Un poso de refrescante satisfacción permanece en quien se acerca a la serie del tricornio, nueve obras policiacas del escritor Lorenzo Silva (Madrid, 1966) bien trabajadas, con estimables merecimientos literarios y convertidas desde hace años en tendencias de moda.
En Donde los escorpiones, su última entrega, hay más que un buen argumento en manos de un autor cuyo objetivo es, según confiesa, “contar la realidad contemporánea española” a través de las aventuras detectivescas de los dos guardias civiles: Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro, unos protagonistas que poco a poco han usurpado la voz del autor, creando la ficción de una ilusoria autonomía.
Estas historias son el resultado por tanto de la necesidad de contar para comprender y hacer comprender a otros. También de medir los límites de la condición humana, sus heroísmos y sus vilezas, su inevitable fragilidad. Aquellos que no han tenido la suerte de ir leyendo cada una conforme se iban publicando, como por fortuna las he leído yo, deberían empezar de inmediato, pues esta saga es entretenimiento de calidad que cumple con los requisitos de toda pieza de género negro digna de tal nombre: la velocidad de la intriga y la psicología de los personajes.
En esta ocasión, los picoletos viajan hasta Herat, en Afganistán, donde todos los fuegos son el mismo fuego, como decía Cortázar, para investigar la muerte de un soldado español degollado con un cuchillo tradicional afgano que usan los nativos para cortar la amapola de la que luego alguien más extraerá la droga (opio, heroína) que constituye la principal fuente de ingresos del país. Y en pleno mes de julio, para que se derritan hasta los recuerdos. La trama se muestra, en definitiva, tan eficaz que la tensión no decae en ningún momento, pues el lector nota el mismo desasosiego y la misma inquietud que Vila, Chamorro, Salgado o Arnau cuando se “ahogaban bajo el polvo afgano”.
La evolución de los personajes —casi veinte años juntos ya, desde El lejano país de los estanques— es extraordinaria, pues envejecen con sus lectores. El tiempo pasa para todos, un tiempo que nos cambia y que nos permite observar con perspectiva. Porque Vila y Chamorro ya saben que la vida va de miradas, de detalles, de sueños incumplidos, de vacíos, de silencios. De frustración. Para algo nuestro protagonista ha cruzado el Rubicón de los 50 con bastante dignidad.
Lorenzo Silva es dueño de una irreprochable técnica narrativa en la que frasea sin concesiones, de un variado catálogo de recursos, de un atinado sentido del ritmo, de un lenguaje mesurado, marcadamente elegante en la sagaz elección de un vocabulario dinámico y contaminado de calle, con la intención de atrapar al lector desde la primera línea, lo que es muy de agradecer en una novela de evasión como ésta, donde el cómo es tan importante como el por qué. Aporta también, como en las anteriores, su cáustico sentido del humor.
Algunos detractores le acusan de escribir siempre el mismo libro, pero lo que para sus detractores es un defecto, para sus defensores es una bendición. Ojalá no hubiese nueve libros de esta saga, sino quince o veintiuno. Esperamos el décimo.
______
Autor: Lorenzo Silva. Título: Donde los escorpiones. Editorial: Destino. Edición: Papel y Kindle
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: