Lecturas de verano es una serie semanal dentro de la sección Omoshiroi. Escribo de algunos libros que te pueden acompañar en estos días tan largos y donde la imaginación se desborda entre aroma a salitre, aire acondicionado urbano o un monte perdido.
La obra:
Esta es una obra extraña, una fenomenal rareza que asombra. Shinichi Hoshi es uno de los grandes autores japoneses y su obra es muy poco conocida en España. Llega de la mano de la Satori, imprescindible editorial especializada en literatura japonesa. Hoshi, maestro del relato y pionero de la ciencia ficción japonesa, despliega en El robot caprichoso, publicada por primera vez en Tokio en 1966, una formidable estructura basada en un lenguaje sencillo, que no plano: son cuentos cortos y de una estructura similar que en ningún caso resulta monótona.
El principio:
“—¡Por fin! — exclamó con emoción el doctor F. en su pequeño laboratorio—. ¡He conseguido acabar el gran invento!”.
La frase:
“Era el robot quien se había ganado el respeto de los habitantes”.
Lo mejor:
La originalidad de la propuesta: de forma clásica y un contenido futurista que resulta atractivo.
La importancia del factor sorpresa. El autor sabe la importancia del final y se esmera en que quede redondo. A veces, demasiado.
Una gran traducción, que ofrece matices y adaptada a estos tiempos, por parte de Michiko Owada y Salvador Rodríguez Artacho.
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: