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Decálogo para escribir novela negra

Decálogo para escribir novela negra

1. Algunos escritores empiezan su novela con una frase o un párrafo contundente. Sin ser obligatorio, no deja de ser interesante, ya que sitúa al lector ante lo que viene detrás. Una novela negra debe ser una montaña rusa, y por tanto, empezar suave no tiene mucho sentido. Ejemplos: “No era un hijo de puta, era nieto de puta; el muy cabrón tenía pedigrí” (Comienzo de La mano armada, de Carlos Pérez Merinero); “El Charolito sólo se fiaba de su polla. Era la única que nunca le daría por el culo” (Comienzo de Sed de champán, de Montero Glez).

2. Una buena novela negra debe tener entre 200 y 300 páginas y debe acercarse más a las 200 que a las 300. Piensa que los protagonistas son los personajes que hayas podido crear y sus conflictos, no tú y lo bien que crees que escribes. Por tanto, es bueno ahorrar el coñazo de leer 400, 500 o 600 páginas a tus potenciales lectores.

"Lee mucha poesía antes de empezar a escribir e intenta localizar metáfora, símil, comparación, alegoría en los poemas y después en una novela de Chandler"

3. La novela negra por definición es urbana, así que procura que la trama discurra en una ciudad, que ofrece muchos más matices que un entorno rural. Cuanto antes asumas que no todos somos Jim Thompson o Julián Ibáñez, mucho mejor.

4. Si escribes novela negra, la trama mostrará los bajos fondos. Tus personajes serán policías, ladrones, asesinos, traficantes, violadores o drogadictos. Por tanto, deben hablar como policías, ladrones, asesinos, traficantes, violadores o drogadictos, no como literatos.

5. Utiliza recursos literarios propios del género: metáfora, símil, comparación, alegoría, etc. Si no sabes de lo que hablo, lee mucha poesía antes de empezar a escribir e intenta localizar estos recursos en los poemas y después en una novela de Chandler.

"La novela negra es la herramienta perfecta para hacer crítica social"

6. Es imprescindible haber leído a los clásicos: Hammett, Chandler, Burnett, Westlake, Mosley, Himes, Thompson, Block, Lehane, Sallis, etc. Y no está de más, si vas a centrar la trama en España, haber leído a algunos de los autores españoles de la Transición y de antes de la Transición, además de estar al día de lo que se hace hoy, claro. Insisto, es imprescindible, tanto si vas a seguir una línea determinada como si vas a revolucionar la novela negra. Si no has leído a los clásicos no podrás escribir una novela de género negro y mucho menos revolucionar, por mucho que tu ego te empuje a hacerlo. No des rienda suelta a tu ignorancia y evita escribir novelas que resulten un tostón para tus potenciales lectores.

7. Una buena novela negra no debe acabar bien, o al menos, no muy bien. Como en cualquier novela, sea o no de género, los protagonistas tienen unos objetivos. Procura construir una trama en la que no los consigan, y si los consiguen que sea a un coste alto, elevado.

8. La novela negra es la herramienta perfecta para hacer crítica social y la trama, generalmente, es una excusa para poner en el escaparate lo que el escritor quiere mostrar. Así que, en la medida de lo posible, evita jugar a los detectives y a los policías que llevan casos complejos con tramas rebuscadas, complicadas y confusas.

" Evita describir a un personaje, otorgarle atributos durante páginas y páginas"

9. Evita el elemento sobrenatural. Queda demasiado mal resolver una intriga por medio de sucesos que no se pueden explicar racionalmente en los que interviene el elemento religioso, espiritual o paranormal.

10. En género negro la caracterización de los personajes es vital. Esto se consigue de dos maneras:

a) A través de las descripciones del narrador. Deben ser cortas con el nivel de concreción adecuado. Pueden darse unas pinceladas para centrar al lector e ir luego añadiendo claves. Evita describir a un personaje, otorgarle atributos durante páginas y páginas. Evita al lector el tedio.

b) A través de los diálogos, en los que cada personaje se autodefine. Cada uno debe tener una voz, unas características diferentes. Hay ensayos sobre diálogos, muy tediosos, por cierto. Si no quieres leerlos lee a Chandler primero y después a George V. Higgins. Con esto puedes hacerte una idea bastante certera de lo que quiero decir.

Estos diez consejos se resumen en dos:

a) En una novela negra evita el costumbrismo, es ridículo.

b) En una novela negra no cabe la corrección política, además de ridículo es absurdo.

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