Entre las novedades editoriales que este primer semestre nos ha propuesto el ámbito ensayístico, destaca un volumen que para muchos será un feliz hallazgo, y para los más versados y eruditos un necesario redescubrimiento. Trotta amplía su ya de por sí rico catálogo con Descripción de China, de Matteo Ricci, una obra que supuso un antes y un después en la interacción cultural de Occidente en los siglos XVI y XVII. Esta época estuvo dominada por los descubrimientos geográficos, siendo el principal aquel denominado del “Nuevo Mundo” por parte de Cristóbal Colón, quien tuvo como clara inspiración los relatos de viajes de Marco Polo por Asia Oriental. Los escritos del mercader y viajero italiano durante la era medieval sólo serían superados por los de Ricci, quien no sólo viajó a esta región sino que habitó en ella hasta su muerte, durante el considerable periodo de casi treinta años.
Igual e incluso más relevante que la transmisión de los conocimientos occidentales fue la recepción de la cultura china en los misioneros. En concreto, Ricci llevó a cabo a título individual un trabajo de campo encomiable, procediendo a una inmersión formativa completa en este territorio. Destaca, a partir de 1582, su estudio del idioma chino, llegando a dominarlo pese a su complejidad. Tres años después comenzará a escribir las primeras descripciones sobre China y, a pesar de las distintas acusaciones a las que tuvo que enfrentarse por parte de las autoridades del lugar —debido a sus recelos por tratarse de un religioso extranjero que trataba de extender sus creencias en dicho territorio—, Ricci continuará integrándose en esta cultura, adoptando incluso las costumbres y apariencia de los autóctonos. Lì Mǎdòu será su nombre en chino, siendo conocido por los habitantes del lugar como xitai, es decir, “maestro del Extremo Occidente”. No era para menos, pues llegó a memorizar los Cuatro libros de Confucio y aprendió a escribir los suyos propios en chino. Así pues, es considerado como el primer sinólogo de la historia en el sentido moderno.
Fue ya en su madurez cuando decidió iniciar la obra que incluiría su trabajo capital: Descripción de China —Libro I de Della entrata della Compagnia di Giesù e Christianità nella Cina—. Redactada entre 1608 y 1610 —la culmina en el mismo año de su muerte—, se trata de un ambicioso y minucioso tratado en torno a los diferentes aspectos de la idiosincrasia de China. Cada uno de sus diez capítulos se dedica a un aspecto fundamental de ese conocimiento —productos autóctonos, artes (incluidas las liberales), ciencias y grados que se confieren, gobierno, cortesías, ritos, fisonomía, vestimenta e incluso sectas—. La obra posee un afán didáctico y claramente moralizante —no olvidemos que el fin último era justificar la introducción del cristianismo en China—, caracterizándose por su imparcialidad y detalle descriptivo, ensalzando buena parte de estas características. Su lenguaje es sencillo y, por ello, de ágil lectura, pues evita entrar en excesivos detalles para poder llegar a completar esta panorámica, aparentemente inabarcable. Es un texto que resulta más profuso que otros anteriores ya clásicos, como Il Milione, del citado Marco Polo —puesto que no deja de constituir en esencia el informe de un viaje, mientras que el de Ricci representa un auténtico compendio erudito resultante de tres décadas de vivencias en el lugar descrito—. En palabras del experto en literatura Álvaro de Luna, nos encontramos ante “un trabajo etnográfico que cabe hoy enmarcar en el ámbito de las disciplinas que estudian los puentes culturales entre Europa y Asia” y que “en pleno siglo XXI” —según el Doctor en Historia Francisco Martínez Hoyos—, “no deja de fascinar” por la “audacia” de Ricci para “comprender una cultura tan alejada de la suya”. Junto con sus Cartas, es una “obra de capital importancia para la descripción de los lugares, el conocimiento de la vida, de la civilización, de las costumbres y de la historia chinas en el siglo XVI”, atendiendo a la opinión del experto en literatura italiana Mario Sansone.
Esta nueva edición del histórico volumen ha corrido a cargo del profesor de Literatura Española Giuseppe Marino, representando la traducción española más actual del clásico. El libro queda además enriquecido por un lúcido y esclarecedor estudio introductorio y una cronología del propio Ricci. Adentrarse en sus páginas supone —en palabras de Marino— conocer una de las “manifestaciones más claras” de esta “interculturación que consigue presentar a los lectores una China comprensible para la mentalidad de Europa”. El interés que hoy suscita Matteo Ricci “va más allá del aspecto religioso o, incluso, del sinológico”, pues “los escritos del jesuita italiano se enmarcan en el ámbito de las disciplinas que estudian los contactos culturales […] entre Europa y Asia, particularmente con el Lejano Oriente y China”. Además, “tales escritos podrían resultar útiles en vista de la creciente desorientación actual en materia de intercambios culturales”.
Se trata, pues, de una oportunidad extraordinaria para sumergirse en un tiempo y en una percepción cultural que, aún hoy en día, continúa de algún modo vigente en nuestro imaginario.
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Autor: Matteo Ricci. Título: Descripción de China. Traducción: Giuseppe Marino. Editorial: Trotta. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
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