¿Hay algo más hilarante que un seductor que no logra seducir?
Pero si hay en nuestro país alguna tierra proclive al humorismo esa es Galicia. Porque es más que obvio que la sorna gallega tiene algún parentesco con el inteligente humor British. Esta es quizás la razón por la que los novelistas de humor más relevantes en el panorama hispánico hayan sido precisamente gallegos. Fernández Flórez o Julio Camba son buenos ejemplos de esta galleguidad humorística, unos parámetros creativos en los que se mueve Desventuras de un seductor (Amazon) de Chema Paz Gago.
Poesía, ensayos y publicaciones académicas, premios internacionales, obras traducidas a media docena de idiomas, jalonan la interesante y exitosa carrera de un escritor que por alguna misteriosa razón no incluía hasta hoy una incursión en la novela. ¿Género histórico? ¿policiaco? ¿realidad social? No. Se atrevió tal vez con lo más difícil, y apostó por una novela que deja de manifiesto su gran habilidad para la carcajada y la pasión, la hilaridad, ternura e ironía, recogiendo el testigo de su paisano Fernández Flórez.
Su título, Desventuras de un seductor, ya avanza la esencia del argumento. Nos presenta a un poeta donjuán, romántico empedernido y amante impenitente proclive al fracaso, en un viaje interminable de aventuras y desventuras por tres continentes. ¿Hay algo más hilarante que un seductor que no logra seducir?
Un argumento con visos autobiográficos
Pocos intelectuales hay tan poliédricos y polivalentes como Paz Gago (Celanova, Orense, 1960). Catedrático de literatura comparada, referencia en la semiología, ensayista, primer ecopoeta español (como demuestra el poemario con el que acaba de obtener el prestigioso premio Claudio Rodríguez de Poesía) y pionero en poemas para mensajes de móvil y Whatsapp, gestor cultural con vocación europeísta y multicultural… pero también un dandy con charme habitual de las listas sociales de “elegantes”.
Soltero de oro o, según como se mire, solterón empedernido desde hace décadas, sus exitosas relaciones humanas son parte del envoltorio vital del escritor. Y en el desarrollo de Desventuras de un seductor y, por tanto, en su proceso creativo, irá articulando —no sabemos hasta qué punto de forma consciente— notas autobiográficas que enhebra con el devenir del propio protagonista. A lo largo de la obra va bebiendo de sus propias experiencias y de su entorno más inmediato. Pero Chema Paz Gago, riéndose de sí mismo, da una vuelta de tuerca al convertir al protagonista en un antihéroe inmerso en una serie de descalabros que ridiculizan al personaje, pero que por otro lado lo acercan a un lector que acaba compadeciendo su situación y viviendo sus peripecias casi en primera persona.
Valleinclanista y valleinclaniano de estirpe, el autor no esconde la influencia de Las sonatas que han dejado una huella sensible en el estilo y en la concepción del personaje seductor que —se nos informa— es un biznieto del Marqués de Bradomín y lleva como apellido Montenoir, versión francesa del Montenegro de las Comedias bárbaras. En la obra los guiños literarios son constantes, y se convierten casi en guiños para iniciados, pero son muy sutiles y en absoluto incordian al lector poco avezado.
De Valle-Inclán a Sharpe y la novela satírica
Los paralelismos con la obra Tom Sharpe también son evidentes, aunque los escarceos amorosos del antihéroe del escritor gallego son menos explícitos y vulgares que los del inglés. Chema Paz Gago ha creado un poeta, algo dandy y bastante torpe, pero que nunca pierde ni la compostura ni una delicada elegancia en el trato con las bellas e interesantes mujeres con las que se cruza en su camino —aquí la transparencia de su propia personalidad le delata—. No obstante, entre lo más destacado de Desventuras de un seductor están sus pasajes descriptivos deslumbrantes, especialmente en las escenas amorosas que destilan un erotismo tan apasionado como placentero… hasta que, en un determinado momento, por una razón o por otra, son interrumpidas de manera brusca y fortuita. Ahí radica, en esa frustración sorpresiva, la clave del humor.
Las andanzas cosmopolitas del protagonista, indiscutible nueva nota autobiográfica del autor que pasa su vida académica cruzando el charco, presentan un seductor con poco éxito a la hora “de rematar la faena”, y ello sirve a Paz Gago para explorar todos los registros del humorismo, desde la caricatura o la sonrisa irónica a la hilaridad desbocada. Entre las peripecias más desternillantes destacamos la protagonizada por una madura dama high class que se enamora a primera vista de un joven rural con el que coincide en una fiesta mundana.
Asimismo, Paz Gago, reconocido especialista en semiótica y autor de libros fundamentales de la disciplina, también recoge el guante de otros destacados semiólogos, como el inglés David Lodge o su amigo el italiano Umberto Eco, que tantos éxitos novelísticos cosechó. Conocedores como nadie de la maquinaria de relojería del relato, los teóricos de la semiótica narrativa están en condiciones de dar ese salto de la teoría a la práctica y hacerlo con resultados felices. Y el humorismo, en este caso, ha sido el género en el que, a juzgar por la factura de Desventuras de un seductor, en el que fusiona con brillantez comicidad y erotismo, Paz Gago demuestra moverse como pez en el agua.
Si se le puede hacer un reproche a esta novela de Chema Paz Gago es su menguada extensión, doscientas páginas exactamente. Sin duda, a los lectores les sabrá a poco la lectura, ya que sus ingredientes logran enganchar al público desde el primer capítulo. Con dosis bien equilibradas de humor y amor, ironía y erotismo, las peripecias que vive el protagonista o aquellas de las que es testigo privilegiado, resultan tan apasionantes como divertidas. El antihéroe algo caricaturesco de esta novela de Chema Paz Gago provoca al mismo tiempo la risa, la ternura y hasta la compasión. Quizás por ello, los lectores de esta novela anhelan que sea una primera entrega que anuncie otras que configurarán una futura saga, ¿Memorias de un seductor?, en la que tal vez el protagonista acabe “redimiéndose” y encontrando el amor de verdad.
Lo cierto es que durante unos años la obra hibernó en un cajón, y fue este annus horribilis de pandemia el que movió al escritor a desempolvarla. Desde la máxima “nuevos tiempos, nuevos medios”, ni se planteó publicarla en los eruditos sellos editoriales donde suele editar sus obras, y optó por comercializar su novela en Amazon para difundir su lectura de forma cómoda y sin riesgos. Un reto para el gallego, ya que, siendo honestos, la famosa plataforma mediática no suele albergar obras como ésta, de un estilo impecable, guiños literarios y sello de autor.
En el Medievo y en el Barroco, en épocas de las grandes epidemias de peste los grandes escritores, inmersos en un profundo pesimismo, exhibían su deseo desenfrenado de disfrutar de la vida a través del humorismo y la literatura satírica. ¿Les suena? En la práctica Paz Gago, con Desventuras de un seductor, vuelve a demostrar su esencia como paradigma de clasicismo y modernidad. Porque ¿qué es si no Desventuras de un seductor más que el anhelo de vivir a través del humor y la literatura?
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Autor: Chema Paz Gago. Título: Desventuras de un seductor. Venta: Amazon
Creo que me reído más con las alabanzas a la vida y obra del novelista de lo que me reiría si alguna vez leyera su novela.