No sabéis vivir es la novela de un abogado joven que deja Madrid y vuelve a su ciudad, Córdoba. Seducido por la idea de romper con todo, cambia de trabajo y empieza de cero. Pero los acontecimientos no suelen desarrollarse como uno espera, y el pasado siempre nos acompaña. Un hogar marcado por el silencio, la falta de un trabajo estable y su timidez lo conducen a un aislamiento cada vez mayor, y lejos de afrontar sus problemas, se ve arrastrado por el fatalismo; actúa de manera precipitada y descarga su frustración mediante estallidos de violencia. Ante esta situación, emprende una huida hacia delante que le llevará, finalmente, a querer escribir lo sucedido, pero no para contar la verdad, sino para buscarla.
En este making of Álvaro Gálvez Medina nos cuenta cómo se fraguó No sabéis vivir (editorial Sr. Scott).
***
Desde lejos no puede saberse lo que alguien está escribiendo en su ordenador. Puede ser desde un recurso de apelación hasta un relato. Además, si la letra es pequeña, el secreto está a salvo. Eso es justo lo que pensaba cuando trabajaba en un despacho de abogados, en un vaivén continuo entre el deseo y la sensatez. La secretaria recorría lenta y silenciosamente la oficina para ver qué estábamos haciendo, y yo me regocijaba con el peligro de ser descubierto. Terminé dejando ese trabajo. Hace poco me contaron que la secretaria hizo lo mismo. Son finales bastante predecibles.
Durante aquellos años ejercía la abogacía por inercia, y no dejaba la profesión porque no encontraba la salida. Supongo que la entrada en la vida adulta siempre va acompañada de una dosis mayor o menor de frustración; no creo que sea algo característico de los nacidos en una década concreta. Empecé a escribir con asiduidad movido por aquella insatisfacción. Escribía historias que terminaban con un empleado matando a su jefe, con una huida, con un suicidio. Hasta que aquellos desahogos y desquites terminaron reportándome un premio de la universidad. Aquello fue un punto de inflexión. Aunque uno siempre se pregunta si lo que está escribiendo es una tontería, el reconocimiento ajeno, unido al premio en metálico (esto es importante), me sirvieron como acicate. Desde entonces me tomé un poco más en serio la lectura y la escritura, o eso creo, la memoria es muy creativa. Y me creí con fuerzas como para sacarle partido a un relato que mantenía guardado, a un personaje que no se me iba de la cabeza. Así empecé a esbozar No sabéis vivir.
Pero pasaba demasiado tiempo a codazos con mi vida como para construir una novela compacta, y no quería imponerme heroicidades. Tampoco me apetecía terminar convertido en alguien que necesita reivindicarse continuamente insistiendo en el sacrificio y la desesperación que acompañan su literatura; me parece de mal gusto. Ante esta situación, en un arrebato de ambición, decidí buscar un trabajo que no me estorbase demasiado. El objetivo era tener un buen sueldo y buenos horarios (¡eureka!), y lo mejor que se me ocurrió fue opositar, así que descarté las opciones más difíciles y me entregué a una vida de biblioteca.
El punto de partida de la novela es el de un joven abogado que deja un gran despacho de Madrid y vuelve a su ciudad con la idea de encauzar su vida; es decir, se deja llevar por el deseo de romper con todo y empezar de cero. Pero esto puede convertirse muchas veces en una trampa; no es fácil que salga bien, entre otras cosas porque el pasado siempre nos acompaña. Pueden considerarse estas demasiadas coincidencias, pero lo cierto es que la novela no fue una excusa para contar mi vida. De hecho, ahora me preguntan cuánto de mí tiene el protagonista y creo que cada vez nos parecemos menos. No caí en el fatalismo ni en los estallidos de violencia. Afortunadamente, tampoco caí en ninguna trampa.
No puedo negar que supuso un esfuerzo aprobar, del mismo modo que no puedo negar que me despistaba bastante. Desde lejos no puede saberse lo que alguien está escribiendo en su ordenador. Puede ser desde un supuesto práctico hasta una novela. Además, si la letra es pequeña, el secreto está a salvo. Eso es justo lo que pensaba cuando se suponía que estaba estudiando, en un vaivén continuo entre el deseo y la vergüenza. Algunos compañeros me miraban de soslayo, y yo me sentía un poco culpable por no estar aprovechando al máximo el tiempo de subrayadores y apuntes. Terminé aprobando la oposición y confesándole a algún compañero a lo que me había estado dedicando algunas tardes. Cuando estaba ya trabajando, el editor de Sr. Scott me llamó. Conseguí la plaza y publicar el libro. Algunos finales no son tan predecibles.
—————————————
Autor: Álvaro Gálvez Medina. Título: No sabéis vivir. Editorial: Sr. Scott. Venta: Todos tus libros.
También te puede interesar
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: