Evasión o victoria: Una película de fútbol en la Segunda Guerra Mundial

Trata sobre un grupo de prisioneros aliados, en un campo de prisioneros de guerra nazi, durante la Segunda Guerra Mundial, cuyos jefes, con el propósito de elevar la moral de los suyos, se retan a un partido de fútbol, que se jugará nada menos que en un estadio de París. Tras muchas peripecias y entrenamientos —y una fuga frustrada de uno de los futbolistas por conveniencias de la estrategia—, el partido se celebra. Ganan, con trampas y juego sucio no castigado por el árbitro (no afectado por el “Caso Negreira”), y al final del partido el público, entusiasmado, se echa al terreno de juego y con ello permite que los jugadores aliados puedan cambiar su equipación de futbolistas por prendas de calle, pasando inadvertidos y escapándose de los alemanes que los tenían prisioneros. Minutos antes, Pelé había empatado el encuentro con un bello gol de chilena, entre el canto multitudinario de La Marsellesa, que desencadenó el entusiasmo colectivo y con él la intención de meterle el dedo en el ojo a la selección alemana.

No recuerdo si en la proyección de la película algún rótulo explicaba que la película está basada en hechos reales. Así es, en efecto. La película, muy bien guionizada, está inspirada en un hecho real y en un partido de fútbol disputado entre un equipo de jugadores alemanes (los invasores) y un equipo formado por soldados de los ejércitos aliados (los presos), muchos de ellos de origen ucraniano. Aquel partido fue denominado “el Partido de la Muerte”. Se celebró el día 9 de agosto de 1942, y en él, el Fútbol Club Start (un equipo de exjugadores del Dínamo de Kiev) se enfrentó al más potente equipo alemán, en una época en que Ucrania estaba ocupada por el III Reich. A los jugadores del Start se les había advertido de que en caso de ganar el encuentro, disputado en Kiev, serían ejecutados. No sirvieron de nada las amenazas, y ganaron, dejando humillados a los jugadores alemanes y, en cierta medida, a sus generales y Ejército. Una semana más tarde, el 16 de agosto, hubo un segundo partido de revancha en el que volvieron a ser derrotados los alemanes. Muchos de los jugadores ucranianos fueron arrestados, torturados y llevados a campos de concentración, donde murieron como consecuencia del mal trato recibido de sus guardianes.

Esta es la verdad del suceso nacido de un reto futbolístico en tiempos de guerra. La película no cuenta toda la cruda verdad. Está ambientada en el campo de prisioneros de Gensdorff. El oficial alemán Von Steiner visita el campo, donde ve que algunos prisioneros aliados están jugando al fútbol. Esto despierta en él cierta morriña, ya que había sido jugador de fútbol profesional antes de ser militar. De esa nostalgia nace el reto y su posterior fracaso.

Como suele ocurrir, en este tipo de películas se argumentan especialmente dos asuntos: una historia amorosa y otra, la principal, de índole patriótico. La Resistencia Francesa ha averiguado que las alcantarillas del estadio permiten una fuga colectiva desde el vestuario que ocupan los aliados y disponen que ésta se produzca durante el descanso. Los aliados (que van perdiendo por 4 a 3) renuncian a la fuga y deciden quedarse en el estadio para terminar el encuentro, que al final empatan, pese a las muchas trampas que ponen los alemanes.

Evasión o victoria parece una película de guerra (no se oye ni un solo tiro), pero en realidad es una película de fútbol. Analiza el renacer de unos exfutbolistas, degradados por la prisión, y la victoria lograda por el entusiasmo transmitido por el público francés, que no mostraba ninguna simpatía hacia el ejército invasor.