El actor, director de cine y dramaturgo valenciano Sergio Villanueva acaba de presentar en Madrid su primera novela, «El secreto de los Nocturnos» (Ediciones B), un thriller de trasfondo cinematográfico que sitúa la ciudad de Valencia en el ojo del huracán literario y teatral del siglo XVI.
«Todo empezó cuando averigüé que Lope de Vega había elegido Valencia para potenciarse como autor teatral. Era bueno, pero lo que aprendió con los de la Academia de los Nocturnos —una academia literaria fundada por Bernardo Catalá en 1591— le convirtió en el Fénix. Como valenciano, me apetecía luchar por ofrecer a nivel nacional e internacional este hallazgo», desvela el autor en una entrevista con Efe.
Así, apunta Villanueva, «El secreto de los Nocturnos» es un homenaje a su ciudad, a la industria del teatro del siglo XVI y a personajes «tan intensos e irrebatibles, como Lope de Vega y Guillem de Castro», que se ven envueltos en una investigación a contrarreloj para descubrir «quién o quienes están detrás de unos brutales crímenes que ocurren en la ciudad» y se ceban en el clero.
Villanueva explica a Efe que esta novela nació como guion cinematográfico, pero cuatro años de investigaciones le dejaron «tanta información, tanta documentación interesante y tantos hallazgos históricos y sociales» que decidió elaborarla como novela, intercalando la escritura con sus trabajos de actor o director.
Actor desde crío en cintas como «Tranvía a la Malvarrosa» y últimamente en series de televisión como «El ministerio del Tiempo»; guionista y director de cine, Villanueva recibió el año pasado el premio internacional de dramaturgia que concede el Corredor Latinoamericano de Teatro por su obra teatral «Lavinia».
«Cada obra me pide un formato —señala—. Me expreso más libremente en novela o en teatro como autor, y con el guion me siento más condicionado, pero me apasiona de igual modo. Es la idea, el asunto, lo que me obliga como autor al código que requiere. Pero no lo digo yo, es la propia obra la que te lleva a realizarla de un modo u otro», afirma.
En la novela, explica, un alto representante del clero, persona de confianza de Felipe II, encuentra la muerte durante la noche; la necesidad de ocultar el hecho y encontrar a los culpables provocará que la cúpula de la Santa Inquisición, personificada en Jerónimo Díaz del Castillo, recurra a un colaborador habitual, el padre Francisco Agustín Tárrega.
A partir de ese instante, el religioso volcará todas sus capacidades analíticas y deductivas en resolver el silencioso crimen.
Como trasfondo, apunta Villanueva, la novela se apoya en un grupo real, la llamada Academia de los Nocturnos, «un grupo atractivo, agitador cultural, clandestino, que se movió por la Valencia del siglo XVI».
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: