Diez libros sobre libros VII: lecturas inevitables si usted es bibliófilo, bibliómano, bibliópata y/o un enfermo del libro
Estoy ante uno de los momentos del año, al menos para mí: la elaboración de una nueva lista de libros sobre libros, esa especie de guía que no es otra cosa que una evidente declaración de amor hacia los libros en papel. Ya se sabe que a los apasionados de casi cualquier cosa nos encanta hablar o escribir sobre nuestra pasión. Las publicaciones que tienen como eje el fervor hacia el libro (memorias, recuerdos y biografías de editores, bibliófilos o escritores, novelas y relatos, e historias de librerías, bibliotecas, coleccionistas…) son mi religión. Y una fuente inagotable de alegrías. Habrá gente que no lo comprenda, de acuerdo, pero les aseguro que leyéndolos llego a tener la sensación de que el mundo es perfecto. Mi testimonio es por eso mismo de lector, de lector ya de muchos años, de la mayor parte de mi vida. De un lector que ama los libros que tratan de libros y espera que sus recomendaciones sirvan a otros para descubrir tantos títulos sobresalientes que difícilmente aparecen en los suplementos culturales y en las listas de más vendidos.
Uno no acierta a comprender el lejano placer que puede encontrar el lector cuando le ayudan a elegir sus lecturas, pero debe de existir cuando la costumbre se mantiene e incluso se hace habitual. Quizá sea una actitud cómoda, quién sabe. Sin embargo, este minimalismo de las listas —las hechas con esmero, no para salir del paso— supone un talante ordenado que me gusta. Como dijo Sherlock Holmes, “hace tiempo que es para mí un axioma el que las cosas pequeñas son infinitamente las más importantes”.
Esta séptima entrega —ahora publicada en Zenda, las seis primeras en el blog ¡A los libros!— recoge diez obras de reciente aparición en España que ya forman parte de mi biblioteca privada, ese lugar que viene a ser un depósito de energías vitales y fuente además de vivísimos placeres para la vista, el tacto y hasta el olfato. La intención es compartir sensaciones placenteras. Ya lo saben.
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Los enemigos de los libros. Contra la biblioclastia, la ignorancia y otras bibliopatías, de William Blades, con traducción de Amelia Pérez de Villar, prólogo de Andrés Trapiello y epílogo de Javier Jiménez. Este amenísimo ensayo de algo más de cien páginas escrito en 1880 analiza algunos de los enemigos del libro: fuego, agua, gas y calor, polvo y abandono, ignorancia y fanatismo, la polilla de los libros, otras plagas, encuadernadores, coleccionistas, niños y criados. Un elogio al objeto de nuestros entusiasmos y preferencias, de nuestros cuidados y cariño. Un clásico que les engatusará y releerán con gusto. (Fórcola, 16,50 €).
El amante de los libros, de Charles Nodier, con traducción de Alicia Herrero Ansola. Este tomo contiene dos cuentos (El bibliómano y El amigo de los libros) y un fragmento esclarecedor de Alexandre Dumas sobre Nodier (1780-1844), que poseen la inconmensurable belleza de lo que parece sencillo. Este bibliófilo, contertulio, viajero y visionario, que vivió siempre entre libros, por vocación y por oficio, logra con su prosa precisa unos relatos nostálgicos, conmovedores, que difícilmente nos sumirán en la indiferencia. Una maravilla de la editorial que dirige Manuel Ortuño. Enhorabuena una vez más. (Trama, 12 €).
El tenedor de libros, de José Luis Melero. Excelente tercera entrega de los artículos (123 piezas breves en esta ocasión) bibliófilos/literarios de este aragonés empeñado en mostrar parte de su exquisita biblioteca, recorrer la historia menos conocida de la literatura y exhibir algunas de sus pasiones y lealtades. Hay mucho que leer en este volumen, pues hay gracia, gozo, precisión y capacidad de síntesis, emoción e inteligencia. La vida de los libros y Escritores y escrituras son las dos primeras entregas de esta apología de la bibliofilia. Uno lee a Melero e inmediatamente se infecta de este virus enfermizo. (Xordica, 16,95 €).
Mi maravillosa librería, de Petra Hartlieb, con traducción de Manolo Laguillo. El nuevo escenario del libro está plagado de incertidumbres y de hondas dudas. De oscuridad, según las profecías que todos los años anuncian la inminente muerte del libro en papel. Entre la crisis económica, el IVA, la piratería y los pecados de la propia industria, vender libros en España se ha convertido en un propósito imposible. Por eso da gusto leer esta novela llena de vitalidad sobre la apertura de una librería, con la ilusión por bandera. De hecho, su mayor virtud es contar la (negra) realidad del librero en la actualidad. (Periférica, 18,90 €).
Contra la bibliofilia. No amarás los libros sobre todas las cosas, de Carlos Clavería Laguarda. El despegue de un libro obedece a una misteriosa conjunción de factores que nadie sabe explicar a ciencia cierta. Ojalá este artículo sirva para que los amantes de los libros compren sin falta este ensayo que he leído completamente maravillado. Con capítulos dedicados a los libreros, los libros y los precios, los bibliófilos, los subastadores y los encuadernadores, Clavería desgrana infinitas anécdotas sobre el mundo del libro antiguo, repleto “de avaricia y de obsesiones”. Al terminar su lectura, no se me borró la sonrisa de satisfacción. (Turpin, 18 €).
El librero, de Roald Dahl, con traducción de Xesús Fraga e ilustraciones (magníficas) de Federico Delicado. El escritor galés, padre de Charlie, Matilda y los Gremlins, entre otros personajes inolvidables de la literatura infantil, firma este relato para adultos publicado por primera vez en 1987 en Playboy y protagonizado por dos personajes sin escrúpulos que habitan una librería en Charing Cross Road. ¿Qué traman en su trastienda? ¿Por qué lo hacen? La edición es preciosa, y aunque pueda parecer caro pagar casi veinte euros por un relato, el ejemplar cuesta infinitamente menos de lo que vale. (Nórdica, 19,50 €).
Tocar los libros, de Jesús Marchamalo, con prólogo de Luis Mateo Díez y epílogo de Javier Jiménez. Nueva edición —la cuarta— de un texto ampliado que se convierte prácticamente en un libro diferente en el que perdura sin embargo el hechizo de la primera edición. Al terminar su lectura me ha deslumbrado de nuevo la voz sabia de un periodista al que le brota el estilo con elegante propensión sencilla. A mí me parece un amenísimo anecdotario donde el autor se divierte y se nota que se divierte. Y esa energía lúdica palpita en cada página. Cuando Marchamalo lo escribió, estaba sin duda tocado por la gracia. (Fórcola, 12,50 €).
El último día de Terranova, de Manuel Rivas, con traducción de María Dolores Torres París. La librería Terranova, tras más de sesenta años de existencia, está en “liquidación final de existencias por cierre inminente”, por lo que el actual propietario comparte sus vivencias un tanto caleidoscópicas con los clientes del establecimiento. Todo tiempo pasado termina convertido en ficción, parece querernos decir Rivas. Y aún más: el tiempo existe sólo como ficción. Una novela vibrante de entusiasmo libresco, escrita con prosa poetizada, que sin embargo puede provocar melancolía activa. Cuidado. (Alfaguara, 18,90 €).
De oficio, lector. Respuestas a Pierre Nora, de Bernard Pivot, con traducción de Amaya García Gallego. Pivot, periodista, crítico literario, director y presentador de los programas de la televisión francesa Apostrophes —un espacio mítico dedicado a los libros que se emitió durante más de quince años y en el que intervinieron Nabokov, Yourcenar, Bukowski, Duras o Mailer, entre otros muchos— y Bouillon de culture, reflexiona sobre su experiencia de “lector público” en este interesante tomo de preguntas y respuestas que deberían leer muchos periodistas culturales. Atrapa al lector con la precisión de una tela de araña. (Trama, 22 €).
Una librería con magia, de Thomas Montasser, con traducción de María Dolores Ábalos. Valerie, una joven que acaba de terminar la carrera de Económicas, recibe de manera inesperada el encargo de ocuparse de la librería de su tía. Ella, decidida a liquidarla, regresa a la tienda “donde tan a menudo y tan a gusto había estado de niña” para descubrir cómo era su tía y qué tipo de librería tiene entre manos. Esta breve novela plantea de una forma elegante el eterno dilema de la elección vital. Una declaración de amor a los libros y a las pequeñas librerías. Una buena novela menos elemental de lo que parece. (Maeva, 17,90 €).
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