Con la publicación de El espíritu de la ciencia-ficción, obra póstuma de Roberto Bolaño (Santiago de Chile, 1953-Barcelona, 2003), la editorial Alfaguara se hace con la pieza que completa uno de los catálogos más sólidos de la literatura en nuestra lengua.
“El mundo está vivo y nada vivo tiene remedio. Esa es nuestra suerte”. Así respondía Bolaño en una entrevista que concedió días antes de morir. Él no podía saberlo entonces, pero en parte se equivocaba y su obra lo demuestra porque sigue estando hoy más viva que nunca.
Como si de una investigación se tratase, echamos la mirada atrás para recuperar la memoria de El espíritu de la ciencia-ficción que el autor concibió allá por las últimas décadas del siglo pasado y que había mencionado en varias ocasiones en su correspondencia desde fechas tan tempranas como 1980. De hecho las libretas del manuscrito en limpio pueden datarse en los primeros años de residencia en Blanes, cuando la afición a jugar a juegos de estrategia se reflejaría en la novela El Tercer Reich.
Se trata de una novela que sigue la metodología habitual de trabajo del chileno: notas, borrador y transcripción en limpio, (aunque en este caso la transcripción se realizó de forma póstuma) y que estilísticamente podríamos enmarcar en la misma etapa creativa de Monsieur Pain, Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce o el cuento El contorno del ojo.
La historia transcurre en Ciudad de México en los años setenta y en ella, el autor mezcla rasgos propios de la literatura realista con otros fantásticos que van describiendo los sueños del protagonista: Dos jóvenes poetas latinoamericanos, Jan y Remo, intentan vivir de la literatura en el México DF de los años setenta. Obsesionados con la poesía y, sobre todo, con la ciencia-ficción, están dispuestos a ganarse la vida con la literatura.
Bolaño, un escritor que fundó en 1975,con otros 19 poetas latinoamericanos, el infrarrealismo, un movimiento poético vanguardista que intentó torpedear el oficialismo cultural y político del Partido Revolucionario Institucional (PRI) residió en México durante ocho años, de ahí que el paisaje donde transcurren las historias de El espíritu de la ciencia-ficción le resultara del todo familiar como también lo son los personajes protagonistas. De hecho Remo Morán, uno de los protagonistas de la historia es también uno de los primeros alter-egos de Bolaño (que luego aparecería en ‘La pista de hielo’), enamorado de Laura (Jáuregui), trasunto de Lisa Johnson, un amor de juventud de Bolaño que más tarde reaparecerá en Los detectives salvajes. El otro es Jan Schrella, con el que también se identifica el autor, que emplea sus días en enviar enloquecidas cartas a sus autores de ciencia-ficción favoritos.
La crítica y editora Valerie Miles, comisaria de la exposición Archivo Bolaño que en la actualidad trabaja en una tesis académica sobre el autor, califica esta novela primeriza de “audaz y sui generis” y afirma que jamás pierde el ritmo narrativo y la voz magnética que mantiene al lector completamente cautivado a medida que cambia de registro donde el lector puede intuir un guiño detrás del texto que se despliega en varios planos de sentido, a veces francamente obscenos, a veces intensamente conmovedores.
Bolaño, una vez más, nos atrapa con su escritura magnética. Les invitamos desde Zenda a disfrutar de la lectura de esta singular novela que viene a visitarnos desde el pasado.
Autor: Roberto Bolaño. Título: El espíritu de la ciencia-ficción. Editorial: Alfaguara. Venta: Amazon y FNAC
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