Don Quijote muere, Diane Flockhart le atiza a Alicia Florrick el bofetón que todos quisiéramos darle, los guionistas no tuvieron arrestos para matar de verdad a Jon Nieve. Ya oigo los insultos de los afectados por la contemporánea alergia al destripe, al spoiler dichoso. Da igual, suelto así esa primera frase, sin avisar, porque las grandes historias se merecen algo más que un público pendiente de un final más o menos obvio.
Con toda probabilidad, Cervantes no sabía que iba a acabar matando a su personaje más importante mientras escribía la primera parte de la novela. Lo importante no era eso, era el viaje, es lo que recordamos con el tiempo. En las tragedias griegas era de esperar que al final murieran todos, pero eso no las dejaba sin público, seguían construyendo mitos a través de sus actos.
La televisión y el cine se han topado con los ritmos de lectura asimétricos de la literatura y han puesto en tensión al personal. Entiendo que es necesario un tiempo prudencial antes de compartir el final de un relato, pero todo tiene un límite, y tampoco es tan grave saber de antemano que el asesino es el mayordomo o que los superhéroes salvarán al planeta. Una historia que sólo depende de su final es, con toda probabilidad, una basura.
En esa joya en construcción que es Better Call Saul, Vince Gilligan y Peter Gould fabrican la trama a sabiendas de que todo el mundo conoce el final: Saul Goodman acaba trabajando en la cafetería de un centro comercial de Nebraska con una identidad falsa. A nadie le importa, lo que queremos es conocer el camino que lleva hasta ahí al protagonista, disfrutarlo. Entre ser nombrado caballero por un ventero y licenciarse en derecho por correspondencia en la Universidad de American Samoa hay un paralelismo evidente, son hitos que dan profundidad a los personajes y abren la puerta a una aventura mucho más grande. A quién le importa cómo acabe.
-
Una confesión en carne viva
/abril 18, 2025/El escritor Julio Valdeón cuenta en Autorruta del sur un viaje por varios de los lugares sagrados de la música, la literatura y la historia del sur de Estados Unidos. Una crónica novelada desde Nashville, capital del country, hasta Memphis, cuna del rock and roll, de Muscle Shoals, hogar de estudios míticos de soul, a Tupelo, donde nació Elvis Presley, y de Clarksdale, puerta del Mississippi, hasta alcanzar Nueva Orleans. En este making of Julio Valdeón explica cómo nació y de qué trata Autorruta del sur (Efe Eme). ***** Supongo que hay viajes malditos y otros esperanzados, como los de…
-
Jay Kristoff, con la saga El Imperio del Vampiro, revive el mito en su forma más oscura y sanguinaria
/abril 18, 2025/Desde su publicación en 1897, Drácula ha marcado el género y ha dado forma a la imagen del vampiro moderno. Su influencia se extiende más allá de la literatura, dejando una huella imborrable en el cine, la televisión y los cómics. Sin embargo, no fue el único en explorar la figura del vampiro con profundidad. Décadas después, Anne Rice lo reinventó con Entrevista con el vampiro, humanizando a estas criaturas y dándoles conflictos existenciales que los hicieron aún más fascinantes. También George R. R. Martin, conocido por Juego de tronos, escribió una novela de vampiros poco conocida pero excelente, Sueño…
-
Velázquez, ilusión y realidad
/abril 18, 2025/Las razones de esta popularidad, sin embargo, distan de ser históricas, pocas personas identificarían Breda ni sabrían dar fecha o sentido concreto de su asedio. Y sin embargo Las lanzas ahí están, concentrando las miradas y asentando sus dominios en la imaginación. ¿Qué sucede con este cuadro para haberse distanciado de sus hermanos, los pintados por Zurbarán, Maíno o Jusepe Leonardo para el Salón del Reino del Palacio del Buen Retiro, retratos emblemáticos, conmemorativos de los grandes episodios militares de la monarquía española? Suele aducirse una razón ética: la representación, en la escena central del cuadro, de la magnánima recepción…
-
Confidencial (Black Bag): El cine comercial y adulto todavía existe
/abril 18, 2025/Claro que ese espíritu sixties que mencionamos, y que tampoco le es ajeno a Soderbergh, se podría asimilar el personaje de Fassbender, frío pero polifacético como cualquiera de las incursiones de Michael Caine en el género allá por aquella década. Black Bag, sin embargo, no es un monumento a la nostalgia sino un thriller perfectamente funcional e inteligente, aunque, eso sí, al margen de modas. Un film rapidísimo y tremendamente técnico, tanto en su trabajo de cámara (Soderbergh vuelve a ser director de fotografía bajo el pseudónimo de Peter Andrews) como en el despliegue de diálogos del nuevo mejor colega…
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: