En ocasiones uno se siente afortunado con la familia que tiene, en otras las cosas no están tan claras, para qué engañarnos. Las familias no siempre se eligen, pero en ocasiones sí. También, por desgracia, hay veces en que a alguien se le impone crear una familia con quien no desea.
La literatura infantil considera este asunto de gran importancia. Sigue tratando la cuestión de las familias desde muchos puntos de vista y abordando todo tipo de temas: familias singulares, diversidad de familias, problemas familiares, etc. Mucho se ha escrito y mucho se escribirá sobre ello. Y, afortunadamente, se hace con criterio, humor, seriedad y sencillez para que los pequeños de la casa conozcan la gran diversidad de familias que uno puede tener o crear.
¡Qué suerte tengo!
En ¡Qué suerte tengo! el autor Lawrence Schimel cuenta la historia de un niño que se siente afortunado de tener el hermano que tiene. Porque su hermano, a pesar de tener una minusvalía, es capaz de hacer cosas increíbles. Además su hermano tiene algo que él siempre ha querido tener: una mascota. También su amigo Carlos tiene un pequeño animal en casa, pero Carlos es hijo único y es una pena que no tenga un hermano como el suyo.
Las ilustraciones de Juan Camilo Mayorga son una delicia, de una inteligente sencillez para que texto y dibujos se complementen maravillosamente. Además, la editorial colombiana Rey Naranjo ha hecho una edición muy cuidada y con detalles de gran calidad.
Autor: Lawrence Schimel. Título: ¡Qué suerte tengo!. Ilustraciones: Juan Camilo Mayorga. Editorial: Rey Naranjo. Venta: Amazon
El día que cambié a mi papá por dos peces de colores
Pero no siempre uno se siente tan afortunado de tener la familia que tiene y a veces la querría cambiar. O al menos a algún miembro de la familia. Es lo que ocurre en El día que cambié a mi papá por dos peces de colores, la historia escrita por el afamado autor de cómics Neil Gaiman e ilustrada por Dave McKean. Una experiencia personal de Gaiman con su hijo permite al autor desarrollar un divertido relato en el que una impulsiva y precipitada decisión se convierte en una cadena de trueques disparatados que llevan a un padre a ser intercambiado, desde por una máscara de gorila hasta por un conejo blanco y gordo con una oreja negra. McKean ha sabido ilustrar magníficamente con papeles, pegamento, tinta y pinturas este extravagante, pero original texto.
Autor: Neil Gaiman. Título: El día que cambié a mi papá por dos peces de colores. Ilustraciones: Dave McKean. Editorial: Astiberri. Venta: Amazon
Apestoso tío Muffin
Tampoco siempre tiene uno la intención de cambiar de parientes y familiares —aunque quizás sí la tentación—. A veces el azar juega su papel. En Apestoso tío Muffin, de Pedro Mañas, un hombre joven con problemas de autoestima e higiene —la porquería se le pega desde que sale de la bañera haciendo que le persiga el mal olor durante todo el día— encuentra una noche delante de la puerta de su casa a una niña que dice ser su sobrina. Emma —que así se llama—, convencida de que él es su tío, se instala en la vivienda y comienza así una sorprendente y desternillante narración llena de “malos y buenos olores”. El malentendido inicial de parentesco se deshila poco a poco gracias al impetuoso carácter de la niña y la frágil personalidad de Muffin. Juntos encuentran el equilibrio perfecto para enfrentarse a las aventuras que trastocan la vida aburrida y monótona que hasta entonces ha llevado Montgomery Muffin. Y entre ambos consiguen que los miedos que atenazan al adulto vayan desapareciendo poco a poco como el agua al ser engullida por el desagüe de la bañera. Pedro Mañas consigue crear con maestría un relato atractivo y muy divertido a la vez que habla del respeto por la diversidad, la convivencia, el compañerismo… Otro tipo de familia, al fin y al cabo. Las simpáticas ilustraciones son obra de Víctor Rivas.
Autor: Pedro Mañas. Título: Apestoso tío Muffin. Ilustraciones: Víctor Rivas. Editorial: Astiberri. Venta: Amazon
Elisa en el corazón del laberinto
Hasta ahora ha quedado claro que, sin sentimiento de culpa, claro está, uno puede tener la tentación en un momento dado de querer cambiar a un padre, hermana o tío por otra cosa u otra persona. Alguien más divertido, interesante o aventurero con quien, por ejemplo, lanzarse a descubrir nuevos mundos. O por unos simples peces de colores o una gran guitarra eléctrica. Sin embargo, a la hora de formar su propia familia uno tiene, por lo general, más opciones. Aunque no siempre es el caso. De eso trata la historia de Elisa en el corazón del laberinto, de Sébastien Perez e ilustraciones de la Premio Nacional, Ana Juan. Elisa —en el albor de sus quince años— se encuentra al borde de la desesperación el día de su boda, un día que uno imagina como uno de los más felices de su vida. Sus padres han decidido que se case y forme una familia con un hombre al que aún no conoce. El futuro se le presenta a Elisa como un laberinto del que no sabe cómo escapar, pero el recuerdo de su querida y recién fallecida abuela y la melodía que suena desde una caja de música harán que las brumas se disipen y reconozca el camino de su propia libertad. Ana Juan despliega con virtuosismo su capacidad para emocionar con sus sorprendentes ilustraciones llenas de detalles oníricos y fantásticos, un trabajo delicado de lápices que potencian el angustioso relato de este libro.
Autor: Sébastien Perez. Título: Elisa en el corazón del laberinto. Ilustraciones: Ana Juan. Editorial: Edelvives. Venta: Amazon
A menudo la vida se enreda entre las zarzas del laberinto al que nos enfrentamos a diario haciendo que perdamos la perspectiva y ocultándonos las diferentes opciones de las que disponemos. Pero siempre habrá una melodía que nos libere y nos ayude a conseguir la familia que deseamos.
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: