El 4 de octubre de 1582 comenzó la entrada en vigor del conocido como calendario gregoriano, que sustituyó al usado anteriormente, el denominado juliano. Este último fue usado desde los tiempos de Julio César, en el 46 a.C., y se trataba de una reforma del romano, una adaptación del egipcio o solar. En poco tiempo, el gregoriano se convirtió en el más usado para regular el tiempo de los habitantes de la mayoría de los países de la Tierra.
¿Qué características tiene el calendario gregoriano?
El calendario gregoriano tomó su nombre del papa que lo promovió, Gregorio XIII, con la llamada «bula Inter gravissimas«. El objetivo de esta nueva forma de contar el tiempo era corregir los errores que se producían con el calendario juliano, que acumulaba un desfase de 11 minutos y 14 segundos al año, lo que provocaba que se perdiese un día cada 129 años. El Concilio de Trento había establecido que debían modificar la forma de contar el tiempo, para adecuar los cambios de estaciones y las diversas fiestas del catolicismo, muchas de ellas móviles, como la Pascua. Para ello se realizaron en la Universidad de Salamanca dos estudios científicos, en los años 1515 y 1578.
El gregoriano no tenía año cero. El nacimiento de Jesucristo estableció el comienzo del año uno. Una de sus principales características era tener años bisiestos. La tierra tarda 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos en dar la vuelta al sol. Ese excedente de 5 horas se reguló añadiendo un día completo, el 29 de febrero, cada 4 años. Consta de 4 meses con 30 días (abril, junio, septiembre y noviembre), hay 7 con 31 (enero, marzo, mayo, julio, agosto, octubre y diciembre) y uno con 28, febrero. Este nuevo calendario también tenía su margen de error: de 26 segundos con el año astronómico, lo que provoca que haya un día menos cada 3323 años.
¿Qué más calendarios hay en el mundo?
La implantación del Calendario Gregoriano fue muy rápida. El imperio español, que tenía numerosas posesiones en Europa y América, lo aceptó enseguida. Gran Bretaña y sus colonias, como Estados Unidos, todavía tardaron doscientos años en hacerlo. A finales del siglo XIX, Japón comenzó a utilizarlo, y a principios del siglo XX lo hicieron China y Turquía.
Además del solar, usado por los egipcios, y adaptado a Roma como juliano, en la antigüedad hubo más formas de medir el tiempo: el calendario maya, más complejo al adaptar el año solar con el religioso; azteca, al igual que el anterior constaba de 260 días; hindú, su año cero equivale al 78 d.C. del gregoriano; budista, más inexacto, pierde un día cada 60 años; chino, lunar y solar; y musulmán, es lunar y su año cero es el 622, cuando Mahoma huyó de la Meca. También tuvieron el suyo los persas y los incas. Algunos de estos calendarios siguen siendo usados, aunque el gregoriano tenga actualmente un grado de universalidad.
Otras efemérides históricas del 4 de octubre
El 4 de octubre de 1302 terminó la primera guerra entre Bizancio y Venecia con la firma de un tratado de paz.
El 4 de octubre de 1824 se publicó en México la primera Constitución del país.
El 4 de octubre de 1957 el satélite Sputnik I realizó un vuelo en órbita sobre la tierra. Comienza la carrera espacial.
El 4 de octubre de 1991 se firmó en Madrid el acuerdo que establece que el territorio de la Antártida es una «reserva natural para la paz y la ciencia»:
Querida Paca,
Muy buena reseña de las efemérides y principalmente sobre el calendario gregoriano.
Le comento que desde el siglo XIX existe un calendario solar poco conocido actualmente.
El calendario Badí. Instituido en Persia por «El Báb» (La Puerta), fundador del Babismo y precursor de la Fe Bahá’í.
Luego Bahá’u’lláh fundador de la Fe Bahá’í, le hace algunos arreglos para lograr su exactitud con la traslación de la tierra alrededor del sol.
El calendario Badí, tiene fijado su comienzo el 21 de marzo de 1844, comenzando cada año con el equinoccio de primavera. Transcurriendo ahora el año 178.
Desde su inicio solo fue de uso de los bahá’ís en Persia, pero desde mediados de la década pasada, La Casa Universal de Justicia, institución que guía la Fe Bahá’í actualmente, dispuso su uso por todos los bahá’ís en cualquier parte del mundo en que vivan o se encuentren.