El escritor, crítico y traductor Juan Eduardo Zúñiga, autor, entre otras obras, de «La trilogía de la guerra civil» y Premio Nacional de las Letras, ha fallecido en Madrid a los 101 años, informaron a Efe fuentes de su editorial.
El autor de la trilogía, formada por los libros «Largo noviembre de Madrid» (1980), «Capital de la gloria» (1989)) y «La tierra será un paraíso» (2004), llevaba algún tiempo enfermo, según las mismas fuentes.
Zúñiga, nacido el 24 de enero de 1919 en Madrid, estaba considerado el mayor experto en literatura rusa y lenguas eslavas de España.
Hace un año, el 6 de febrero, Zúñiga, por mediación de su hija, depositó en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes un legado para que sea abierto en 2069: una pipa, «con la que llamaba a las musas»; una visera negra, «para mantener la concentración», y un manuscrito de un cuento.
«Es muy difícil de alcanzar la belleza y la gran precisión del estilo narrativo de Zúñiga, de una gran exigencia en su forma de ver las cosas», ha declarado a Efe Joan Tarrida, director de Galaxia Gutenberg, la editorial que le ha publicado en los últimos quince años.
En esa editorial recuperaron varios de sus títulos y obras nuevas además de publicar, como Zúñiga deseaba, en un solo tomo sus libros sobre la Guerra Civil, «en la que no aparece nunca el frente de batalla, solo la vida cotidiana. Es su obra maestra», ha asegurado.
Otra de sus pasiones era la literatura rusa, y así publicaron «Desde los bosques nevados», que reunía sus artículos sobre escritores de aquel país.
En la última década escribió libros de cuentos como «Brillan monedas oxidadas» o «Misterios de las noches y los días» y el año pasado publicó sus memorias, «Recuerdos de vida», en el que relata cómo empezó en la literatura, su relación con los autores de posguerra o su relación con los intelectuales del franquismo.
«Tuvo una vida humilde y así lo aceptó aunque tampoco le gustaba lo que rodea a la literatura. No iba a los actos, no hacía vida pública y rehuía la promoción de sus libros», ha recordado Tarrida.
Lo único que quería, ha añadido, era «traducir y escribir; eso era lo que le importaba. Todo lo demás, para los demás».
Tarrida, que en estos años ha tenido una relación «muy intensa» con Zúñiga, asegura que el autor ha estado hasta hace relativamente poco «perfectamente activo, escribiendo y corrigiendo aunque no tenía ningún proyecto en concreto porque se le hacía muy difícil entender su letra».
El Ministerio de Cultura y Deporte ha publicado un tuit en el que destaca «el compromiso social» del autor y traductor y su calidad literaria, mientras que el Instituto Cervantes recuerda que le hicieran el homenaje del año pasado y su director, Luis García Montero, escribe «figuras como la suya son para nosotros la capital de la gloria».
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: