Cuando el genio de Minneapolis comenzó a llamarse “Love Symbol” o “El artista antes conocido como Prince”, lo hizo, litigios con la discográfica aparte, homenajeando a un músico que siempre ha ocultado su identidad: el Heavy del Bigotón. Poca gente lo sabe, y ahora tú eres uno de ellos.
Debido a la escasez de imágenes de su vida privada acompañaré los textos con viñetas de cómic: las de este prólogo, sin ir más lejos, ilustran una teoría planteada por Herman Pociña, catedrático de Historia del Rock por la Universidad del Bierzo. Espero que los dibujos no resten credibilidad a los lectores prejuiciosos para con el noveno arte: si es así, sólo me queda tranquilizarlos, ya que considero mi trabajo como algo sagrado desde la adolescencia, cuando la lectura de un ensayo tan serio y bien documentado como Bermudas, base secreta de los ovnis, me enseñó todo lo que sé sobre investigación. Y a su autor, Jean Prachan, dedico esta obra.
El Bigotón va a hacer historia. Al tiempo, y tenemos fandom.