En 1995 publicó Juan Cruz Ruiz un pequeño libro titulado El territorio de la memoria, en una edición insular. Ese breve texto, de apenas unas cien páginas en formato reducido, es el origen de la vertiente más rica de su obra literaria. El título marca el espacio en el que se mueve lo mejor de su escritura, que podemos calificar como una literatura memorial, evocadora y lírica. En esa línea Juan Cruz ha publicado libros que se incluyen en una de las tendencias más importantes de la literatura española del cambio de siglo. Me refiero a la literatura memorial y autobiográfica que se ha plasmado en textos de género mestizo editados en estas décadas: diarios, memorias, dietarios y novelas biográficas. Las obras de este autor La foto de los suecos, Retrato de un hombre desnudo, Ojalá octubre, Muchas veces me pediste que te contara esos años son títulos claves de esta tendencia de la literatura contemporánea.
El niño descalzo, la literatura como experienciaSu último libro, El niño descalzo, continúa en esa misma línea. Está concebido como una larga carta que el autor le escribe a su nieto de tres años. Pero el destinatario es también el propio autor, que escribe estas páginas para anotar lo que le pasó, lo que siente y cómo le ha ido en la vida. La literatura se concibe aquí como indagación en la propia experiencia. “Uno se pasa la vida dándole vueltas a la misma isla que somos”, escribe en la página 36. El autor se plantea la escritura como el ejercicio de limpiar el espejo de la memoria para observar la vida, el tiempo transcurrido, las personas que ya no están y se echan de menos… En algunas páginas recuerda la muerte de la madre, y escribe: “el día en que dejó de reír la casa se quedó sorda como un barco hundido (…) Escribo también para huir de ese sonido que se produjo cuando tuvo lugar el estremecimiento, el silencio sin fin de mi madre. Escribir es atreverse a recordar la raíz del silencio”.
Con esa intención, va recomponiendo, sin seguir otro orden que el de la propia memoria, imágenes de la infancia, los descubrimientos de niño, las primeras lecturas, los autores que más tarde iban a ser sus referencias literarias, la vida de alrededor, el cine, la libertad, los viajes, el amor, el periodismo, las historias de las personas de su entorno. Ese relato no está estructurado de una forma cronológica. El libro consta de 49 breves capítulos, cada uno de los cuales se encabeza con una palabra que arrastra el recuerdo de un suceso o la memoria de una persona; y esa anécdota se vincula con el presente y se expande a otros momentos, mediante asociaciones que expresan significados sobre la existencia humana.
El estilo es la clave que hace que la experiencia individual se convierta en literatura. El niño descalzo está escrito con un tono lírico. Imágenes, símbolos, metáforas, sentencias, aforismos enriquecen una prosa que adquiere con frecuencia intensidad poética. “La felicidad es un nido que en cualquier momento se puede vaciar —escribe en la página 78—. Mi felicidad fue durante cierto tiempo un pájaro, hasta que un día el pájaro no supo esquivar a un gato. La tristeza es un pájaro muerto”.
Desde la vivencia personal, Juan Cruz se enfrenta en este libro a los grandes temas humanos. Y ahí reside su valor: la experiencia individual trasciende la anécdota y se convierte en literatura. Habla de libros, de escritores que le han dejado huella, de las ciudades en las que vivió, de recuerdos familiares y de su trabajo en el periodismo y en el mundo editorial. Pero en cada uno de esos episodios está hablando de la soledad humana, del amor, de la ternura, de la risa, de la incertidumbre, del abandono, del miedo y, de repente, de la muerte. Y lo hace sin falsos sentimentalismos, sin rubor impostado, sin impudor. Con un logrado equilibrio entre el vitalismo y la nostalgia.
_______
Título: El niño descalzo. Autor: Juan Cruz. Editorial: Alfaguara. Páginas: 448. Ediciones: papel y ebook.
-
Crimen en Utopía
/marzo 17, 2025/El concepto “arcología”, fusión de arquitectura y ecología, lo acuñó en los años setenta el arquitecto Paolo Soleri, que creó un modelo pionero en el desierto de Arizona, Arcosanti. Hoy día ya existen varios proyectos en marcha: New Orleans Arcology Habitat, La Línea en Arabia Saudí, iniciado en 2021, que una vez finalizado tendrá 170 kilómetros de longitud y atravesará el desierto, o la pirámide Shimizu en Tokio, cuya construcción está prevista para 2030 y alcanzará unos dos kilómetros de altura. La urbe ecológica de ficción que describe Aguilera se llama Xingfú Weilái, Futuro Feliz en mandarín. Tiene un kilómetro…
-
El coronel ya no tendrá que esperar más
/marzo 17, 2025/El titular de El País de la página 9 del pasado 7 de marzo (por supuesto soy de los que leen los periódicos en papel) lo deja bien claro: “El servicio postal público de Dinamarca dejará de entregar cartas en 2026”. Me dije al instante: “Cuando las barbas del vecino…”. No quise saber más por el enfado y el miedo. Lo mismo ocurre con esas tormentas de verano; nos dicen que va a tronar, que caerá un buen chaparrón, pero como somos más listos que nadie, miramos al cielo y lo vemos tranquilo, en plena siesta, salimos la calle a…
-
Fiódor M. Dostoievski, el escritor esciente
/marzo 17, 2025/La biografía del autor ruso está bien reflejada en los intensos vaivenes vitales y emocionales que sacuden a sus personajes. Cursa estudios sin vocación en la Escuela Militar de Ingenieros de San Petersburgo para encontrar una profesión que le permita vivir con cierta comodidad, y cuando la encuentra la abandona por la literatura; adquiere cierta notoriedad como escritor con su primera tentativa literaria, Pobre gente —la primera novela del realismo social ruso, según el gran crítico Belinski—, pero pronto cae en el olvido, y no solo por la tibia acogida de sus ulteriores novelas —El doble, El señor Prokarchin, La Patrona—,…
-
Juan Carlos Ortega: “Muchos cómicos no saben bien bien quién es el poderoso”
/marzo 17, 2025/***** —Si le digo Carl Sagan, ¿usted qué me dice? —El mejor divulgador científico que ha existido jamás, sin duda. La persona que me motivó mi amor a la ciencia. —Y si le digo Jesús Quintero… —Sería un poco lo mismo en el sentido de que es otro ser humano que me motivó tantas cosas… Me motivó que viera la radio no como un entretenimiento, sino como una posibilidad de arte. Me enseñó que la radio era un lugar en el que se podía hacer Arte, con mayúscula. —¿Cómo fue trabajar con Jesús Quintero? —Me fui a Sevilla a trabajar…
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: