La familia de Jaime Gil de Biedma ha depositado hoy en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes parte del legado del poeta, «escaso, como su obra», en el que figuran cartas familiares o una minuta de la cena que Tabacos de Filipinas hizo por su 75º aniversario en 1952, fecha en la que el escritor viajó a ese país.
El resto del legado depositado en la caja 1602 está compuesto por una separata numerada con el número 12 de una tirada de 50 ejemplares de Para vivir aquí del año 1958 dedicada a una de sus hermanas, una carta a una de sus hermanas «muy graciosa», la primera edición de Diario del artista seriamente enfermo (1974) y una semblanza que hizo para Picasso en un libro homenaje al pintor malagueño. «Es un legado muy familiar, escaso, como la obra de Jaime», ha explicado la sobrina del escritor catalán, Inés García-Albi, quien ha estado acompañada por otros sobrinos de Gil de Biedma, así como por una representante de la agencia Carmen Balcells.
Según ha destacado García Montero, la «generosa» ayuda de Gil de Biedma y sus «indicaciones» le ayudaron a «definir un horizonte de trabajo» para la obra que estaba realizando en 1979. «La cultura es un valor decisivo, pero conviene no separarla de la vida, de la lengua de todos los días, de los valores que conforman una comunidad. A quien del mundo huyó raramente le perdona la vida, escribió Jaime. Y en esas palabras resumió la verdadera honestidad de la literatura», ha dicho García Montero. Además, el director del Cervantes ha recordado el «saber literario profundo» de su amigo, quien le dio varias lecciones, como que la «mediocridad y pedantería son las dos enfermedades más graves de la lírica», o la «honestidad literaria» que demostró en su poesía, donde dejó clara su empatía con «los más débiles, con las personas más necesitadas, con las mujeres explotadas por el machismo imperante de la España que le tocó vivir». «Cuando aprendamos a defendernos y amarnos a nosotros mismos» —ha añadido— «y a estar orgullosos de nuestra cultura, diversidad y grandes poetas como Jaime, dejaremos sin voz a muchos de esos demonios de tres al cuarto. Estoy convencido».
Por su parte, la sobrina del poeta ha contado también que a su tío le habría «divertido mucho» ver este acto junto a su amigo y «compañero de viaje» Luis. Asimismo, García-Albi ha recordado que su tío era «muy cariñoso», y ha confesado algunas de las «marcas de la familia», como «el amor» por la casa familiar de la provincia de Segovia, la afición a la tertulia nocturna que tiene toda la familia, «y si es posible con un whisky, mejor», o las «sensaciones y vivencias» que compartían. «Que Jaime esté en esta sede» —ha concluido— «tiene todo el significado. El paso del tiempo era una de sus grandes preocupaciones, pero a la obra de Jaime el paso del tiempo le sienta fenomenal, no envejece».
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: