Después de leer Mamá y las enciclopedias de arte, de Pepa Pardo, una se siente como si le hubieran operado de cataratas. El regreso al mundo visual tras la lectura provoca detenernos frente a su discreta relevancia, desenfocada a diario por el obturador del movimiento impetuoso hacia cualquier lugar lejos de donde estamos. Todo y nada es Arte según cómo se mire. Es de libro, o de enciclopedia, porque diez tomos de cubiertas color burdeos custodian los numerosos fascículos coleccionables de la editorial Salvat que la autora fue acumulando hasta construir su propio templo, refugio de deliciosas tardes en compañía de su madre, minuciosa recolectora de recortes de periódico con crímenes de género. Dos universos particulares confluyendo en una sala de estar: la historia del arte como testimonio imitativo de una terrible realidad remota; y la crónica contemporánea de los sucesos dramáticos en la prensa escrita. Diacronía y sincronía con un punto en común: la denuncia de la violencia.
La relación maternofilial entre la autora y su madre ya establece el paradigma primigenio de la narración al contener a la creadora y al ser creado. A partir de ahí comienza el proceso de inoculación de toda la cotidianidad en el barrio materno de Gijón, o en cualquier lugar a través de los prismáticos o de su cámara Pentax. Pepa Pardo fecunda, gesta y da a luz con sus ojos de historiadora del arte cuando contempla las láminas de la enciclopedia para posar después sobre ellas el papel cebolla que facilitará el calco de su reproducción selectiva. Unas veces será Gálata suicida, o Eva recogiendo el fruto de su pecado, o Dalila con un pendiente de perla; y otras, el perro y el espejo de Van Eyck. Es como si la autora, prestigiosa especialista en Arte, hiciera una revisión oftalmológica actualizada de la historia. La realidad presente es el resultado de una sucesión de realidades precedentes calcadas unas de otras con múltiples variaciones que dependen del pulso del calcador. La historia se repite sin extenuación. Los crímenes por violencia de cualquier género también. Lo que cambia es su interpretación, la destreza para encubrir la ceguera o manifestarla sin compasión. Duchamp, Rembrandt, Munch, Brueghel, Caravaggio o Bourgeois sirven de gurús en el difícil ministerio de la transcendencia y la imaginación. Nada es lo que parece en ningún lugar, incluso en una peluquería, que pasa de ser un Salón de Belleza a un Taller de artista con un séquito de especialistas encargados de darle forma al peinado con tintes y moldeados. Nada es lo que parece porque nada es imperturbable y está sujeto a las leyes de la modificación constante. Incluso las eternas obras paradas del Metrotren gijonés siguen su curso en el proceso de deterioro ciego, o el difunto padre de la autora, reencarnado por su viuda en el cuerpo del actor James Mason interpretando Romel y el zorro del desierto.
Mamá y las enciclopedias de arte es también un viaje iniciático repleto de recuerdos en claroscuro por donde se difuminan las últimas imágenes de ese padre trágicamente fallecido. Un borrón irreparable que dejó inconclusas la versión de sí misma como hija y la de su madre como esposa. Una amputación de lo viril manifestándose en el arte como un vaticinio de la no maternidad futura. Sin genitales no hay creación, tampoco crímenes de género. El pene de Rasputín conservado en una urna de cristal en el Museo erótico de San Petersburgo o la Amputación de los genitales de Bourgeois. La venganza está en el arte, aunque no devuelva la vida a los cuerpos inertes de las víctimas asesinadas, sí es capaz de contribuir a recuperar la visión tras la ceguera.
«Los libros de arte son mis cartas del tarot», afirma Pepa Pardo reconociendo su tendencia al esoterismo debido, quizás, al influjo de su origen dominicano. El poder del arte radica en su capacidad para manejar las luces con la destreza de Turner e iluminar lo que ha de ser iluminado. El poder de la escritura también, mediante un lenguaje narrativo que es en este libro una constelación de resplandores sinfónicos precisos, irremplazables, combinados con una lealtad exquisita a la palabra, a la temperatura exacta de su cromática, para provocar un hogar en el lector. O tal vez un santuario, porque de este libro se sale levitando y con el corazón deliciosamente trasmutado.
—————————————
Autora: Pepa Pardo. Título: Mamá y las enciclopedias de arte. Editorial: Libros del Mississippi. Venta: Todos tus libros, Amazon y Casa del Libro.
‘Wie einst Lili Marleen’.