Inicio > Blogs > Hotel Trieste > El beso
El beso

«Soy un hombre afortunado», rezaba el poema. Y empezó a decírselo, a repetirlo como un mantra. Y al fin, a creérselo, toda vez que la tinta de los versos ya resplandecía sobre la inocencia de cada página. La portada en penumbra no mentía: ahí estaba el título y su nombre. Acababa de presentarlo y, después, durante una hora, se había dejado la muñeca y algo del hígado o de un riñón con cada palabra escrita en las dedicatorias que con tanta atención le habían solicitado. Había llegado a casa borracho de oxitocina, tras compartir la celebración con los amigos que, con indulgencia plena, se fueron apropiando de su libro, pues suyo era también ese fruto destilado hasta la última coma. Aquí sería menester hacer un aparte, recordar las redes invisibles que tejen algunos poetas, enviando o trayendo en mano sus palabras desde más allá de la intemperie para consolarnos sin miedo ni esperanza, igual que esos instantes que se apalabran al albur de una noche. Susurrando. Jadeando. Aunque por la mañana todo sea espejismo y evidencia. Recordó a Machado:

                                           

En mi soledad

he visto cosas muy claras

que no son verdad.

El caso es que el poeta acabó a las tantas, sentado en el sillón. Se sirvió media copa de whisky. El corazón no demandaba excesos. Permaneció callado y quieto, sin perturbar el silencio recobrado, aún con el temblor del combate entre los labios. Echó un trago. Chasqueó la lengua, husmeó el ámbar y paladeó la certidumbre de la madera. Y entonces se paró. Miró atrás, la nuca en el espejo, y apreció los hechos mínimos, cada palabra, los gestos minúsculos y supo que acababa de regresar de un agujero negro. En la poesía la claridad es un valor determinante. Pocas veces un autor lo consigue. La mayoría de las ocasiones, nunca. Él tampoco. Se había sumergido en una inmensidad de profundidades y abismos, atraído por una fuerza de gravedad difícil de esquivar, igual que cuando uno ve un buen cuadro y cae inevitablemente dentro de sus formas y colores; luego, emergió para respirar o reír y así, abajo y arriba como un buzo en cuantas veces estimó necesario, antes de regresar. Había caminado por el lado más negro, a ciegas, espiando, tocando, palpando cada milímetro de lo inexplorado, imaginando cada palabra y sus silencios, las letras que pudieran nombrar el alma de cada cosa. También la física tendría algo que decir aquí. Nombrar lo que es cuando cambia. Nombrar lo que está cuando no se ve nada. Ver más allá de lo visible. «Las cosas se transforman unas en otras según necesidad y se hacen justicia según el orden del tiempo», dijo Anaximandro, sea lo que sea el orden del tiempo. Y entonces una luz hirió su consciencia: en aquel agujero no había diferencia entre la memoria y la esperanza, entre las causas y los efectos, entre la omisión y la intención, entre lo intenso y lo sutil. Y de improviso el orden del tiempo cambió: pasado y futuro se desvanecieron y comprendió que todo era un tiempo presente donde todo, él mismo incluido, giraba a una velocidad vertiginosa en la redoma refulgente de la vida.

Un beso en la mejilla le despertó. Era hora de tomar un café, ducharse y salir de nuevo a la calle del mundo.

—Soy un hombre afortunado —bisbiseó—. Soy un hombre afortunado…

—A tope, poeta, a tope —dijo ella.

0/5 (0 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios
reCaptcha Error: grecaptcha is not defined
  • El español en tiempos del MAGA

    /
    marzo 22, 2025
    /

    En su libro #NewLatinoBoom: Cartografía de la narrativa en español en EEUU, Saavedra explica el motivo que la llevó a investigar sobre este fenómeno: “Dentro del ambiente político en el que se encuentra Estados Unidos y por el ataque frontal dirigido a todo aquello que no sea mayoritario, ratifico la trascendencia que supone publicar un volumen donde se manifieste la magnitud y envergadura del uso del idioma español como emblema de un movimiento literario único y propio de Estados Unidos”. Sus palabras, escritas en 2017, no han perdido vigencia; al contrario, hoy resuenan con un brío siniestro. Minutos después de…

    Leer más

  • Mil ojos esconde la noche. 2. Cárcel de tinieblas, de Juan Manuel de Prada

    /
    marzo 22, 2025
    /

    Hete aquí la culminación del descomunal proyecto literario emprendido por Juan Manuel de Prada en Mil ojos esconde la noche. Si en la primera entrega, La ciudad sin luz, narraba los primeros años de la ocupación de París por parte de los nazis, ahora nos guía por una ciudad carcomida por las sombras y asolada por el mal. En Zenda ofrecemos las primeras páginas de Cárcel de tinieblas, segunda parte de Mil ojos esconde la noche (Espasa). ***** I —¿Tú crees que se puede dejar de ser malo, si uno se lo propone? —pregunté a Ana María Sagi. A veces…

    Leer más

  • Qué felices éramos mientras papá y mamá bebían

    /
    marzo 22, 2025
    /

    Ahora Mónica García, necesitada de salir en el periódico, ha propuesto destruir la felicidad que les describo. Su nueva prohibición apunta al alcohol y a los niños: hay que alejar el etanol de la infancia, mayormente por el bien del etanol. Su delirio analcóholico dice así: “Se prohíbe el consumo de alcohol en cualquier espacio donde la presencia de menores sea mayoritaria”. En el parque que tengo en mente, hay una cantidad impresionante de niños. Mayoría fatal. Desde luego, no van a encontrar ustedes alcohol a raudales en las aulas o en las proyecciones de Vaiana 2. Sólo hay alcohol…

    Leer más

  • Virginia Tangvald: “La palabra libertad ha perdido todo el sentido para mí”

    /
    marzo 22, 2025
    /

    “La palabra libertad ha perdido todo el sentido para mí”, ha dicho a Efe la escritora, cuya primera novela sigue la estela de autoras como Delphine de Vigan o Vanessa Springora y ha tenido una gran acogida de lectores y crítica en Francia, donde se coló el año pasado en las listas de los más vendidos. Convencida de que “para ser libres necesitamos a los otros”, Tangvald asegura que los políticos que abusan de la palabra libertad en sus discursos “no buscan la libertad sino controlar a la gente” y recuerda que su padre necesitó el sometimiento de unos cuantos…

    Leer más