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¿Escribir es una tabla de salvación?

¿Escribir es una tabla de salvación?

Treinta años después de haber dejado la ciudad en la que vivió de joven, un escritor llamado César regresa a ella al recibir la noticia de la muerte de Manolo Castro, periodista al que conoció cuando comenzó a trabajar en el periódico local, recién terminados sus estudios universitarios. Al día siguiente del funeral, una mujer entrega en la recepción del hotel en el que se hospeda un paquete con una nota escrita por el propio Manolo Castro y una novela suya que tuvo problemas de censura al publicarse. Su título es Vagalume, luciérnaga en gallego, el mismo título que adopta esta novela de Julio Llamazares. A partir de este planteamiento, se construye la intriga de este libro: ¿quién es la mujer que ha entregado la novela? ¿Por qué nadie de su familia conocía la existencia de esa obra? ¿Y por qué se ha convertido él en el destinatario final del manuscrito?

"Ese es el sentimiento que predomina en la novela: la pena acompaña al narrador y a los personajes de este libro melancólico. Una pena que sienten sin saber por qué"

La narración está escrita en primera persona. Es el propio César quien cuenta la búsqueda que lleva a cabo para responder a esas cuestiones; y lo hace mediante la lectura de los textos que Manolo Castro dejó inéditos, de los que se reproducen algunos fragmentos en estas páginas, y a través de conversaciones que mantiene con el veterano periodista Carracedo, el único de su juventud que aún trabaja en la redacción del periódico, con el mejor amigo del fallecido, Santamaría, y con su viuda e hijas. Esas conversaciones contribuyen a resolver el secreto que arrastró la vida del fallecido y llevan a César a reflexionar sobre el sentido de la escritura y a indagar también en su propio estado de ánimo, porque al regresar a los lugares donde comenzó su trabajo de escritor, se descubre a sí mismo, pasados los años, invadido por la nostalgia y estancado en la monotonía.

Mediante saltos temporales, la novela va enlazando, no siempre de forma clara, la vida de Manolo Castro, la de su padre, la de otras personas como Carracedo y la del propio narrador, César, que vuelve a la ciudad provinciana de su juventud para confirmar la idea de que el tiempo nos lo arrebata todo y de que “a partir de una edad todos somos ya supervivientes”. Ese es el sentimiento que predomina en la novela: la pena acompaña al narrador y a los personajes de este libro melancólico. Una pena que sienten sin saber por qué. Y la literatura se convierte para ellos en la vía de escape a ese existencialismo. El objetivo final de la escritura se dice en el libro que “no es más que llenar con palabras el vacío existencial que a todas las personas nos angustia” (p. 195).

"El final de la novela se aleja, sin embargo, de estas disquisiciones: la razón por la que escribe Manolo Castro, y que explica el misterio de su comportamiento, acaba siendo mucho más trivial y melodramática que todo eso"

Esta novela reitera la atmósfera característica de la literatura de Julio Llamazares, aunque no alcanza la fuerza emotiva de sus mejores obras; La lluvia amarilla, Luna de lobos, Escenas de cine mudo o El río del olvido. También aquí se describen esos escenarios sombríos a los que una persona regresa para encontrarse con una mezcla implacable de memoria, realidad, ficción y pérdida. Ese extrañamiento es el motor de la escritura. ¿Por qué se escribe?, se pregunta César, que es ya un autor consagrado. “Uno escribe porque se siente solo”, dice en la página 77. “Las novelas son vidas que no vivimos pero pudimos vivir” (p. 52). Escribir, se lee en este libro, es una forma de “sobrevivir al tiempo, al vacío sucesivo de los días y a su irreparable pérdida”. Escribir es una tabla de salvación.

El final de la novela se aleja, sin embargo, de estas disquisiciones: la razón por la que escribe Manolo Castro, y que explica el misterio de su comportamiento, acaba siendo mucho más trivial y melodramática que todo eso: él escribe en secreto para ocultar una mentira, que sólo se conoce al final del libro. Lo suyo con la escritura tiene una doble vertiente: es una tabla de salvación económica en las novelas comerciales que publica con seudónimo; y es, al mismo tiempo, la manera de contar la pasión oculta que ha marcado su vida.

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Autor: Julio Llamazares. Título: Vagalume. Editorial: Alfaguara. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.

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