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Cripsis, de Germán Carrasco

Cripsis, de Germán Carrasco

Germán Carrasco es un poeta nacido en Santiago, Chile, en 1971. Es autor, entre otros, de libros de poesía como La insidia del sol sobre las cosas (1998), Calas (2001), Ruda (2010), Mantra de remos (2016), Metraje Encontrado (Hueders, 2018) y Pumas en la alameda (Libros Tadeys, 2020). En 2016, Lumen publicó Imagen y semejanza, antología de su obra poética. También ha publicado libros como A mano alzada (2013), que recoge las crónicas publicadas en The Clinic (Editorial Cuarto Propio, 2013) y Prestar ropa (Lumen, 2019). Ha recibido los premios Jorge Teillier (Santiago, 1997), Diario de Poesía-Vox (Buenos Aires, 2000), Enrique Lihn (Valdivia, 2000), Sor Juana Inés de la Cruz (México-Costa Rica, 2000) Y Pablo Neruda (Santiago, 2005). Obtuvo la beca del programa de escritura creativa de la Universidad de Iowa, la de la Fundación Rockefeller y la Jean-Jacques Rousseau, otorgada por Schloss Solitude Akademie de Alemania. Presentamos una selección de poemas de su libro Cripsis, publicado por Libros Tadeys en 2023, una obra en la que el autor, como algunos organismos vivos de nuestro planeta, escribe para mimetizarse con lo que le rodea, para pasar desapercibido como mecanismo de defensa y lograr sobrevivir. Un libro en el que Carrasco invita al lector a hacerse invisible y no dejar rastro, a reemplazar las estridencias por un susurro, por el lenguaje de los delincuentes, los amantes y los sordomudos, a que el poema sea un sistema de caricias significantes, de mensajes sutiles como los exploradores que de una montaña a otra se hacían señales de humo.

***

La camisa del difunto

Esta es la camisa del difunto:
un tesoro de popelina impecable
comprado en la ropa de segunda.
La parte de las axilas y la espalda
huelen a desesperación y sonrisa
a caminata y alivio.
Se podría hacer un perfume
que imite esta mezcla de olores
y bautizarlo como Oxímoron o Paso.

***

Dos personas se miran en la mesa contigua

¿Alguna vez me negaste un futón
para echar mis huesos
o te he negado, alguna vez, una subida
a la montaña? ¿Una cerveza, o siete-
mil, una pelea con o sin guantes,
una comida casera caliente,
o un té de hierbas que –según nosotros–
nos limpiará los años de rock and roll
encostrados en el hígado y el alma?
¿Nos hemos negado alguna vez
las palabras, el silencio o la contención
ante el duro tema laboral o de dinero?
Recuerda cómo nos hemos hecho el aguante
con serenidad y respiración de monje
ante algunas celadas, o cómo, a veces,
nos hemos recogido con pala
tras los golpes de estado del amor.

***

Una casa ajena

Una casa ajena es como una montaña.
Nos cuidamos de no dejar rastro,
de tirar las cenizas y limpiar con papel higiénico
la taza del wáter como si una divinidad
fuera a ocuparla tras nosotros.
Hablar poco para que no se caiga nada.
Esperar a que coman primero los demás.
Racionar la palabra. Hacerse invisible.
Pasar con cuidado cerca de un objeto que luce caro
o que parece portar historias y recuerdos:
se podría caer como una roca volcánica
sobre el que viene tras nosotros, y noquearlo.

***

Somos una enorme piedra lisa de río

Somos una enorme piedra lisa de río. Somos. Cada uno
de nosotros es. Sólidos
como una gran piedra lisa de río.
Somos la tersura, suavidad y calidez de esa piedra
embajadora del sol,

esquirla,

muestra de sol.

Una bandada de adolescentes se refresca
en las gélidas corrientes cordilleranas
que bajan como pumas o serpientes de plata
hacia el valle
o como un solo de guitarra que envía destellos de luz
o cosquillas o pinchazos de placer a los tímpanos.

Anoté:

“Las uñas de la guitarrista son mías
y todo lo que viene tras ellas”.
Y soñé con la caricia de esos dedos.

La piedra es un espejo del sol.

Las hijas e hijos del verano posan
sus esbelteces y retozan de la misma forma
que el agua acarició esa gran piedra de río
durante siglos
limando puntas en la construcción de un templo
para hacer una cuna o una cama
para las hijas e hijos del verano.

Cada uno de nosotros
es esa piedra. Cada una
de las vértebras
de las hijas e hijos del verano
conectada a la caricia
de esa piedra sin edad.

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Autor: Germán Carrasco. Título: Cripsis. Editorial: Libros Tadeys.

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