«El diablo habría huido de ahí.
Tamura, no.
El campo de batalla presentaba un aspecto desolador. Los cadáveres yacían desperdigados por el mismo lugar donde habían sido abatidos. El silencio en el bosque, con los árboles deshojados clamando al cielo y los arbustos espinosos mojados por la lluvia. Ni siquiera el viento se atrevía a silbar…»
Así da comienzo, con un estampido, el nuevo libro de Alberto Caliani (Ceuta, 1963), El puño del emperador. Unas pocas líneas son suficientes para enganchar al lector a esta novela que se desarrolla en el año 171 d.C., en tiempos del emperador Marco Aurelio, en la frontera del Imperio Romano con el Limes Germánico (expresión latina que puede traducirse por “línea de fuertes en la frontera alemana”).
A partir de ese momento, Alberto Caliani se introduce en el nudo de la novela a través de unos personajes atractivos, con personalidades acordes con los tiempos en que se desarrolla la historia, envueltos en una serie de acontecimientos que no dan reposo al lector, ya atrapado desde las primeras líneas. Es tal la velocidad, el ritmo sostenido y la emoción contenida en la trama que el lector deseará seguir leyendo y disfrutando de la novela. Con la marcha del emperador de Carnuntum se empiezan a producir una serie de acontecimientos que trastocan la apacible vida en la retaguardia. Estos hechos dan al libro las características de una novela histórica de aventuras en la que predomina la intriga y el suspense. A la ciudad llegan espías marcomanos con distintos objetivos: unos pretenden aterrorizar Carnuntum con actos violentos, y otros con el objetivo de entregar un mensaje que evite la guerra y traiga la paz.
El legado Jano Convector, poco a poco, se encuentra con que su ciudad es un tablero de juego en donde él es una marioneta de los agentes infiltrados, encontrándose con que debe iniciar una carrera contra el tiempo para resolver los crímenes, buscar aliados que le ayuden a eliminar los peligros que amenazan su ciudad, capturar a los espías que imponen el terror y desmontar las trampas que pretenden llevar las legiones a una derrota total, sin conseguir imponer la pax romana que esclavizaría a los habitantes del otro lado de la frontera.
En la ambientación de la trama podemos encontrar todas las características que se dieron en esa época de la historia: batallas, destrucción, venganza, odio, honor, lealtad, amor apasionado, amistad, traiciones… todo ello aderezado con una serie de relaciones entrelazadas que los protagonistas creían olvidadas, y que vuelven a aparecer para traer complicaciones que añaden más atractivo a la novela.
Llama la atención la descripción que Caliani hace del emperador Marco Aurelio como gobernante sabio, con multitud de victorias militares en las fronteras del Imperio. Fue seguidor de la escuela filosófica de Zenón de Citio, el estoicismo, caracterizado por el dominio y control de las situaciones que aparecen en su vida, no permitiendo que las pasiones lo perturbaran, encarando estas situaciones con un comportamiento pacífico. El emperador vive en un continuo conflicto. Es el hombre más poderoso del mayor imperio de la antigüedad, que gobierna con mano firme y despiadada, a veces encolerizado y lleno de prejuicios; mientras que en sus escritos, reflexiones y conversaciones privadas con su círculo de allegados, mantiene un debate continuo sobre filosofía y su actitud contemplativa ante la vida. En esta novela histórica el emperador y su filosofía no son los protagonistas, sino un personaje más del elenco de personajes, magníficos, tanto reales como de ficción, construidos por Alberto Caliani.
Sorprende el tratamiento que el autor da a los enemigos de Roma, conocidos como “los bárbaros del norte”, tratamiento muy alejado de los estereotipos habituales. En la descripción demuestra que no son inhumanos, solo tienen un modo de vida distinto, con costumbres ancestrales y una cultura diferente a la desarrollada por el mundo latino. Estos habitantes de los pueblos al otro lado del Limes fronterizo no son personas sin civilizar, irracionales y salvajes, sino provenientes de tierras frías, yermas y sin futuro, obligadas a emigrar en busca de mejor lugares donde vivir. Solo son extranjeros, habitantes asentados en territorios al otro lado de la frontera, acepción exacta de la palabra latina barbarus que, a su vez, deriva del vocablo griego “extranjero”.
Si la introducción y el nudo realizados por Alberto Caliani son atractivos, al acercarse al asombroso y elaborado desenlace la sorpresa sube de nivel, obligando al lector a aumentar su ritmo de lectura para disfrutar de la sucesión de inesperadas situaciones que llevan a un final que no voy desvelar. Prefiero finalizar sin calificar la novela e invito a que cada lector use el calificativo adecuado para expresar lo que le hace sentir El puño del emperador, quinta entrega de Alberto Caliani, lectura muy recomendable que se hará un hueco en las bibliotecas de los seguidores de este estilo de novela y ayudará a que otros muchos se inicien en el género.
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Autor: Alberto Caliani. Título: El puño del emperador. Editorial: Ediciones B (Penguin Random House). Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
Fabulosa reseña. Me ha encantado, además, la mención al trato diferente al habitual que el autor da a los bárbaros y la etimología del término. Con estas reseñas siempre se aprende algo y siempre se termina comprando el libro enhorabuena al reselador y al reseñado
Gracias Sandra
Cuando hace unas semanas empecé a leer sobre la última novela del ceutí me dije que debía introducirme en la bibliografía del Alberto Caliani, y El puño del emperador me parece una manera fabulosa de hacerlo… Tomo nota, gracias por tu sugerencia, Ramón, como siempre fino y elegante en tus reseñas!
Gracias, Juan.
Excelente reseña de un libro que vale la pena leer. Como bien dices, no se trata de un protagonista, sino de un grupo de personajes cada uno sumido en sus desgracias, traiciones, amores o desafíos.