«Great Balls of Fire», de Jerry Lee Lewis, «Fire», de The Crazy World of Arthur Brown, o «Burn», de Deep Purple, son sólo tres de las miles de canciones que podrían ejemplificar los lazos que unen al fuego y el rock. Algo cambiante, siempre en movimiento, caliente, que arrasa con todo pero que al mismo tiempo puede dar vida: no es extraño, pues, que muchos artistas hayan decidido incluirlo en sus espectáculos, y entre todos ellos los que más han incidido en su uso: las bandas de hard rock. Y es que sería difícil imaginar a Paco Ibáñez cantar a Brassens entre columnas de fuego, y sería además hasta peligroso, por la fama de gafe que arrastra, que José Vélez interpretara «Bailemos un vals» en medio de un espectáculo de parafernalia pirotécnica a lo Rammstein. En mayor o menor medida el Heavy del Bigotón siempre ha usado fuego en sus espectáculos (incluso fuego griego cuando interpreta «Bulgaróctonos»); por eso, y cito literalmente a la historiadora del metal Angie Catley:
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: