Cuentos para entrar a vivir

El primero de ellos, “Héroe”, nos ubica en la España rural de principios de los 90. Emma, escritora, viuda con un hijo, decide mudarse a un pequeño pueblo de Castilla para escribir y para volver a vivir. A pesar de la tranquilidad que podría traer esa estancia alejados de Madrid, en el ambiente se vislumbra una efervescencia por los inminentes Juegos Olímpicos. Emma cuenta a su hijo Nico la historia de la Odisea y le hace creer que es Telémaco. Al tiempo, Emma empieza a ahondar en la historia del pueblo que los ha acogido con el ánimo de documentarse para escribir y acaba desenterrando una historia, ya olvidada, de horror y vergüenza.

En el segundo relato, “Tan lleno el corazón de alegría”, han pasado varias décadas y Emma ha tenido otra hija, Fernanda (de hecho, es ya abuela, de Adina). Sin embargo, no logra olvidar a su Telémaco, aunque la vida está a punto de cambiar para ella tras la propuesta de matrimonio de Elio.

“El Idioceno” presenta una historia del futuro, una historia narrada en una sociedad controlada por chips. En este futuro, casi distópico, Adina (la nieta de Emma) se muda para estudiar danza al extranjero, mientras trata de sobrevivir a duras penas (gracias a la herencia de su abuela) en una sociedad plenamente orwelliana, gobernada por los Golden Fat.

La lectura de los relatos de Obligado (que realmente aparecen en este título en clave de novela por ese explícito afán de continuidad narrativa) es un deleite para los lectores. La escritora y profesora despliega su talento en una trama que avanza delicadamente donde las descripciones —a pesar de estar jalonadas por inusuales metáforas— se leen con auténtico arrebato. La vida se ve un poco diferente si uno la mira a través del mismo prisma que Obligado, incluso, aunque tengamos que decir tres veces adiós, la vemos un poco más bella. Son cuentos para entrar a vivir.

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Autora: Clara Obligado. Título: Tres maneras de decir adiós. Editorial: Páginas de Espuma. Venta: Todostuslibros.