Como lector tengo la costumbre de sumergirme en el primer párrafo del libro que estoy empezando a leer. Según sean estas primeras líneas me siento predispuesto a favor o en contra del libro que tengo entre las manos, llegando a darse, con mucha frecuencia, el caso de cambiar la idea preconcebida que me había formado sobre la obra.
En su nueva novela, el autor ha logrado estructurar la vida de Alejandro Magno alrededor de una serie de variables que se alejan de lo que es una biografía tradicional. En este libro, nos encontramos ante una obra en la que el autor realiza un pormenorizado análisis del perfil de la personalidad de Alejandro, lo cual hace que el resultado no sea convencional.
En la historia que cuenta Goizueta, por cierto, muy bien documentada, puesto que recorre la mayoría de los hitos que componen la vida de uno de los tres grandes militares de la historia de la humanidad. La estructura argumental tiene perfectamente definidos sus tres elementos. En la introducción, narra cómo se formó la personalidad del futuro rey de Macedonia, en donde tuvo gran importancia su educación humanista a cargo de uno de los grandes hombres de la antigüedad como fue Aristóteles, quien fue capaz de moldear y fomentar su interés por las letras y el estudio. En la introducción continúa narrando de qué manera Alejandro se convierte en el hegemón, término que denominaba al gobernante del principal estado de Grecia y que ejercía como guía del resto de estados de la Hélade. En el nudo, se desarrolla todo el proceso de conquista del Imperio Persa como venganza por los múltiples ataques que los reyes aqueménidas realizaron durante dos siglos a las ciudades-estados griegas, cuya defensa supuso un gran esfuerzo bélico por parte de los helenos. Una vez alcanzada la frontera del Imperio Persa, Goizueta continúa narrando, reitero de manera acertada, en base a los restos arqueológicos de los que se dispone y de las crónicas romanas escritas siglos después, el camino recorrido por los ejércitos del rey de Macedonia para descubrir que había más allá de lo que el horizonte le permitía vislumbrar. Esa fuerza que impulsa a Alejandro, a ir un poco más allá, a veces, no es entendida por el conjunto de los generales que formaban su ejército y que estaba constituido por su conjunto de amigos, a los que se conocían por “los hetairoi”, y que le permitió llegar de manera victoriosa hasta los límites del río Indo. El desenlace comienza desde el momento en que sus soldados, incluidos sus generales, después de diez años de avance continuo, desoyen las peticiones de Alejandro de que “le concedan seguir avanzando durante dos meses más”, y le obligan a que inicie el camino de regreso a sus hogares. Este viaje de retorno está plagado de dificultades y aventuras, tanto por tierra, como por mar. Al final, logran atravesar la puerta de Istar de Babilonia y reencontrarse con los seres queridos que dejaron atrás en su viaje hacia Levante. En la capital del Imperio persa, Alejandro, a la vez que descansa, empieza a preparar su próxima expedición con el objeto de dar la libertad a los pueblos oprimidos de la península Arábiga y de África. Cuando está con estos preparativos, sufre un repentino empeoramiento de su salud debido a las enfermedades y heridas que sufrió a lo largo de su vida. Un supuesto colapso le provoca, a los 33 años, la muerte en el año 323 a.C. Este final es narrado, como corresponde a uno de los grandes hombres de la antigüedad, de manera apoteósica por Alfonso Goizueta.
Considero que la gran aportación del autor a la novela es el perfil psicológico que dibuja con trazo fino y que refleja la visión que tiene Goizueta de su protagonista. El rey de Macedonia inicia su proceso de mitificación al admitir que es descendiente, por parte de su madre y de su padre, de Aquiles y Hércules. Sus hazañas son contadas en forma legendaria, convirtiéndolo finalmente en un mito. Como referí con anterioridad, su educación humanística da forma a su conciencia y en ella se asienta el concepto de que debe vivir en libertad y que su misión en la vida es liberar a todos los hombres que están esclavizados por sus tiránicos gobernantes. Ese es el motor que impulsa a Alejandro a luchar por la libertad de sus semejantes. Con el paso del tiempo, no se da cuenta que, en su viaje de conquista, experimenta un proceso de orientalización y que, en aras de ese objetivo de liberación, el poder le convierte en un tirano. A lo largo de la historia, el “Rey de Reyes”, Alejandro lucha contra los tristes recuerdos que le provocaron los desprecios que su padre Filipo le hizo reiteradamente. Tal era su obsesión por distanciarse de su madre que su avance hacia Oriente sugiere al lector que solo desea alejarse del palacio en el que reside Olimpia; de esta manera, evitará recibir noticias de su madre y logrará eludir que su recuerdo le angustie.
En resumen, Alfonso Goizueta logra escribir un libro excepcional que nos acerca a un Alejandro sobresaliente, emotivo, sentimental y sensible, lleno de matices. Esto permite al lector disfrutar tanto del protagonista como del elenco de secundarios que compartieron su vida con él. El tiempo y los lectores dirán si esta premiada novela está a la altura del magno personaje. Para empezar, Goizueta puede contar con mi voto favorable.
—————————————
Autor: Alfonso Goizueta. Título: La sangre del padre. Editorial: Planeta. Venta: Todos tus libros.
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: