Cuentan que Hitler anduvo muchos meses agobiado, quizá perdido a la hora de materializar la ceremonia de apertura del nuevo Reichstag. Acudió en su ayuda la célebre mano derecha del pequeño dictador, el ínclito Joseph Goebbels, quien eligió para tan magno evento una fecha, el 21 de marzo de 1933, y un lugar, la iglesia de Potsdam. Nadie se fijó en estos dos datos. La celebración se llevó a cabo entre elementos fastuosos. Ceremonias para católicos y luteranos; desfiles de las SS, de las SA, de los Stahlhelm; antorchas salpicaban la oscuridad de la noche en Brandeburgo; una ópera de Wagner para amenizar la velada. Cuando la fiesta hubo avanzado, Goebbels bramaba: «Los símbolos por los que luchamos están henchidos por el espíritu de Prusia, y los objetivos que esperamos alcanzar son una forma renovada de los ideales por los que combatieron en su día Federico el Grande y Bismarck». Ahora quedaba claro: la fecha elegida por Hitler había sido reservada por la historia para conmemorar la creación del primer Reichstag de la Alemania Imperial, y el lugar, Potsdam, para señalar el centro político que seleccionaron, en su día, Federico y Bismarck. Hitler tiraba con bala.
Estos días vivimos, en sentido similar, una polémica sospechosa: la bandera de Guadix ha sido objeto de disputa por el yugo y las flechas que luce en su escudo. Cuarenta asociaciones que forman parte de la Asamblea Memorialista de Andalucía han firmado un manifiesto contra el uso de «símbolos franquistas» en la bandera del pueblo granadino. El consistorio se defiende afirmando que se trata de un símbolo que se remonta a tiempos de Ysabel y Fernando, impulsores de la cristianización de dicha tierra, que asumieron la representación por hallar la coincidencia en la letra inicial de cada término, así como por aludir a mitos como el del nudo gordiano o el haz de flechas. Las asociaciones obvian que esta misma representación la hallamos igualmente en escudos como los de Puerto Rico o Panamá, dos pueblos poco sospechosos de ser falangistas, facciosidad que sí achacan al pueblo accitano. Como se puede observar, la simbología transforma su objeto de referencia a lo largo del tiempo, aunque su propósito siga siendo el mismo: despertar en los aludidos pasiones ocultas. Desde Wagner hasta José Antonio Primo de Rivera. Desde los católicos hasta la propaganda nazi. Tanto monta cortar como desatar, sigue pareciendo ser.
-
Alejandro Jodorowsky, el navegante del laberinto, el humanoide asociado
/abril 27, 2025/Tiempo después, cuando la fórmula se traspasó a las madrugadas televisivas que las cadenas no abandonaban a las teletiendas, la etiqueta se hizo extensiva tanto a los clásicos más bizarros —el Tod Browning de La parada de los monstruos (1932)—, como a los de la pantalla surrealista —Un perro andaluz (Luis Buñuel, 1929)—; o esas impagables maravillas del cine de los países del Este, según el orden geopolítico de entonces. Entre estas últimas delicias se impone mencionar El sanatorio de la Clepsidra (1973), del polaco Wojciech Has, grande entre los grandes del cine alucinado; y, por supuesto, Alondras en el…
-
Robert Walser, el despilfarro del talento
/abril 27, 2025/El caso de Robert Walser es un antiejemplo literario, un caso extremo de autenticidad y de ocultamiento que contrasta con los egotismos y mitomanías de los escritores que pululan con denuedo por el epidémico mundillo literario. Mientras, habitualmente, los escritores luchan por permanecer; Walser, tal vez reforzado por su enfermedad, se empeña en desaparecer, aislándose en un “manicomio”. Los manicomios, aunque sus muros sean un remedo de los monacales, no dejan de ser los auténticos monasterios del siglo XX, las últimas ensenadas de los náufragos de un siglo tumultuoso. Walser ingresa en el sanatorio bernés de Waldau en 1929, y…
-
¿Volverán?
/abril 27, 2025/Todo eso me lo ha producido la última publicación de la doctora en Filología Inglesa María Dueñas (Puertollano, 1964), titulada Por si un día volvemos, libro que pertenece al género de novela histórica, puesto que recrea el ambiente y los hechos ocurridos en la colonia francesa de Orán desde los años veinte del siglo XX, hasta la proclamación, en los años sesenta, de Argelia como nación independiente, sin el tutelaje de la metrópoli francesa. María Dueñas decide que la narración sea realizada en primera persona por la protagonista, dando comienzo a la novela con un fogonazo que deslumbra al narrar de…
-
Zenda recomienda: El puente donde habitan las mariposas, de Nazareth Castellanos
/abril 27, 2025/La editorial apunta, a propósito del libro: “El cerebro es un órgano plástico, que puede ser esculpido con la intención y la voluntad como herramientas. Conocer su capacidad para aprender y adaptarse al entorno es descubrir aquello que nos construye desde fuera. Pero, paradójicamente, es esa misma plasticidad neuronal la que nos brinda la oportunidad de transformarnos desde dentro. En este libro, Nazareth Castellanos se asoma a la filosofía de Martin Heidegger y propone tres pilares fundamentales en los que se sustenta la experiencia humana: construir, habitar y pensar. El relato comienza exponiendo la huella que los ancestros y las…
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: