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Escenas de la vida de Londres por Boz, de Charles Dickens

Escenas de la vida de Londres por Boz, de Charles Dickens

Se traducen por primera vez en español los veinticinco Esbozos que Charles Dickens escribió bajo el seudónimo de ‘Boz’. En ellos, retrata el Londres de los aprendices y oficinistas, de los juzgados y los periódicos, de las crónicas parlamentarias y las cenas benéficas, etc. La edición viene con los magníficos grabados de George Cruikshank.

En Zenda parte del prólogo que Miguel Ángel Martínez-Cabeza ha escrito a Escenas de la vida de Londres por ‘Boz’ (Abada), de Charles Dickens.

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Charles Dickens (1812-1870) publicó Sketches by Boz como su primer libro en 1836, aunque los escritos reunidos en él habían aparecido entre 1833 y 1836 en distintos periódicos y revistas casi en su totalidad. El propio Dickens refundiría y revisaría considerablemente los textos hasta la primera edición conjunta de sus obras de 1850. Para poder entender y apreciar la parte probablemente menos leída de la obra de Dickens, conviene aclarar el modo en que los primeros pasos del escritor en un género entre la crónica y la ficción lo encaminarían hacia la cima de los grandes clásicos de la literatura universal. La fuente primaria fundamental para situar el paso de Dickens de la crónica parlamentaria a la literatura es su propia correspondencia reunida y editada por Madeline House y Graham Storey en la conocida edición Pilgrim (Oxford, Clarendon Press, 1965) en doce volúmenes, de los que el primero corresponde a los años aquí considerados. En cuanto a los análisis críticos de los Esbozos, he seguido fundamentalmente las dos monografías más acreditadas hasta la fecha, el estudio de Duane DeVries titulado Dickens’s Apprentice Years: The Making of a Novelist (Nueva York, The Harvester Press, 1976) centrado en la génesis de los esbozos, y Charles Dickens’ Sketches by Boz. Ending the Beginning (Boulder, The Colorado Associated University Press, 1974), donde Virgil Grillo analiza el estilo y contenido de los esbozos como género y en relación con la producción novelística de Dickens. Aunque la mejor biografía moderna es sin duda la de Peter Ackroyd, he preferido referirme a la clásica de su amigo John Forster, publicada originalmente entre 1872-1874, citando del volumen primero de la edición de A.J. Hoppé para la Everyman’s Library, The Life of Dickens (1969, 2 vols.). Los datos y detalles más concretos sobre los personajes, lugares, historia y costumbres del Londres victoriano (aunque cuando el joven Charles Dickens escribe los esbozos reina todavía Guillermo IV) se proporcionan en las notas a pie de página. A este respecto resulta imprescindible el Charles Dickens’ Dictionary of London (1879) publicado por su hijo Charles Cullicover Dickens.

Dickens entró por primera vez en la galería del Parlamento británico como periodista con diecinueve años. Vivía todavía en Bentinck Street con su padre, que se estaba dedicando al periodismo parlamentario añadiendo así un complemento a su pensión del Gobierno que le iba permitiendo dejar atrás las penurias y vergüenza del período pasado en la prisión de Marshalsea para deudores. Como cuenta Forster (p. 49), las primeras crónicas fueron para el True Sun y precisamente en su magnífico edificio fue donde el amigo de toda la vida conoció a un joven de su misma edad, de aspecto vivo, que había sido el portavoz de los periodistas en la huelga general defendiendo sus posturas con éxito. Con considerable práctica periodística y algunos proyectos más creativos, el verano de 1833 sería decisivo para el joven Dickens. Sin tener que redactar las crónicas parlamentarias para The Mirror of Parliament ni True Sun, al haber acabado el período de sesiones y terminado su noviazgo con la hija del banquero Beadnell, podía dedicarle toda su energía al material que había ido recogiendo para una serie de artículos que se titularían «Nuestra parroquia» y ponerse manos a la obra con la idea que había tenido para una novela, quizás Oliver Twist (Pilgrim, vol. I, p. 34); pero comenzó con un relato humorístico sobre un soltero misántropo que visita a unos familiares que tratarán de convencerlo para que acepte a su insoportable hijo como heredero. El propio Dickens describiría cómo una tarde depositó el manuscrito con mano temblorosa en un oscuro buzón en una sombría oficina de una oscura plaza de Fleet Street (Forster, p. 50). El cuento era «Cena en Poplar Walk» (para los Esbozos Dickens le cambiaría el título por el de «El señor Minns y sus primos») y el buzón pertenecía a la Monthly Magazine. Sin recibir remuneración alguna y sin ponerle su firma pero eufórico al ver su primer relato publicado, escribió seis más para la misma revista, todos ellos en tono de farsa sobre temas como la caza de herencias, casar bien a las hijas, o llevarse bien con los vecinos. Sin embargo el mismo Dickens consideraría estos cuentos como lo menos conseguido de sus primeros intentos de convertirse en autor, con signos evidentes de «apresuramiento e inexperiencia», tal como escribió en el prefacio para la edición de 1850.

La originalidad de Dickens comienza con los cinco «Street sketches» que escribió con el pseudónimo de «Boz» para el Morning Chronicle entre septiembre y noviembre de 1834, poco después de haber entrado a formar parte de la plantilla fija de este periódico de tendencia liberal. En estos esbozos londinenses se combina la práctica periodística del momento con el ensayismo del siglo XVIII y principios del XIX. Su mérito radica en la riqueza descriptiva y narrativa con que se representa la vida corriente, la viveza de las escenas con algunas caracterizaciones breves, y sobre todo el ingenioso narrador que irá desarrollando un tono contenido entre la sátira y el sentimentalismo sin llegar a sobrepasarlos. DeVries (p. 61) observa cómo los ensayos carecen de las elaboraciones filosóficas, las analogías y alusiones eruditas, y las citas literarias que caracterizan a Addison, Steele, Goldsmith y hasta a Lamb o Washington Irving, pero también cómo sumergen al lector en el mundo lleno de objetos y sujetos que va desde la clase media, que Charles habría observado en los Beadnell, pasando por su propia familia arruinada y desclasada hasta los barrios pobres, la fábrica de betún en la que había trabajado de niño y las prisiones.

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Autor: Charles Dickens. Título: Escenas de la vida de Londres por ‘Boz’. Edición: Miguel Ángel Martínez-Cabeza. Editorial: Abada. Venta: Todos tus libros.

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