Aprovechar la perspectiva que da el paso del tiempo para hacer un análisis reposado, desde distintos puntos de vista de los atentados de Madrid de 2004, es el objetivo de El desafío: 11M, una serie documental que estrena Amazon Prime Video este viernes y que da voz a los protagonistas de una tragedia que marcó un antes y un después para España.
“Es una nueva manera de mirar al 11M que nos permite el privilegio de la perspectiva histórica. Hasta ahora no se había podido hacer porque el 11M se ha contado desde la inmediatez del día que pasó, de las elecciones, del juicio años después…”, explica a Efe el director de la serie, Carlos Agulló (Complot para la paz, Los demás días).
La producción es la segunda temporada de la saga El desafío de Amazon Prime Video, que se estrenó en 2020 y abordó la historia de la banda terrorista ETA, y se estrenará a nivel internacional el próximo viernes, cuando se cumplen 18 años de los atentados islamistas que acabaron con la vida de 192 personas y dejaron más de 2.000 heridos.
La serie cuenta con los testimonios de víctimas y testigos de la tragedia, así como de miembros de las distintas fuerzas de seguridad que estuvieron implicadas en la investigación y de los políticos principales de la época, incluido el entonces presidente José María Aznar.
Todos ellos hablando “con la libertad que da el no representar a un grupo político o a una institución pública, hablar sin ataduras y con el tiempo pasado”. “Teníamos muy claro que íbamos a hacer algo sin posicionarnos y dar voz a todas las partes”, señala Agulló.
También aparecen testimonios —inéditos en vídeo— como el de la viuda de Jamal Ahmidan, “El Chino”, uno de los autores del atentado, que acabó inmolándose en el piso de Leganés donde fallecieron varios terroristas, y de varios de los acusados de la “trama Asturiana” que suministró los explosivos.
En total son 65 entrevistas, la mitad de ellas grabadas en un set digital con tecnología Unreal Engine, que permite proyectar tras los entrevistados imágenes de sitios representativos como la estación de Atocha, donde estallaron varias de las bombas.
“El mayor reto a la hora de contar el 11M es la cantidad de detalles importantes que tiene la historia. No es como contar los atentados de París, que tienen una única dimensión, el drama terrible de lo que sucedió a las víctimas. Aquí hay unas implicaciones políticas, mediáticas, que hacen el tema mucho más complejo”, apunta Agulló.
Por ello la serie se ha estructurado en cuatro episodios de 50 minutos y cada uno “se ajusta a las claves de un género cinematográfico diferente” y cuenta el momento del atentado “desde distintos puntos de vista”.
Así, el primero es un drama contado desde el punto de vista de las víctimas y de los héroes anónimos. El segundo es un thriller político y te cuenta el atentado desde el punto de vista de los periodistas y de los políticos. El tercero es género policiaco y narra los hechos con el testimonio de los policías y de varios acusados de colaborar con el atentado y el cuarto es el juicio, con un especial recuerdo a las víctimas.
“Ante todo la serie busca hacer una reflexión profunda, que tenemos que construir una sociedad que cuide a sus miembros. No puede suceder una tragedia y que las víctimas queden desamparadas y se utilicen como moneda de cambio, como sucedió aquí”, explica el director.
De lo que no se habla, añade, es “de una posible teoría del autor intelectual”. “Se ha hecho ya tanto daño con mucho periodismo y teoría de la conspiración, especulando sobre pruebas falsas… Yo prefiero atenerme a la verdad judicial y a lo que está históricamente demostrado”, agrega.
Y es que del 11M, lo que está claro es que “hay cosas que nunca se sabrán” porque gran parte de las pruebas desaparecieron en las explosiones de Leganés», recuerda Agulló.
“11M: El desafío” —una producción de Par Producciones con Guillermo Gómez y Luis Velo como productores ejecutivos— es también un recuerdo para todos aquellos jóvenes que no vivieron la tragedia.
“La divulgación histórica es esencial. Al igual que hay un trabajo de unos historiadores que van dejando sentado ahí una constatación de todos los hechos, una serie documental es además una manera de acercar esta historia a todos los públicos”, de dar a conocer “el hecho más importante del siglo XXI en España”.
Todo es espectáculo, todo es un circo. Cualquiera con dos dedos de frente sabe que el caso no está resuelto, por decirlo suavemente. Lo que no es de recibo es que quien hace negocio con el espectáculo te suelte que «hay cosas que nunca se sabrán», como si el consenso para echar tierra sobre el asunto fuera una fatalidad del Destino. Me guardo los epítetos. ¡Vendemos de todo, vendemos todo, menos el alma, que ya nos la compraron!
El 11-M fue cerrado en falso y el interés tanto del PSOE como del PP y otros partidos en saber la verdad sobre estos atentados ha sido nulo. No quieren saber nada. Sobre el 11-M se extiende un manto de silencio muy incómodo tanto para la derecha como para la izquierda. Para cualquier periodista o investigador, discrepar de versión oficial supone su cancelación personal y profesional. Mal asunto.