Hay libros que merecen la pena leerlos ya solo por su propósito. Si a esto se le suma que son estéticamente atractivos, bien editados y que incitan al lector a participar en la historia, entonces estamos ante un gran libro. Es el caso de Refugiada. La odisea de una familia, un hermoso álbum ilustrado de la editorial La Galera.
En Refugiada, las autoras, Tessa Julià Dinarès y Anna Gordillo, parecen invitar al lector a interactuar desde la primera página. El escaso texto del libro permite poner el foco de atención en lo realmente importante, sin detenerse en los detalles. Pero las maravillosas ilustraciones bitonales de Gordillo —tal vez un tanto oscuras para los más pequeños— obligan al lector a detenerse, a observar los detalles, a imaginar la historia detrás de cada persona que aparece. Son imágenes que muestran lo que las palabras en ocasiones omiten: la desesperanza, la frustración, el dolor, el miedo… Quizás por este motivo, aunque el libro esté dirigido al público infantil, sean los adultos los que consigan apreciarlo mejor.
La narradora, una niña de la que en ningún momento sabemos su nombre para que ella se convierta en símbolo, en realidad, de todos los niños y niñas refugiados, comienza contándonos que vive en la casa más bonita del pueblo. La primera doble página del libro muestra un pueblo con muchas casas, pero en ningún momento se indica cuál es la casa en la que vive la protagonista. En la cuarta doble página la pequeña narradora se pregunta quién también se va del pueblo: ¿la vecina del tercero?, ¿el frutero que me regala naranjas?, ¿la niña que se sienta a mi lado en el pupitre?… El lector tiene en estos casos la oportunidad de participar en la historia.
No es un viaje de placer el que emprenderán estas personas, como ya se habrá podido deducir por el título, pero desde la primera página el lector querrá recorrerlo junto a esos hombres, mujeres y niños. La profundidad de la historia enseguida nos lleva a reflexionar, a interesarnos por su situación —se entiende que es el objetivo de las autoras— y a empujarnos a actuar. El libro esconde preguntas como por qué los refugiados abandonan sus casas y sus objetos queridos —ay, esos juguetes que quedan atrás—, adónde van, e implícitamente, de qué huyen, qué esperan encontrar más allá, cómo se les acogerá.
A pesar de ese viaje de dificultades y renuncias por el que transita el relato el final encierra una simple moraleja: la esperanza y la alegría se pueden abrir camino entre tanto sufrimiento. Son precisamente los niños los que nos muestran esa valiosa lección porque enseguida encuentran nuevos compañeros de juegos y recuperan la alegría de vivir a pesar de las circunstancias.
Parte de los beneficios de la venta de este libro se destinará a la ONG Proactiva Open Arms cuyos miembros se trasladaron a Lesbos con la misión de “rescatar del mar a los refugiados que llegan a Europa huyendo de conflictos bélicos, persecución o pobreza”. Es un estímulo más para comprarlo y difundirlo. Para actuar.
Autoras: Tessa Julià Dinarès y Anna Gordillo. Título: Refugiada. La odisea de una familia. Editorial: La Galera. Venta: Amazon, Fnac y Casa del libro
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