Joan Fontcuberta ha venido explorando la cuestión de la postfotografía, al menos desde su anterior obra, La furia de las imágenes, y prosigue este trabajo en Desbordar el espejo. La fotografía, de la alquimia al algoritmo (Galaxia Gutenberg, 2024). ¿Qué queda de las imágenes transitada la desmaterialización de los nuevos medios? ¿Qué resta de ellas como objeto? ¿Podemos realizar un catálogo de sus recién adquiridas funciones? Cada día, interactuamos con imágenes ligeras, sometidas a la datificación, cuya materia son los unos y los ceros. Cada día, nos afectan imágenes que jamás llegan a nuestros ojos. Cada día, estas se vuelven más imprescindibles para el desarrollo de los diferentes campos de estudio. Estos hechos añaden nudos a la maraña del arte conocido como fotografía, que, de ser catalogado por Bazin como un nuevo hito de los acheiropoietos, aquellas imágenes no debidas a mano humana, pasa a conformar un espacio crítico en el que la técnica pone contra las cuerdas nuestro puesto en el cosmos.
En este libro, Fontcuberta analiza muchas de las etapas transcurridas desde el apogeo de la fotografía hasta su ruina civilizatoria —ruina no apunta aquí a decadencia, sino a la materialidad que determina la ontología de estas imágenes, cuya estabilidad pende, por ejemplo, de la pervivencia de un enlace en la red—: así, va, como reza el subtítulo, de la alquimia (esos momentos iniciáticos regidos por la química de la plata) al algoritmo (nuestro presente vertebrado por las inteligencias artificiales generativas). En el camino quedan el poder de la luz y la materia, la revitalización del fotograma, la fuerza de la postmemoria ante la ausencia icónica, las manchas, la iconofagia (imágenes que devoran otras imágenes y cuerpos), los drones y las imágenes operativas, la perspectiva vertical y las tenebrosas operaciones de vuelo de la CIA, las falsificaciones y las reproducción en miniatura, fotografías deseantes y la cuestión sexual, el rostro de Cristo, la guerra emitida por TikTok, etcétera, etcétera.
Si los avances técnicos consiguieron, para el ser humano, un espejo con memoria —la fotografía—, también esta cambió la presentación de la imagen: si la imagen, en su, digamos, estadio del espejo, nos ofrecía la realidad tal cual era; en la fotografía, aquella ya viene interpretada. El título de la obra proviene de aquí: hemos de desbordar el espejo, al menos si pretendemos evitar ser pillados por las trampas del florilegio de imágenes técnicas que Fontcuberta nos entrega. Por tanto, debemos realizar incursiones en sus alrededores (geológicos, culturales, políticos, tecnológicos). No llevar a cabo esta labor y zambullirse en tales fenómenos pictoriales supone obliterar la crítica cayendo en la ambigüedad; así, cualquier intención podría predicarse de tales imágenes. En la revolución visual que estamos viviendo, solo las conductas de rodeo, tan significativas en etología, pueden acercarnos a la pregunta esencial: ¿qué es la fotografía? La docena de ensayos recogida en Desbordar el espejo trata de sacar el cable del bolsillo e ir deshaciendo cada uno de sus nudos.
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Autor: Joan Fontcuberta. Título: Desbordar el espejo. Editorial: Galaxia Gutenberg. Venta: Todos tus libros.
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