Desirée Baudel vuelve a las librerías con una novela protagonizada por una profesora de instituto que, mientras trata de conseguir que sus alumnos tiren adelante, lucha con sus demonios interiores, entre los que destacan el recuerdo todavía fresco de su ex marido y los secretos familiares.
En este making of Desirée Baudel desentraña las claves de Ya lo pensaré mañana (Grijalbo).
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Dejar atrás. Siempre me ha intrigado cómo se consigue eso de dar la espalda al pasado y avanzar como si nada de lo que queda ahí pudiera percibirse. Ese espacio me recuerda al punto ciego del que avisan muchos camiones cuando esperas la oportunidad de adelantarlos. No nos detenemos mucho en la idea paradójica de que ese punto ciego podría ser el último punto que vieras antes de chocar de frente con otro coche. Ni la advertencia del peligro nos mantiene quietos y pacientes. Queremos adelantar, seguir adelante y llegar a donde sea que vayamos sin demorarnos más de la cuenta en el camino. Pero cuando avanzamos, lo que se deja atrás puede quedar ahí de muchas formas diferentes. En nada se parece tener el pasado adormilado, como una de esas princesas de cuento cuyo sueño latente permanece en el olvido cubierto por la vegetación, a tenerlo agazapado, como un gran felino que entre la maleza observa todos tus movimientos y espera un paso en falso o la confianza despreocupada de su víctima mientras se relame adelantando el placer que le va a proporcionar la caza.
Ese pasado es el que se filtra entre las páginas de Ya lo pensaré mañana. Cuando empecé a escribir mi anterior novela, Diario de un incendio, ya sentía el aliento de la pantera en la nuca, pero la historia de Lucía, la protagonista de aquel libro, se impuso y el felino salvaje se camufló un tiempo entre la maleza. Pero pasó lo que tenía que pasar y al final saltó sobre mí y de cada zarpazo brotaron aquellos recuerdos incompletos sobre mi abuelo, su misterioso origen y mis antepasados. Decidí que había llegado el momento de sentarme a escribir sobre ese pasado que no había manera de dejar atrás porque guardaba demasiadas preguntas sin respuesta.
Cuando empecé la novela, ese fue el propósito: iluminar gracias a la ficción unas vidas que mantuvieron siempre ocultos sus rincones oscuros. Para ello tuve que ir hasta el protectorado español de Marruecos, donde nació y vivió mi abuelo hasta su independencia, y avanzar de interrogante en interrogante hasta llegar a la Barcelona de hoy en la que mi abuela se ha ido apagando hasta convertirse en otro de esos recuerdos que quedan detrás de la rutina, las prisas y las obligaciones que te apartan de quien creías ser.
La presencia de mi abuela y su memoria líquida me hicieron plantearme la necesidad de combinar en la novela aquel tiempo pasado con el presente. No podía narrar solo en tiempo pasado. Y es gracias a la necesidad de incorporar el presente que aparece Lola, la nieta, una mujer herida que se convertirá en narradora y protagonista de la historia.
Es profesora y tiene cuarenta y tantos. Malvive en Barcelona tras su separación y se entretiene viendo true crime, puesto que el sueldo no le da para mucho ocio más. Está obsesionada con los crímenes de mujeres y con los hombres de su familia, que son silencios. El personaje de Lola me ha permitido recordar la Barcelona preolímpica de yonquis y barrios con calles empinadas de cuando yo era una niña. También me ha llevado a hablar de esta Barcelona gentrificada y asfixiante que la empuja a la ansiedad por miedo a no llegar a nada: no llegar a pagar las facturas, no llegar a responder a las exigencias emocionales de su trabajo, no llegar a sobreponerse a su separación, no llegar a no estar sola.
Así que lo que empezó siendo una historia sobre el pasado de un hombre se ha convertido gracias a Lola en una novela sobre el presente y sobre el futuro de una mujer que le va a hacer frente a todo, puesto que será ella la que se diga cuando no sepa qué hacer ni por dónde tirar: «ya lo pensaré mañana».
Y todos sabemos que tras la noche más larga, siempre llega el alba.
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Autora: Desirée Baudel. Título: Ya lo pensaré mañana. Editorial: Grijalbo. Venta: Todos tus libros.
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