El auge de la literatura erótica escrita por mujeres

Por fortuna para todos, la literatura que, dicen, ha sido la actividad triunfante en este año de encierro y distancia social, también se ha sumado a esta añoranza de la vieja normalidad sexual, y de unos meses acá, las editoriales se han lanzado a publicar libros con esta temática, curiosamente casi todos ellos —por no decir todos— salidos de la pluma de mujeres, algunas jóvenes escritoras, otras veteranas de la edición.

Espasa, del grupo Planeta, la misma editorial que publica los Diccionarios, Gramáticas y Ortografías de la Real Academia, apuesta, con ojo, por estas escritoras, destacando la exitosa Mamen Sánchez, directora adjunta de la revista que crearon sus abuelos, ¡Hola!, y directora también de su edición mexicana, además de escritora de éxito de novelas aristocráticas, románticas y glamurosas. Su último título, Costa Azul, es reseñado así en clara.es (del Grupo RBA): “Mamen Sánchez es conocida como la autora del feel good, del buenrollismo, de la comedia romántica de situación. Y Costa Azul es la constatación de ello. Un agente súper secreto belga, Pierre Pierlot, debe desplazarse hasta este paraíso elitista de vacaciones para descubrir qué tiene de cierto que el joven rey de su país, Balduino, se ha escapado hasta estas costas para vivir una aventura ¡con su madrastra! Pero las pesquisas de Pierlot se verán torpedeadas por una guapa aristócrata intrigante”.

Otra de las grandes novelistas de nuestro país ha apostado también por este género de lo erótico y aristocrático. El resultado acaba de llegar a las librerías con el título de Pasiones carnales. La agencia de noticias Europa Press se hace eco de tan notable novedad editorial: “La idea de publicar un libro como este surgió de la directora de Espasa, Ana Rosa Semprún, tras conocer un volumen en México que contaba algunos importantes episodios del devenir del país a través de los arrebatos carnales de tres o cuatro de sus protagonistas más significados. Marta Robles aceptó el reto de hacer una obra similar adaptada a España, pero agrandándolo: «En vez de quedarme en dos pares de personajes, decidí vertebrar doce siglos de la historia de España a través de las pasiones carnales de los reyes y otros poderosos de nuestro país. Después de mucha investigación histórica, escribí veintitrés sorprendentes capítulos que descubren esa trastienda tan desconocida, que nunca aparece en las biografías oficiales»”.

Con la finalidad, tal vez, de no encasillarse en la literatura de glamour, Espasa propone al lector el libro de la murciana Paula Miñana, titulado Si sentara la cabeza pensaría con el culo. Ella misma se presenta así en el portal de Planeta de los Libros: es graduada en Educación Primaria y especialista en Audición y Lenguaje. En 2014 abrió sus cuentas de Instagram, @Paulamgram y @Asivemoselhola, desde las que compartía sus opiniones sobre alfombras rojas, actualidad y vida cotidiana, siempre con un toque ácido, optimista y alegre. Fue su comunidad virtual la que, en 2018, la animó a escribir su primera novela, Nosotros en singular se dice tú y yo. De nuevo una apuesta segura de la editorial que lidera Ana Rosa Semprún.

El otro gran grupo editorial, Penguin Random House, no se queda atrás, y lanza sus propuestas en este género literario, que ha concentrado en uno de sus sellos, Ediciones B. Más dinámico y moderno, pendiente de las tendencias actuales, pero sin olvidar a su público y lo que éste solicita, ha lanzado al mercado la exitosa trilogía de la experta en sexo Noemí Casquet, Libres, malas y zorras. En clara.es la reseñan así: «Casquet no dejó a nadie indiferente cuando se presentó en el plató de La resistencia y le dio a David Broncano el mando del vibrador que llevaba puesto. Con esta carta de presentación no te sorprenderá que su novela Zorras, la primera de una trilogía, pretenda reinventar el género erótico desde el punto de vista de la mujer. A medio camino entre una novela y un manual divulgativo sobre sexo, Zorras habla también del agotamiento de las relaciones de pareja, del valor de la amistad entre mujeres… etc.

Pero qué duda cabe que en el equilibrio reside la sabiduría. Por eso, Ediciones B, ha incluido recientemente en su catálogo la novela titulada La casa de azúcar, una historia con armadura canónica, escrita por Ángeles Gil, en la que, a principios del siglo XX en Aragón, Manuela, de origen humilde, entra a servir en la casa de la familia Prado de Sanchís. Se enamora de quien no debe y esto la obliga a luchar a brazo partido por lograr un destino que sus orígenes parecían tenerle vedado… (fuente: clara.es)

Para terminar esta selección, no podemos olvidar el humor, esencial en cualquier narración. Lara Smirnov, el seudónimo bajo el que la escritora Norma Estrella escribe comedia erótica, lo maneja como nadie y así lo demuestra en su reciente novela titulada El golfo de Cádiz y la estrecha de Gibraltar, editado en Esencia.

Con este nutrido panorama de novedades, no es de extrañar que algunos intentos por recuperar a las maestras del género, como Anaïs Nin, hayan terminado asfixiados al poco de nacer, a falta de no poder citar sus palabras en textos ajenos sin previo aviso, permiso, solicitud o prerrogativa, por normativa expresa de la salvaguarda de los derechos de autor.

Esta especie de ley del silencio de las viejas palabras hace que, directa o indirectamente, todas ellas (y ellos) vayan quedando poquito a poco relegados por las variopintas novedades literarias al implacable y, me temo, inevitable, sueño de los justos.

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(Nuestro agradecimiento a Europa Press y clara.es en su apoyo incuestionable a la mujer de hoy)