Seguro que muchos lectores conocen esa maravillosa película con James Stewart titulada ¡Qué bello es vivir!. Parafraseando ese título, al terminar de leer la obra de Javier de Isusi La divina comedia de Oscar Wilde, al lector le entrarán ganas de decir ¡qué bello es leer!
Este libro tiene una estructura de docucómic donde pasado y pasado-actual se mezclan en un juguetón diálogo entre los personajes secundarios, el propio De Isusi y el protagonista, el autor de De Profundis y El retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde.
La divina comedia de Oscar Wilde relata los últimos años de la vida del famoso dandy irlandés, en París, tras su salida de la cárcel inglesa —la misma sobre cuyos muros recientemente el famoso grafitero Banksy ha realizado su última obra— donde cumplió una condena a trabajos forzados durante dos años. De Isusi introduce al lector en un gran decorado, la ciudad de la luz, y le invita a tomar asiento en el patio de butacas porque el espectáculo acaba de comenzar, con sus decorados, los focos encendidos y el elenco de actores, sobre todo, y actrices, en un claro guiño al gran dramaturgo que fue Wilde y a la teatral vida que llevó.
Con la maestría que le caracteriza, De Isusi compone, viñeta a viñeta, lo que parece ser fueron los últimos años de vida de Wilde en la capital francesa. Aunque el autor ya advierte a los lectores desde las primeras páginas que “…no vayan a creer nada de lo que lean, ya que podría ser todo absoluta y completamente… cierto.”
Deteriorado físicamente, arruinado y sin ganas de escribir nada más, el autor irlandés malvive gorroneando copas de absenta a sus amigos. El alcohol es durante esos años uno de sus fieles acompañantes. Sus noches transcurren entre un estado etílico y de ensoñación que le perseguirá hasta el final de sus días.
También busca compañía en los jóvenes efebos que ofrecen sus servicios en las calles parisinas, aunque más por la belleza que sus cuerpos aún retienen que por la carne en sí. Entre esos jóvenes se encuentra Maurice Gilbert, quien termina por convertirse en un amigo devoto y una de las pocas personas que acompañarán el féretro de Wilde desde el hotel hasta la iglesia.
Su fiel amigo (y primer amante, según contaba él) Robert Ross permanece junto a él hasta su lecho de muerte, como también lo hará Reginald Turner. O Robert Sherard, quien llegará a escribir cinco libros sobre el esteta irlandés tras la muerte de éste
Incluso Bosie, Lord Alfred Douglas, su amante y por el que al final Wilde acabó sacrificándolo todo y encerrado en la cárcel, visita al poeta y dramaturgo en París y es testigo de su entierro.
A todos estos personajes y un buen puñado más, De Isusi “entrevista” en su búsqueda por conocer no sólo quién fue Oscar Wilde, sino también quién pudo haber sido de haber tomado otras decisiones o recorrido otros caminos. Este juego de entrevistas convierte esta atípica obra en una especie de documental gráfico a través del cual se desgrana a uno de los hombres más admirados en el mundo literario no sólo por su obra, también por el personaje en el que se convirtió. No en vano el propio Wilde dijo: “Puse todo mi genio en mi vida y solo mi talento en mis obras.”
De Isusi no se limita a ilustrar —maravillosamente— esta obra, también se ha encargado él mismo del texto. Como imbuido del espíritu wildeano, al autor no le faltan ingenio ni humor. Demuestra habilidad para llevar al lector a su terreno y mostrar todas las caras del personaje retratado en la obra. Esto último lo hace muy bien en la serie de “entrevistas” que realiza al elenco de secundarios donde las preguntas están implícitas en las respuestas que De Isusi pone en boca de los entrevistados.
En definitiva, La divina comedia de Oscar Wilde es una delicia de novela gráfica, con unas fantásticas ilustraciones y un texto que aporta sentido a un personaje del que muchos se sienten devotos y al que pocos conocen de verdad. En un momento dado Paul Verlaine reprocha a Wilde el uso de máscaras figuradas para mostrarse ante el mundo, a lo que Wilde replica, ingeniosamente: “Es que el hombre no es nunca sincero cuando interpreta su propio personaje. Dale una máscara y te dirá la verdad.”
Pues he aquí la verdad —o no— que Javier de Isusi nos desvela sobre el último acto dramático de Oscar Wilde. Tomen asiento y disfruten. La representación va a comenzar.
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Autor: Javier de Isusi. Título: La divina comedia de Oscar Wilde. Editorial: Astiberri. Venta: Todostuslibros y Amazon.
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