El libro que tengo hoy entre mis manos es una de esas pequeñas joyas que se disfrutan con todos los sentidos. Un ensayo que enseguida se convierte en obra de consulta acerca de uno de mis cinco autores preferidos. Autor que fue el primero en meterme el gusanillo de la lectura en el cuerpo y que tantos años después sigue generando en mí la misma ilusión cada vez que saca un libro nuevo. El autor en cuestión no es otro que el maestro absoluto del terror: Stephen King. Si tuviera que definir a Stephen King de alguna manera, lo definiría como un ESCRITOR. Esta palabra escrita así, en mayúsculas, es algo que no puede decirse de todos los autores de best sellers. El de Maine lleva unos años sometido a una revisitación crítica (para bien) y eso es algo muy positivo para quien es considerado por gran parte de los lectores como el mejor escritor costumbrista de la segunda mitad del siglo veinte.
Y es que la obra de Stephen King nos muestra, por ejemplo, en El misterio de Salem’s Lot, la vida en los pueblos pequeños aderezada con una historia de vampiros. Nos cuenta cómo se comporta la familia media americana ante la pérdida de un hijo, dentro de una historia de terror en la que las personas vuelven de la muerte para el mal.
King tiene una capacidad inusual para explorar estos caminos. Es capaz de dar vida propia a un hotel, como el Overlook en El resplandor, a un coche como en Buick 8, o a un perro en Cujo. Es capaz también de crear un mundo completamente nuevo en La Torre Oscura y es capaz también de ponernos los pelos de punta con un simple relato de veinte páginas.
Parece que King tiene el brazo más largo que los demás para alcanzar unas zonas de la literatura a las que el resto de los escritores no puede llegar. Zonas prohibidas dentro de la literatura que siempre han sido tomadas como tabú, pero que él es capaz de tocar como nadie hace en la actualidad. Y esto lo inició con Carrie y no ha cambiado desde entonces. Carrie fue la novela que lo cambió todo y que de alguna manera nos da la pista de lo que es Stephen King. Una novela que trata sobre una adolescente que tiene su primera menstruación y que no encaja con su entorno. Se siente rechazada dentro de un universo que requiere uniformidad, estando educada desde el ultracatolicismo, y en un momento dado toda esta frustración se libera de una manera salvaje.
Errata Naturae propone un homenaje al escritor de Maine mediante este libro que es un compendio de ensayos sobre su obra magistralmente escritos y encadenados. En la voz de diversos autores se analiza su obra desde unas perspectivas muy dispares. Una entrevista abre el volumen y lo cierra un cuento final de Edmundo Paz Soldán. Por destacar algo novedoso, he de decir que me resulta particularmente fascinante la óptica filosófica con la que se enfocan algunos de estos ensayos.
Se analiza, por ejemplo, por parte de Mariana Enríquez, el papel de las mujeres en el conjunto de la obra literaria de King, quien desgrana detalles de Annie Wilkes, Carrie White o Rose Madder. Katherine Allen habla acerca del transhumanismo en los libros de terror con alusiones, por ejemplo, a Cementerio de animales. Kellye Byan analiza de manera impresionante Carrie, la primera obra de Stephen King, desde un punto de vista feminista, y así hasta un conjunto de diez textos independientes.
Son muchas las aportaciones y muy valiosos los análisis. A mí, particularmente, me ha fascinado el de Greg Littmann, que confronta la obra del americano con los grandes clásicos como Platón o Hume, preguntándose qué pensarían estos monstruos de la filosofía sobre la literatura de terror.
El libro que nos trae Errata Naturae arranca con una entrevista concedida a Tony Magistrale en el año 2002, de la que emana la sinceridad y frescura habitual en el discurso de King. Es asombroso cómo King, despojado de toda personalidad de divo de la literatura contemporánea, hablando de tú a tú con su interlocutor, se figura como un hombre con un bagaje y una capacidad intelectual impresionante, alguien que ha vivido experiencias durísimas, se ha hundido, se ha levantado y no tiene reparos en contarlo a quien le quiera escuchar.
Es de este tipo de temas acerca de lo que trata el valioso volumen que tenemos entre manos, un libro que nos explica la naturaleza y el significado de la obra de Stephen King desde la voz de especialistas sin prejuicios que huyen del cansino discurso que afirma que la literatura popular tiene que estar obligatoriamente alejada de la alta literatura.
Este libro se convierte, por tanto, en el complemento perfecto de Mientras escribo, que es el libro de Stephen King en el que él mismo cuenta cómo es su proceso de escritura y cómo su propia experiencia afecta a la evolución de su proceso de generación de historias. Es quizá uno de sus mejores libros y nos abre la puerta a su complejo proceso mental, dejando joyas como esta:
“Si quieres escribir, lo primero es hacer dos cosas: leer mucho y escribir mucho”. No conozco ninguna manera de saltárselas. Cuanto más leas, menos riesgo corres de hacer el tonto con el bolígrafo o el procesador de textos”.
Es un sabio consejo de alguien que sabía, antes de publicar ese libro, que iba a ser considerado por la crítica “como si la puta del pueblo quisiera enseñar modales a la gente decente”.
Desde mi celda, sólo me queda dar mi enhorabuena y agradecimiento a Errata Naturae por la iniciativa de editar un volumen hecho a nuestra medida, que nos deleitará a los seguidores de Stephen King (sus lectores constantes, como él los llama) y que resalta y explica por qué el de Maine fue, es y seguirá siendo “The King”. Disfrutad de la lectura y felices pesadillas.
Sed buenos.
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Autor: Varios autores. Título: The King: Bienvenidos al universo literario de Stephen King. Editorial: Errata Naturae. Venta: Amazon, FNAC y Casa del Libro
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