerán los dólares que estaban congelados por incertidumbre (el campo), y que todo podría calmarse si los mercados confían, cosa que a esta hora nadie sabe con certeza. No seamos crédulos, pero sí positivos: el capitán que eligieron los argentinos ha demostrado tener suerte a la manera en que Maquiavelo y Bonaparte la concebían; acaba de detonar parte del invento que él había ideado y se abre la chance de que atraviese el tifón y nos lleve a aguas calmas y seguras. Deberemos vigilarlo sin ingenuidades, puesto que se ha acostumbrado demasiado rápido a endosarles sus culpas a otros y a editar con falacias la realidad. Como hay que rezar por ellos, elijamos un proverbio bíblico: “Los ingenuos heredarán necedad, pero los prudentes se coronarán de sabiduría”.

———————

*Artículo publicado en el diario La Nación de Buenos Aires

4.9/5 (29 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

4 Comentarios
Antiguos
Recientes Más votados
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios
Javier
Javier
14 ddís hace

Algunos, no sé; Milei, aquí en España, Rallo; están que pierden el traserillo por encontrar explicaciónes a la deriva proteccionista de Donald Trump.
La diferencia entre Milei y Trump es sustancialmente esta: Milei está a las órdenes del capital extranjero, y Trump esta a las órdenes del propio, que a la vez es el mismo que le está untando sálvese la parte a Milei.
No es lo mismo que te sodomice un propio que un extraño. La diferencia entre el plan Krichner y el plan Milei, básicamente es un tema de vaselina.

Sergio David Ponce
Sergio David Ponce
12 ddís hace
Responder a  Javier

Esta lógica es muy buena descriptora de la imaginación pervertida. Pero al 14% porciento del 52 de argentinos que salieron de la pobreza, no les cierra el silogismo. A mi tampoco. Vamos a esperar un poco, total para constatar hay tiempo. Crecer casi al 6% después de una cuasi hiper, no es moco de pavo. Pero no podemos cantar victoria por tan poco. Vamos a ver en un año mas, quizá dos para confirmar que la alegría no es solo brasilera.

Sergio David Ponce
Sergio David Ponce
12 ddís hace

He aprendido con JFD que el periodismo esta profundamente ligado a la literatura. En algunos casos puede llegar a ser indistinguible. Lo cual plantea un panorama aterrador, confundir la ciencia con la creencia, u otras arrogancias aún mucho mas abrumadoras. En este caso ya no creemos que el espíritu de la flecha no la impulsa por el aire, pero creo que JFD si.

Claudio
Claudio
11 ddís hace

Mil veces a lo largo de mi vida, escuche las fórmulas que tiene por ciertas quien ocupa el sillón de Rivadavia. Venir desde afuera cual outsider, pateando y gritando, fue el preludio del humo que algunos divisamos. Este ignorante es un número puesto… un caballo de comisario de quienes nunca soltaron las fortunas de este lado del mundo. Quien puso al leoncito en la casa rajada sabe que nos sigue dominando… somos un pueblo débil interesado en que plataforma vemos, mientras a metros de las casas hay abuelos revolviendo basura. La ARGENTINA que conocí hace 50 años no es ni la sombra de este cuartel de estúpidos entre los que me encuentro. Milei es un resultado del sistemático plan de quienes no nos quisieron ver nunca libres. Seguiremos siendo hijos guachos de padres que no hablan la lengua castellana… digan de mi conspiranoico, digan lo que quieran… pero todo pueblo que no valora sus pocas fortalezas o se olvida de su pasado o de su futuro, está condenado a muerte. Ojo… no soy de uno u otro lado… soy un convencido de que la clase política de cabotaje nos destruyo de todos los wines…

  • Basta con estar

    /
    abril 29, 2025
    /

    Las calles que se esconden La memoria de un cronista Empiezo a leer Acercamientos naturales, el libro en el que José Luis Argüelles recupera una amplia selección de las crónicas culturales que ha venido escribiendo en las dos últimas décadas y que acaba de publicar Impronta, en el tren que me trae de vuelta a Madrid, y se va amenizando el viaje con la revisión de textos que ya había leído en su momento y el descubrimiento de otros que o bien fueron escritos en estos últimos años o bien se me habían pasado cuando vieron la luz. Decir que…

    Leer más

  • Zenda recomienda: El umbral, de Alexander Batthyány

    /
    abril 29, 2025
    /

    La propia editorial apunta, a propósito del libro: “Nuestras abuelas nunca oyeron hablar de la «lucidez terminal», aunque sabían bien de lo que hablaban. Iban a visitar a un moribundo y mientras estaban en la casa callaban, pero ya fuera comentaban entre ellas: «Hoy le he visto muy animado, y volvía a acordarse de todo, ay, no creo que pase de mañana…». Y así era. La lucidez terminal es un fenómeno relativamente frecuente que la ciencia ortodoxa ignora y que aun así forma parte de nuestra experiencia ancestral y del día a día de enfermeras y cuidadores. Según todos ellos,…

    Leer más

  • Casablanca o el cine como testimonio, por Francisco Ayala

    /
    abril 29, 2025
    /

    El novelista y ensayista granadino llevó con frecuencia sus reflexiones a la prensa. En este caso, desde el exilio en Latinoamérica, escribe un artículo sobre los valores políticos de la película Casablanca, hoy convertida en clásico, pero que en aquel momento sólo hacía un año que se había estrenado. Sección coordinada por Juan Carlos Laviana. ****** Pero a quien le interese no tanto juzgar de la eficacia de la propaganda como de la calidad de los testimonios que suministra —prescindamos aquí de todo juicio estético, no susceptible de generalizaciones ni, por lo tanto, aplicable en bloque a una multitud de obras…

    Leer más

  • La autoficción engaña

    /
    abril 29, 2025
    /

    La creación literaria siempre bebe de lo vivido. La poesía es un buen ejemplo de ello. Pero el asunto es que cuando uno se imbrica en la narración, se puede entremezclar lo autobiográfico. Para que la autoficción funcione, las dosis combinadas de lo vivido y lo autobiográfico deben estar bien compensadas. En buena medida, debe respirar algo poético, siempre y cuando consideremos que la memoria es poesía. Marina Saura se vale de viejas fotografías para poner en marcha los resortes de la memoria, con lo que este libro se centra en diversos momentos no hilados, salvo por la voz que…

    Leer más