¿Es posible un mundo sin hombres?

A punto de comenzar el siglo XX son muchas las mujeres que escapan de su condición social por medio de la escritura de novelas. Un nuevo género de ficción, la utopía, se abre paso para facilitar esta evasión. Charlotte Perkins, que capitaneaba la revista feminista La Precursora, publica esta novela tras un periodo vital oscuro, un ingreso obligado en un psiquiátrico (como ocurrió con Virginia Woolf) y un divorcio que la impulsaron a dedicar su carrera literaria a la visibilización de la mujer.

Terry, Jeff y Vandyck son tres exploradores que descubren un territorio habitado por mujeres. Atraídos por este hecho insólito, deciden adentrarse en esta civilización femenina en la que les esperan mujeres sabias y gráciles. Poco a poco los aventureros (a los que movieron distintas inquietudes) aprenden a excavar en el alma de esta inusual población con el propósito de encontrar personas cultas y generosas, una civilización cultivada y ancestral. Mujeres centradas en la actividad artesanal, pero que no desdeñan el entrenamiento físico, el arado de la tierra, la educación o el cultivo de las artes.

En esta sociedad —que se presenta en la novela como utópica— las mujeres no toman parte del poder, sino que son la autoridad, ejercen el poder con benevolencia y se comportan firme y generosamente en el ejercicio de sus funciones legislativas. Son descendientes de una sociedad mixta que provocó esta escisión por sexo tras una agresión brutal hacia las mujeres. Crearon un grupo autosuficiente al que los hombres no tienen acceso. Esta nueva civilización mantiene un vínculo muy cercano con el ecologismo, tratan con respeto a los animales, ninguno está atado y se abastecen con los productos del campo.

En esta comunidad, tan alejada en concepto de las sociedades industriales de los primeros años del siglo XX, tienen cabida estos tres hombres en situación de igualdad hacia las mujeres. La vida en este país les hará entender a las mujeres en términos análogos al hombre. A su lado aprenderán sobre maternidad, crianza, feminismo, subsistencia, educación, lenguaje… Cuando se dan pequeños conatos de insumisión estos son sofocados rápidamente. Tras un año de estancia en esta comunidad, los hombres se despiden y vuelven a sus lugares de origen con la promesa de no revelar las coordenadas de este país sin hombres.

El país de las mujeres, publicada por entregas en La Precursora, es un elogio de una democracia gobernada por mujeres, una puesta contra las cuerdas del incipiente capitalismo de la era industrial. La entrada de hombres en esta civilización se convierte en una lúcida parábola sobre la fragilidad moral que rige las relaciones humanas.

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Autora: Charlotte Perkins Gilman. Título: El país de las mujeres. Editorial: Guillermo Escolar. Venta: Amazon