“Es otoño y llega Poemad», escribe para Zenda la directora del Festival Internacional de Poesía de Madrid. “Démosle unos días a la ciudad para que la comprensión no solo sea de los mercaderes; que se cuele entre los versos el tiempo, y la vida nos dé, al menos, para dudar de lo fácil y reflexionar sobre la mentira”
La Ruta de la Seda como gran vía de intercambio se conformó a partir de una diversidad de itinerarios que mantuvieron el flujo de personas, objetos e ideas entre Oriente y Occidente. Su inconmensurable contribución es un monumento al trasvase cultural y científico realizado gracias a los viajeros que cruzaron estepas, cadenas montañosas, desiertos y llanuras.
La posibilidad de vincular un itinerario como este a través de la poesía y el pensamiento puede permitir entender el grado de interconexión que hubo entre pueblos distantes que participaron de una incipiente globalización. En el marco de la historia de las civilizaciones y, más concretamente, en las relaciones e intercambios de unas con otras, la correspondencia entre símbolos fue un pilar para que lenguas incomprensibles entre sí iniciaran una necesaria apertura hacia el sincretismo cultural.
El sistema de correspondencias culturales que se gestó durante siglos superó las meras rutas de mercaderes y comerciantes, y se hizo realidad con el trabajo que realizaron artistas y poetas para aprehender un legado de referencias comunes a todas las literaturas. Estas referencias están expuestas en una cartografía poética del viaje que se extiende desde Xian hasta Lisboa, pasando por las costas de África y, más tarde, las de América.
Según Baudelaire, el poeta es un hombre con algo de divino, capaz de descifrar “el bosque de símbolos” en que vivimos, las “confusas palabras” que nos rodean, y de establecer esas relaciones, o correspondencias, entre perfumes, colores y sonidos. Lo importante es la sensación, la sinestesia o equivalencia sensorial, la superposición de sentidos. La correspondencia eterna entre las cosas más dispares.
En su novena edición, Poemad profundiza en esas correspondencias a través de algunos de los hitos culturales que marcaron la Ruta de la Seda para conformar sus laboratorios poéticos, donde el trabajo se centra en el diálogo entre distintos lenguajes creativos. Con ello, el Festival de Poesía de Madrid pretende atraer esa vía de referencias al pensamiento del siglo XXI.
Sin embargo, enunciar el concepto de «correspondencia» no solo alude a la sinestesia y a la conversación entre disciplinas, sino a algo más profundo y definitorio de la condición humana: la capacidad para encontrar elementos comunes que nos hermanan más allá de fronteras, lenguas, religiones e incluso ideologías. Pues establecer un sistema de correspondencias entre culturas y lenguajes no es otra cosa que una forma de luchar contra el pensamiento unilateral.
Ese horizonte de verdad que esgrimen los poetas, común a todos los seres humanos, se está viendo afectado en nuestros días por una fórmula del totalitarismo llamada posverdad: una nueva forma de manipular con el lenguaje, basada en superponer una ficción a otra en cortos espacios de tiempo que anulen nuestra capacidad de reflexión sobre lo que se nos dice o se nos muestra.
Por ello, hablar de correspondencias es hablar de tiempo para la palabra, es huir del tópico, enemigo de la poesía, y darnos unos días para escuchar, en recitales internacionales e intergeneracionales, en íntimos mano a mano, en homenajes colectivos a los maestros y en espacios de reflexión para las nuevas ideas de los autores más jóvenes.
Es otoño y llega Poemad un año más a un mundo en el que, como diría la gran Sophia de Mello, “el mal busca el mal y ambos se entienden / compran y venden”. Démosle unos días a la ciudad para que la comprensión no solo sea de los mercaderes; que se cuele entre los versos el tiempo, y la vida nos dé, al menos, para dudar de lo fácil y reflexionar sobre la mentira.
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Beatriz Rodríguez es Directora de Poemad, festival poético que se desarrollará en numerosos centros culturales y librerías de Madrid del 17 de octubre al 3 de noviembre.
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