Mujeres errantes fue un éxito de público y ventas, destacando a mayores las visitas a Cimavilla realizadas a demanda de los clubs de lectura. Durante estos recorridos literarios por los escenarios de la novela, me di cuenta de que faltaba por escribir la historia de ese Gijón a caballo entre los siglos XVIII y XIX, una época de crecimiento urbano y esplendor. Por su puerto, uno de los más importantes del norte, entraban especias y productos desconocidos como el cacao, llegaban cholos y esclavas de los lejanos virreinatos, y pasaban de contrabando los libros perseguidos por la Inquisición.
La Guerra de la Independencia, cuyo salvajismo Goya retrató, supuso un cataclismo para la región, y el relato recoge la ocupación intermitente que sufrieron tanto Oviedo como Gijón, la resistencia popular y el nacimiento de la Junta Superior de Asturias. Algunas imágenes bélicas transmiten una crudeza desoladora, como el desembarco de la flota de Renovales y el ataque de los mamelucos en el arenal de San Pedro. Queda constancia igualmente de la persecución que sufrieron los afrancesados, en su mayoría intelectuales liberales que vieron en el gobierno de los Bonaparte una oportunidad de modernizar la sociedad.
Esta última fue la razón del florecimiento de las tertulias de rebotica, muchas veces clandestinas, donde se introducían las novedades en medicina, filosofía, astronomía…. Con Bertrand, el entrañable médico francés, viajaremos a Oxford para descubrir la innovadora técnica introducida desde Turquía que tantas vidas sanará, la escayola, y compartiremos su entusiasmo por la variolación, una técnica que enseguida tuvo violentos detractores, con impacto dramático en la vida de la protagonista.
En la novela aparecen personajes reales e influyentes del momento, como Riego, que dotan al relato de veracidad y profundidad, mostrando aspectos desconocidos de la época. Andrea Carbayo conocerá a Olympe de Gouges en París, en una tertulia literaria, de donde saldrá convertida en su secretaria. En esa ciudad será calígrafa, autora de teatro, impresora y directora de un periódico, y a través de sus ojos veremos el nacimiento y la evolución de la Revolución Francesa. Hasta que la amenaza de la guillotina la haga volver a casa…
Da inicio el libro con el Cuaderno de Quejas que presentan ante la Asamblea Nacional las Damas por la Libertad en 1789, algunas de cuyas reclamaciones todavía siguen vigentes. Las mujeres copan el comercio al por menor y ocupan multitud de trabajos. Las había maestras e impresoras, como la propia Andrea, o sanadoras como las mujeres de su familia desde tiempos inmemoriales. Su tatarabuela fue víctima por esta razón del Santo Oficio y terminó quemada en la hoguera por el odio de los Valdés, que perseguirá a las Carbayo hasta el final. Todo novelón que se precie debe tener su ración de amor y un malo, encarnado en este caso en la familia del inquisidor.
Asistiremos a decapitaciones, nos empapará la sangre y calará hasta nuestros huesos la ponzoñosa humedad de las galeras. Las memorias de Andrea Carbayo de Jovellanos huelen a pólvora, pero son, por encima de todo, un grito de libertad.
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Autor: Pilar Sánchez Vicente. Título: La hija de las mareas. Editorial: Roca Editorial. Venta: Todostuslibros y Amazon
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