“No he querido saber, pero he sabido que una de las niñas, cuando ya no era niña y no hacía mucho que había regresado de su viaje de bodas, entró en el cuarto de baño, se puso frente al espejo, se abrió la blusa, se quitó el sostén y se buscó el corazón con la punta de la pistola de su propio padre». Este es el arranque de Corazón tan blanco, la novela que Javier Marías (Madrid, 1951) publicó en 1992 y que cuatro años después se convertiría en el fenómeno editorial más importante hasta la fecha, con 2.300.000 ejemplares vendidos en todo el mundo.
“De ser publicado hoy, Corazón tan blanco probablemente no habría alcanzado la proyección y las ventas de hace 25 años”, confiesa el autor. Hoy, Marías es un escritor imprescindible y un articulista cuya sección, que titula “La zona fantasma”, se publica en la última página de El País Semanal y también se cuelga en Zenda.
Es traductor de Ashbery, Conrad, Hardy, de poemas de Faulkner y de Nabokov, entre otros grandes de la literatura anglosajona, y de La vida y las opiniones del caballero Tristram Shandy. Los sermones de Mr. Yorick, de Laurence Sterne (Premio Nacional de Traducción 1979), del que una vez dijera: “Es, a un mismo tiempo, la novela clásica más cercana al Quijote. No creo haber aprendido más sobre el arte de la novela que durante su traducción. Sin duda, mi mejor obra”.
A pesar de su proyección internacional, Javier Marías sigue siendo hoy un escritor que en una conversación ante periodistas, como fue la celebrada el martes con motivo de la llegada a las librerías de la edición conmemorativa de Corazón tan blanco (Alfaguara) se muestra igual que siempre, es decir, como un conversador amable y sonriente que mantiene en todo momento en su discurso un tono de confianza con su interlocutor Tal vez las motivaciones para escribir no sean exactamente las mismas que cuando empezó (su primera novela, Los dominios del lobo la publicó con 19 años), pero sigue escribiendo porque le divierte: “La ficción es un descanso y una pausa de la realidad”, confiesa.
Premio Literario Internacional IMPAC de Dublín, premio Rómulo Gallegos, premio Giuseppe Tomasi di Lampedusa, académico de la Real, antes del éxito editorial de 1992 impartía clases en la UCM, universidad en la que se licenció en Filosofía y Letras, con un sueldo ridículo de profesor asociado. A mediados de los años 80 había sido también profesor de Literatura Española y Teoría de la Traducción en la Universidad de Oxford.
Javier Marías fue desde su primera incursión en el ámbito editorial un autor que gozó de la consideración de la crítica y del respeto de los lectores. Mantuvo siempre una actitud escrupulosa con los premios otorgados en España: «He querido mantener la independencia y no participar en las polémicas que acarrean tanto las invitaciones (Instituto Cervantes, Ministerio de Cultura, etc.) como los premios”, manifestó en una comparecencia ante los medios de comunicación con motivo de su rechazo del premio Nacional de Narrativa que el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes le había concedido por la novela Los enamoramientos (Alfaguara, 2011).
“Hay un antes y un después de que Corazón tan blanco fuera descubierto en Alemania”, dijo. Efectivamente, el periodista alemán Paul Ingendaay fue el primero en escribir la crítica de la novela en el Frankfurter Allgemeine Zeitung, el 2 de abril de 1996, y el responsable de encender la mecha, que el gran gurú de la crítica alemana de entonces, Marcel Reich-Ranicki, hizo que se expandiera, cuando en su programa de libros en la televisión alemana, “El cuarteto literario”, emitido el 13 de junio del mismo año, dijo, entre otras frases memorables, lo siguiente: “Creo realmente que esta es una de las novelas más importantes que he leído en los últimos años”; “Si tuviera que nombrar a un escritor, uno contemporáneo al que pudiera recordarme aproximadamente en lo que a nivel y talla se refiere, entonces quizá diría Gabriel García Márquez; es otro escritor de esa calidad”; “Creo que esta es una novela que en la literatura europea contemporánea, en este momento, no tiene comparación”. Reich-Ranicki mantenía esta charla con sus colaboradores habituales, Sigrid Löffler y Hellmuth Karasek, que aportaban sus opiniones vehementemente favorables, al igual que el invitado de aquella noche memorable, Hajo Steinert.
Un antes y un después, decía Marías, porque desde aquel momento las ventas de la novela comenzaron a dispararse de forma exponencial llegando a alcanzar el número uno en las listas de los más vendidos en Alemania. El mayor bestseller español en el mundo, 25 años más tarde ha vendido 2.300.000 ejemplares y se ha traducido a 37 idiomas con presencia en 44 países.
La editorial Alfaguara publica ahora la edición conmemorativa del 25º aniversario de Corazón tan blanco con una caja en la que incluye otro volumen titulado No he querido saber, un documento exhaustivo con la historia de este libro, desde el descubrimiento en Alemania, pasando por la crítica en España, la acogida en el mundo anglosajón, entrevistas con el autor, y textos de Elide Pitarello y Jonathan Coe, más una carta que permanecía inédita de Juan Benet que no tiene desperdicio, hasta fotografías de algunas ediciones de la novela, y una recopilación de textos escritos por el propio Marías en diarios y revistas, desde 1992 hasta 2014.
Eran otros ámbitos para la literatura de calidad, como ha sido el fenómeno de esta séptima novela de Javier Marías, una obra “intelectual” que publicó con cuarenta años y que hoy, como ha dicho él, no sería lo mismo, “porque el lector es más impaciente; solo hay que buscar en las listas de los más vendidos de aquellos años y veríamos libros de gran calidad: Eco, Kundera…”.
Javier Marías es nada menos que todo un gentleman, que habla con modestia y en voz baja de su literatura, “creo que antes escribía mejor”, dice sonriendo. Para dar la voz de alarma sobre ciertos desmanes sociales, políticos o sobre incoherencias lingüísticas, está su zona fantasma de El País, “que no sé si sirve para algo”, confiesa, y parece resignado al decirlo. Sirve, y mucho, porque la algarabía de las redes sociales es la versión contrapuesta: “Internet ha dado alas a todas las opiniones y a la imbecilidad organizada, y eso es más difícil de combatir que la individual”.
Marías dice ser un escritor que nunca sabe adónde le conducirá la historia en la que se ha metido y que irá averiguando a medida que escribe, como le ha ocurrido también con Corazón tan blanco, una novela de una gran modernidad que el tiempo ha convertido en un clásico contemporáneo, con varios niveles de lectura y que trata de muchos de los recovecos con que está hecha la vida: el secreto, la persuasión, la sospecha, la convivencia en pareja…: “El matrimonio es una institución narrativa”. Hagámosle caso, pues, a Javier Marías cuando escribe al final del prólogo a esta edición: “… y que sean otros quienes relean o lean esta novela tan antigua. Si les place”.
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Autor: Javier Marías. Título: Corazón tan blanco. Editorial: Alfaguara. Venta: Amazon, Fnac y Casa del libro
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